ALIMENTO PARA BOVINO PRODUCTOR DE LECHE
Introducción
La alimentación de la vaca representa uno de los aspectos más importantes en la producción lechera. Cuando los sistemas tradicionales de la industria láctea no afrontaban grandes exigencias de eficiencia y productividad, la dieta del ganado bovino estaba formada simplemente por el consumo de forraje. Pero el avance del sector en la actualidad obligó a intensificar la producción y por ese motivo se hizo indispensable controlar lo que la vaca ingiere.
Julián de la Cruz Reyes Jesús M. Fuentes Rodríguez
Así fue como se empezó a agregar al forraje una dieta de alimentos balanceados: actualmente el pasto se ha vuelto insuficiente para las necesidades de las vacas de alta producción. Para obtener una buena producción de leche, es necesario proveer a la vaca de una buena selección de alimentos que aseguren una ingestión efectiva. Una vaca que produce 30 kilogramos de leche por día y pesa 550 kilogramos puede comer un 3.7 por ciento de su peso en materia seca. Tipos de Alimentos Los alimentos para las vacas lecheras pueden incluir tallos, hojas, semillas y raíces de varias plantas.
El ganado bovino también puede alimentarse de subproductos industriales como harinas de semillas oleaginosas, melaza, granos cerveceros y subproductos de molino. Pero, no sólo de forraje se alimenta la vaca. Además necesitan minerales y vitaminas, elementos que se vuelven muy valiosos a la hora de enfrentar los distintos requisitos nutricionales del animal.
Por lo tanto, además del agua que toman las vacas, que se calcula entre 4 y 5 kilogramos por cada kilo de materia seca. Los alimentos se clasifican en las siguientes categorías:
• Forrajes
• Concentrados (alimentos para energía y proteína)
• Minerales y Vitaminas.
Esta clasificación es un poco arbitraria y no es tan importante, lo importante es saber cuáles alimentos se encuentran disponibles, su valor nutritivo y los factores que afectan su utilización en una ración. Forrajes Los forrajes son las partes vegetativas de las gramíneas o de las leguminosas que contienen una alta proporción de fibra (más de 30% de fibra neutro detergente). Los forrajes son requeridos en la dieta en una forma física grosera (partículas de más de 1 ó 2 mm de longitud).
Los forrajes pueden ser pastoreados directamente o cosechados y preservados como ensilaje o heno. Según la etapa de lactancia, deben estar formando parte de casi un 100% (en vacas no-lactantes) a no menos de un 30% (en vacas en la primera parte de lactancia) de la materia seca en la ración.
Las características generales de los forrajes son las siguientes:
• Volumen: El volumen se encuentra limitado por lo que puede comer la vaca. La ingestión de energía y la producción de leche pueden estar limitadas si hay demasiado forraje en la ración. Sin embargo, los alimentos voluminosos son esenciales para estimular la rumia y mantener saludable a la vaca.
• Alta Fibra y Baja Energía: Los forrajes pueden contener de 30 hasta 90% de fibra (fibra neutro detergente). En general, cuanto más alto es el contenido de fibra, más bajo es el contenido de energía del forraje.
• Contenido de proteína variable: Según la madurez, las leguminosas pueden tener 15 a 23% de proteína cruda, las gramíneas contienen 8 a 18% proteína cruda (según el nivel de fertilización con nitrógeno) y los residuos de cosechas pueden tener sólo 3 a 4% de proteína cruda (paja). Desde un punto de vista nutricional, los forrajes pueden variar desde ser alimentos muy buenos (pasto joven y suculento, leguminosas en su etapa vegetativa), a muy pobres (pajas y ramoneos).
Gramíneas y Leguminosas
Forrajes de alta calidad pueden constituir dos tercera partes de la materia seca en la ración de vacas, que comen 2.5 a 3% de su peso corporal como materia seca (ejemplo, una vaca de 600 kg puede comer 15 a 18 kg de materia seca en un forraje bueno). Forrajes de buena calidad, suministrados en raciones balanceadas, proveen mucho de la proteína y energía necesarias para la producción de leche.
Las condiciones de suelos y clima determinan por lo general los tipos de forrajes más comunes de una región. Tanto gramíneas (Ray Grass, Bromo, Bermuda, Festuca y Orchard) y leguminosas (alfalfa, trébol, lespedeza) son ampliamente conocidos alrededor del mundo. Los pastos necesitan fertilizantes nitrogenados y condiciones adecuadas de humedad para crecer bien. Sin embargo, las leguminosas son más resistentes a la sequía y pueden agregar 200 kg de nitrógeno/año/hectárea al suelo porque conviven asociadas con bacterias que pueden convertir nitrógeno del aire en fertilizantes nitrogenados. El valor nutritivo de los forrajes depende mucho de la etapa de crecimiento en que se encuentran cuando son cosechados o pastoreados.
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