La detección del celo, comúnmente conocida como detección del calor, es una de las tareas de manejo reproductivo más importantes realizadas en la granja. En pocas palabras, si las vacas no son identificadas en celo, no serán inseminadas artificialmente (IA) y no tendrán posibilidad de quedar embarazadas. La precisión en la detección del celo también es fundamental. Si las vacas son falsamente identificadas en celo o identificadas demasiado tarde, tampoco tendrán la oportunidad de quedar embarazadas porque no estarán fértiles en el momento de la IA.

El ciclo estral en el ganado suele ser de 21 días, y es normal que el ciclo estral de las vacas sea tan corto como 17 días o tan largo como 24 días. Las vaquillas tienden a tener un ciclo estral más corto, que varía de 17 a 21 días, en comparación con las vacas lecheras en lactancia, cuyo ciclo puede variar de 18 a 24 días. Además, las vacas y las vaquillas presentan diferencias en la duración promedio de la actividad de celo. Las vaquillas tienden a estar en celo durante más tiempo, con más eventos de estancia en pie, que las vacas en lactancia. La Tabla 1 ilustra la relación entre la duración del ciclo, la duración del celo y la ovulación.

La expresión del celo se debe a las hormonas reproductivas presentes durante el ciclo estral. La Figura 1
ilustra la relación entre el día del ciclo y la hormona que influye en el comportamiento.
La hormona estrógeno es responsable del comportamiento en celo.

Promedio 21 días 15 horas 24-32 horas   Rango 17-24 días 6-24 horas
Senger, PL; “Vías hacia el Embarazo y el Parto”
Figura 1: Diagrama del ciclo estral con hormonas activas.