ACIDOSIS RUMINAL

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ACIDOSIS RUMINAL

La acidosis ruminal es una enfermedad metabólica bovina que afecta tanto al ganado de engorde como al ganado lechero. La acidosis en el ganado suele estar asociada con la ingesta de grandes cantidades de alimento altamente fermentable y con alto contenido de carbohidratos, que genera una producción y acumulación excesivas de ácidos en el rumen.

La acidosis ruminal puede estar presente en diferentes formas, alcanzando desde formas hiperagudas que ponen en riesgo la vida hasta un enfermedad crónica, difícil de detectar (Oetzel, 2003).

Dos formas principales de acidosis en el rumen son las siguientes:

  1. Acidosis ruminal aguda
  2. Acidosis ruminal subaguda (SARA)

La diferencia entre las formas aguda y subaguda son que, durante la acidosis ruminal aguda, la depresión del pH es más marcada (Oetzel et al., 1999) y los signos clínicos son más prominentes (Kleen et al., 2003). La acidosis aguda en el rumen es frecuente en los feedlots, mientras que la SARA es más frecuente en las granjas lecheras (Krause y Otzel, 2006). A diferencia de la acidosis aguda, en la acidosis ruminal subaguda, la depresión del pH se debe aparentemente a la acumulación total de ácidos grasos volátiles y no a la acumulación de ácidos lácticos (Krause y Otzel, 2006).

Definición de acidosis ruminal subaguda

La acidosis ruminal subaguda es la enfermedad nutricional más importante en el ganado lechero ya que puede afectar negativamente la industria lechera disminuyendo la ingesta de materia seca, la producción de leche y la rentabilidad, y aumentando la tasa de descartes selectivos y de pérdidas por muertes (McCann et al., 2016).

La actual definición de acidosis ruminal subaguda se basa en un período de tiempo durante el cual el pH del rumen está por debajo de cierto umbral. Sin embargo, no existe un acuerdo generalizado sobre el umbral de pH para SARA. Las dos definiciones principales indican un valor de 5,24 horas por debajo de 5,8 (Zebeli et al., 2008) y de 3 horas por debajo de 5,6 (Plaizier at al. 2008).

Técnica de diagnóstico

Entre la comunidad científica, las técnicas de diagnóstico más frecuentes se basan en la determinación de pH en el rumen. A continuación, se mencionan los métodos de uso más generalizado:

  • Método del registrador permanente de datos de pH: actualmente, este se considera el mejor método para registrar las variaciones del pH en tiempo real. No obstante, las diferentes áreas del rumen tienen diferente pH y los movimientos incontrolados del sensor pueden generar datos poco confiables.
  • Rumenocentesis: implica la aspiración mediante una aguja percutánea del líquido ruminal del saco caudoventral del rumen. La desventaja asociada con este método es que es bastante invasivo y puede ocasionar abscesos en el lugar de la punción (Aceto et al., 2000).
  • Técnica con sonda estomacal por vía oral: no se considera una técnica confiable ya que el pH puede variar según la ubicación intrarruminal, el tiempo de muestreo en relación con la alimentación y la contaminación con saliva (Enemark et al., 2002).
  • Método de cánula en el rumen subaguda (SARA.

    Otras técnicas de diagnóstico no invasivas prometedoras incluyen las siguientes:

  • Lipopolisacárido (LPS) fecal: las dietas con alto contenido de granos para inducir la acidosis ruminal subaguda (SARA) en las vacas lecheras se ha asociado con el aumento en la concentración fecal de lipopolisacáridos (LPS = endotoxinas) originadas a partir de bacterias Gram negativas (Li et al., 2012).
  • Análisis de gases en la sangre: permite detectar el desequilibrio acido base en la sangre (Giansella et al., 2010).
  • Patrón de ácido graso en la leche: esto puede ayudar a identificar vacas con diferentes niveles de susceptibilidad a un estímulo de SARA en un rebaño (Jing et al., 2018).

    Causas de la acidosis ruminal subaguda (SARA)

    La SARA ocurre cuando la amortiguación del pH ruminal no es adecuada para contrastar la producción de ácidos grasos volátiles (VFA). Esto puede deberse a diferentes motivos:

1. Alimentación con una cantidad excesiva de carbohidratos en detrimento de la fibra del alimento. Las partículas de fibra largas (4 mm) estimulan la masticación, que desencadena la producción de saliva. La saliva, con un valor de pH aproximado de 8,2 y un nivel alto de bicarbonato de sodio, tiene un efecto amortiguador en el rumen.

  1. Cantidad excesiva de partículas largas en el forraje (clasificación). La estructura física de la fibra también es importante. Aún si los niveles de fibra son adecuados, pero las partículas son demasiado largas o no apetitosas, la selección de los concentrados se produce poco después de la administración del alimento, haciendo que la vaca consuma una dieta con bajo contenido de fibra efectiva desde el punto de vista físico (Oetzel, 2007).
  2. Incapacidad para adaptarse a cambios rápidos en la dieta. El ejemplo clásico es el paso de una dieta seca rica en forrajes a una dieta rica en concentrados, específica para la etapa inicial de la lactancia. Por un lado, la población bacteriana en el rumen y, por el otro, las papilas del rumen necesitan tiempo para estar preparadas para digerir grandes cantidades de carbohidratos y, por consiguiente, absorber una gran cantidad de VFA.

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