¿CÓMO MEJORAR EL BALANCE DE MINERALES EN LAS DIETAS DE VACAS LECHERAS?
Alejandro Castillo dio en las Jornadas Técnicas de Seragro una serie de consejos a las explotaciones para lograr una mayor eficiencia en la formulación de las raciones, en base a su experiencia en los últimos 20 años en ganaderías de California.
Alejandro Castillo CAMPO GALEGO
Desde hace 20 años, las raciones para vacas lecheras han empezado a tener en cuenta los balances de nutrientes, donde los minerales juegan un papel fundamental, al mismo nivel que otros elementos como la proteína, la energía o las vitaminas.
Inadecuadas cantidades de minerales en la dieta de los animales puede afectar a su eficiencia productiva. “Pero cuando hablamos de inadecuadas cantidades, puede ser tanto por defecto como por exceso”, puntualiza Alejandro Castillo, experto nutricionista y profesor en la Universidad de California, que participó en las últimas Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche organizadas por Seragro, donde aportó una serie de consejos para mejorar el balance de minerales en las explotaciones lácteas.
“Debemos ser más precisos y eficientes en nuestras dietas para cubrir las necesidades de animales que son cada vez más productivos”
“El resultado de manejar bien los minerales en la dieta no solo se ve en el ahorro económico en la ración, sino sobre todo en la respuesta productiva de los animales, que mejora de manera impresionante”, afirma Alejandro. “Debemos ser más precisos y eficientes en nuestras dietas para cubrir las necesidades de animales que son cada vez más productivos”, defiende.
La importancia de los minerales
Aunque se ha avanzado mucho en los últimos años en el estudio de los principales minerales y sus efectos sobre los animales productores de leche, es un campo con elementos todavía por investigar.
“Los microminerales son todavía grandes desconocidos en la nutrición de las vacas lecheras y hay una serie de factores que todavía no podemos controlar, porque desconocemos el cálculo de los requerimientos de minerales de los microorganismos de rumen, que sigue siendo una asignatura pendiente, cuál es el consumo del sistema inmune o los efectos del estrés sobre la absorción de minerales”, admite este experto.
“Hoy en día sigue siendo una asignatura pendiente el cálculo de los requerimientos de minerales de los microorganismos de rumen”
Las vacas lecheras que consumen inadecuadas cantidades de nutrientes esenciales pueden sufrir problemas de salud y reducir la producción de leche y su eficiencia reproductiva.
El cálculo de requerimientos minerales actual tiene en cuenta las necesidades de los animales (TAR) y los aportes de la dieta (TAS) mediante un software que realiza un balance para así corregir las deficiencias mediante suplementos incorporados a la ración como premezclas.
“En la actualidad la mayoría de los programas de nutrición animal se basan en la metodología propuesta por el sistema oficial de EEUU”
La absorción de los minerales depende de distintos factores relacionados con el animal (edad, peso vivo, producción, estado fisiológico) y la dieta (forrajes, concentrados, agua de bebida). “Pero habitualmente las dietas se formulan para que la ingesta de minerales exceda el requerimiento de los animales”, explica Alejandro.
Sobrealimentar es contraproducente
La sobrealimentación de minerales puede incrementar los costes de alimentación e incluso ser contraproducente, bien por sus efectos adversos sobre los microorganismos ruminales, bien porque el exceso de un mineral puede bloquear la absorción de otro por antagonismo entre ellos, lo que obliga a “gastar dinero en corregirlo”.
“El ajuste de los antagonismos obliga a incrementar el mineral afectado en la misma proporción en la que su absorción ser ve reducida por la presencia de otro mineral en exceso. Los niveles de potasio en las dietas son un 30% más altos de los requerimientos de los animales. Ahí tendríamos un espacio para mejorar la eficiencia”, detalla.
“Los niveles de potasio en las dietas son un 30% más altos de los requerimientos de los animales. Ahí tendríamos un espacio para mejorar la eficiencia”
Pero a mayores, esta sobrealimentación tiene efectos perjudiciales sobre el medio ambiente. “Una mayor excreción de minerales a través de las heces y la orina podría tener efectos negativos sobre el suelo”, afirma Alejandro.
Raciones para lotes homogéneos
Lo habitual a la hora de la formulación de dietas en minerales es trabajar con un “margen de seguridad” del 20%, es decir, que la presencia de minerales sea un 20% superior a las necesidades medias del grupo de animales para el que se formula, para que de este modo esa misma ración sea capaz de cubrir también los requerimientos de los animales más productivos del grupo.
Por eso, para poder ajustar mejor la ración, este experto recomienda reducir lo máximo posible la disparidad de individuos que forman ese grupo. Es muy importante eliminar los animales menos eficientes para ajustar bien el balance, de manera que permita cubrir los requerimientos nutricionales de las vacas más productivas. “Una vaca que da 15 litros no paga lo que come y distorsiona la media”, asegura Alejandro.
“Una vaca que da 15 litros no paga lo que come y distorsiona la media”
Otra medida efectiva pasaría por distribuir a las vacas de la explotación en lotes lo más homogéneos posibles, por criterios como producción de leche, y aplicar a los distintos grupos de animales alimentación diferenciada a través de varias raciones. “Si tenemos una sola dieta para todo el rebaño, la dispersión es mucho mayor que si tenemos tres dietas en función de las necesidades nutricionales de cada grupo de animales, la precisión en la nutrición mejora”, asegura.
“La eficiencia productiva de una granja mejora un 8% si tenemos más de una ración”
Esto lleva aparejado un ahorro de dinero y mejores resultados productivos. “Hay una clara relación directa entre el número de dietas de una ganadería y la producción media de leche de esa ganadería. La eficiencia productiva mejora un 8% con más de una ración, es algo que es muy importante desde el punto de vista económico”, afirma este experto.
Hace 20 años en California el 40% de las ganaderías hacía una sola ración y no tenía nutrólogo. Con el paso de los años la situación ha cambiado por completo y hoy la gran mayoría cuentan con asesoramiento nutricional y confeccionan al menos tres raciones: una dieta para las vacas recién paridas (hasta los 21-28 días postparto), otra para el lote de alta producción y otra para el grupo de baja producción o fin de lactación. “Eso es lo más común hoy en California”, explica Alejandro.
“La edad del animal es un factor determinante a la hora de la absorción de los minerales”
Dependiendo de la edad cambia la biodisponibilidad de los minerales. Las vacas viejas digieren menos los minerales, por lo que siempre hay que aumentar más la cantidad de minerales en animales de varias lactaciones a respecto de un lote de novillas, por ejemplo.
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