Mantener terneros con sus madres durante períodos más largos después de su nacimiento siempre ha sido un tema controvertido para los granjeros lecheros, citando preocupaciones sobre costos, logística y practicidades.

Chris Mccullough Freelance multi-media journalist

Aquellos a favor del cambio dicen que hay beneficios para la salud y el bienestar tanto de la madre como de la cría, así como posibles mejoras en la calidad de la leche en el futuro.

Un proyecto en curso en Israel, llamado Natural Dairy Farming, examina exactamente lo que significa la práctica en la realidad, ya que mantienen a la vaca y al ternero juntos durante 3 meses. La líder del proyecto y veterinaria, la Dra. Sivan Lacker, dijo que el bienestar animal puede aumentar en general, y los beneficios pueden mantenerse con el potencial de aumentar la calidad de la leche. Comenzó el proyecto en una granja de 90 vacas en el norte de Israel y espera que los beneficios encontrados puedan animar a otros agricultores a intentar lo mismo.

“Comencé mi empresa Mutual Dairy Farming en 2013 con una clara visión de mejorar el bienestar de las vacas y los terneros en la industria láctea. Gran parte de lo que hacemos se centra en la mentalidad del granjero desarrollando una conciencia de las necesidades conductuales de las vacas. Esto conduce a cambios prácticos en el bienestar y apoyo a los granjeros con sesiones de entrenamiento y visitas de seguimiento”, dijo Lacker.

“En los últimos 5 años he colaborado con 2 grandes cooperativas lecheras, trabajando estrechamente con aproximadamente 60 de sus granjas lecheras. Se ha logrado un progreso fundamental en la mejora del bienestar; sin embargo, siempre sentí que el siguiente paso a tomar es mantener a las vacas y los terneros juntos. Separar al ternero de la vaca siempre ha sido un punto de controversia para mí. Priorizar el desarrollo de un vínculo madre-cría y una vida temprana juntos es la necesidad conductual más básica para ambos animales”, dijo, agregando que negar esta posibilidad es una violación del bienestar animal e introduce posibles efectos de estrés, que pueden reducirse e incluso eliminarse.

Sivan ha sido veterinaria en ejercicio durante 14 años y se ha enfocado más de cerca en el bienestar animal durante los últimos 10 años. Durante este tiempo, ha adquirido una buena comprensión de las necesidades conductuales de las vacas y quería explorar prácticas que mejorarían la salud de las vacas y los terneros, reducirían los niveles de estrés, mejorarían el bienestar vaca-ternero y seguirían siendo económicamente viables.