CONSERVACIÓN DE FORRAJES (X): (2)

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CALIDAD DEL ENSILADO

Introducción Continuamos el trabajo sobre evaluación de la calidad del ensilado que iniciamos en el número anterior (Frisona Española no 229).

Antonio Callejo Ramos. Dr. Ingeniero Agrónomo. Dpto. Producción Agraria E.T.S.I. Agronómica, A. y de B.-U.P.M. antonio.callejo@upm.es – www.linkedin.com/in/ antoniocallejoramos – http://blogs.upm.es/acallejo/

Si entonces nos centrábamos en una evaluación de la calidad del forraje verde de partida y del ensilado resultante en base a parámetros subjetivos como color, aroma, olor, etc., así como en la toma de muestras, en esta segunda entrega abordaremos la evaluación de la calidad de los ensilados desde un punto de vista objetivo, el que parte de los análisis de laboratorio y de otras determinaciones.

Hablaremos de los análisis de laboratorio, tanto de los forrajes verdes como de los ensilados. Veremos cuáles son los valores de distintos parámetros cualitativos según la calidad del ensilado y, finalmente, señalaremos qué valores de parámetros fermentativos (pH, ácido láctico, AGV, alcoholes) caracterizan distintos niveles de calidad.

También comentaremos la importancia del tamaño de partícula en la calidad del forraje ensilado.

Análisis objetivos de laboratorio Los criterios subjetivos indicados anteriormente suelen ser insuficientes, sobre todo cuando se quiere saber qué cantidad de ensilado hay que incluir en una ración para satisfacer los requerimientos nutritivos del animal. Por tanto, son necesarios análisis más objetivos, que pueden ser de dos tipos: análisis químicos y análisis fermentativos.

Análisis químicos El contenido en materias nitrogenadas totales (MNT) es imprescindible realizarlo sobre el producto fresco, pues la desecación en estufa da lugar a pérdidas de nitrógeno difíciles de estimar correctamente, lo que llevaría a subestimar dicho contenido. Los contenidos de cenizas y fibra bruta deberán determinarse sobre el producto previamente desecado.

El problema general que se presenta es el de la determinación de las pérdidas de productos volátiles que se producen en la estufa, que hace necesario corregir el contenido en MS, ya que queda subestimado en un 2-15%, sobreestimándose entonces el contenido en MNT, cenizas y fibra.

Los análisis químicos del ensilado pueden interpretarse de forma similar a los del heno. No obstante, si durante el proceso de ensilado el forraje se ha calentado en exceso (>40oC, olor a tabaco, color pardo) la digestibilidad de la proteína y de la MS se puede ver reducida en gran medida. En estos casos es útil determinar el nitrógeno ligado a la fibra ácido detergente (NFAD), y si el valor de este parámetro supera el 0,3% de la MS o el 15% del nitrógeno total contenido en el forraje, se puede tener la seguridad de que se ha producido un sobre calentamiento.

Una vez obtenida la muestra seca, ésta debe ser subdividida en dos: una se utilizará para realizar la determinación de materia seca, con sometimiento del material a temperatura elevada (100-105 °C), la segunda será desecada a una temperatura máxima de 60 °C durante 48 horas, para evitar dañarla por calor y poder así realizar la restantes determinaciones. Esta segunda submuestra, una vez seca, será molida con un molino en el que se dispondrá una malla con un diámetro de poro de 1 mm. Las determinaciones analíticas básicas, realizadas siempre en duplicado, en el caso de forrajes secos, henos y deshidratados, o mezclas secas, serán: materia seca, cenizas, proteína bruta, fibra neutro detergente, fibra ácido detergente y extracto extracto etéreo. La determinación de lignina puede considerarse como opcional. En el caso de los deshidratados o de muestras que han podido sufrir un cierto calentamiento, sería recomendable también realizar la determinación del nitrógeno ligado a la fibra ácido detergente.

Análisis de forrajes fermentados.

Las determinaciones a realizar en los ensilados o en las mezclas donde participan ingredientes fermentados son, en principio, los mismos que los citados para los forrajes o mezcla secas. Sin embargo, la presencia de productos volátiles, como resultado del proceso fermentativa, obliga hacer algunos cambios en las determinaciones mencionadas en el apartado anterior y a introducir nuevas, para poder tener un buen conocimiento del valor nutritivo de estos materiales.
Para realizar correctamente las determinaciones en este tipo de muestras también se deberá subdividir la muestra inicial en dos. La primera submuestra será troceada y subdividida de nuevo en 2:
1. una parte será utilizada en húmedo para realizar la determinación de MS y PB, así como para realizar la maceración en agua destilada (a 4 °C, durante una noche), cuando el prensado no sea posible, y
2. la segunda será sometida a un secado a 60 °C antes de proceder a las determinaciones de cenizas, extracto etéreo y de las fracciones fibrosas. La segunda sub muestra será sometida a prensado para la extracción del líquido que permitirá realizar los análisis de la valoración de la calidad fermentativa del ensilado.

Materia seca.

El procedimiento húmedo para determinar el contenido en materia seca de muestras fermentadas se fundamenta en un proceso de destilación donde el agua es atrapada por un solvente como el tolueno. Con este procedimiento se evita la pérdida de ácidos volátiles, alcoholes y de nitrógeno amoniacal que se perderían en el caso de proceder igual que en los forrajes secos.

Valor nitrogenado. Para el conocimiento del valor nitrogenado de un ensilado se debe conocer el contenido en nitrógeno total o proteína bruta (NKjeldahl x 6,25), como en el resto de muestras, pero además es importante saber la proporción de nitrógeno amoniacal y soluble en el total del contenido nitrogenado.

Proteína bruta. Su contenido en un alimento es una medida de su calidad, debido al elevado coste de suministrar proteína suplementaria en la dieta. Se necesita suficiente proteína en la dieta para facilitar la fermentación microbiana del rumen, y su deficiencia reducirá la ingestión de MS. Una excesiva cantidad de proteína degradable en el rumen dará lugar a un valor de urea en leche elevado, sobre todo cuando los carbohidratos fermentables en rumen están en proporción limitada, por lo que habrá una baja eficiencia de utilización del nitrógeno, incrementándose su excreción. Por lo expuesto, la evaluación de la proporción de la proteína que es soluble en rumen, degradable y la de las fracciones no degradables en rumen es importante en la evaluación de la calidad del silo. Se recomienda realizar la determinación directamente con la muestra húmeda, para evitar así la pérdida de componentes nitrogenados (amoníaco) que desaparecerían con el sometimiento de la muestra a temperaturas de 100 °C.

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