EL DISEÑO Y DIMENSIONAMIENTO DEL CUBÍCULO
Introducción
En el número anterior (Frisona Española no 216) escribíamos sobre cómo debe diseñarse y dimensionarse un establo de vacas lecheras que se van a alojar en el sistema de cubículos, haciendo hincapié en las diversas disposiciones que pueden adoptar las filas de cubículos, en las ventajas e inconvenientes de disponer estos cubículos en dos o tres filas por línea de comedero. Asimismo, dábamos ciertas recomendaciones sobre la anchura mínima recomendable que deben tener los pasillos, tanto los de alimentación como los de circulación así como los pasos de cruce entre estos pasillos. Finalmente, mencionábamos distintos índices de bienestar que pueden ser utilizados y que, de alguna manera, tratan de medir este bienestar a partir del uso que hacen las vacas de los cubículos.
En esta segunda parte queremos centrarnos en el diseño y dimensionamiento del cubículo en sí, definiéndolo como un lugar pensado para el descanso individual de cada vaca alojada en el establo. Los cubículos presentan ciertas ventajas frente al alojamiento en la llamada “cama caliente” o cama de paja:
• Menor consumo de paja
• Permite mayor variedad de materiales de cama• Menor riesgo de mamitis ambiental
• Mayor tranquilidad de los animales
• Simplicidad en el manejo de grupos
• Mayor higiene de los animales
• Menor superficie necesaria por animal
• Menos trabajo para su mantenimiento
• Favorece la instalación de robot de ordeño
• Permite la automatización de la limpieza, si bien alguna de estas ventajas sólo serán una realidad si el cubículo se diseña correctamente y tiene un mantenimiento adecuado
Antonio Callejo Ramos 1 y Miguel Á. Majano Gamarra Dpto. de Producción Agraria- E.T.S.I.A.A.B.-UPM 1 Dr. Ingeniero Agrónomo; antonio.callejo@upm.es 2 2 Ingeniero Técnico Agrícola; miguelangel.majano@upm.es
No todo son ventajas, sino que podemos también citar algunas desventajas de este sistema:
• Exige precisión en el dimensionamiento• Mayor inversión inicial
• Precisa adaptación de las novillas
• Mayor exigencia en el manejo
• Exige boxes de parto
• Mayor riesgo de cojeras y lesiones de patas
• Manejo de deyecciones semifluidas (exige fosa de almacenamiento)
• Mayor frecuencia de mantenimiento Del mismo modo, no consideramos que los importantes problemas que han tenido o tienen algunas granjas con cubículos puedan achacarse al sistema en sí, sino a un mal diseño de aquéllos, a una falta de mantenimiento, o ambos, en la idea (totalmente equivocada) de que este sistema “funciona” solo y no requiere mayor atención.
El cubículo, como lugar de descanso que es, tiene que permitir que la vaca lo ocupe y esté tumbada el tiempo que ella considere conveniente, sin que nada perturbe el tiempo y la calidad del descanso. Recordemos brevemente, por qué es tan importante que las vacas descansen y estén tumbadas el mayor tiempo posible:
• Mayor producción de leche:
– Por un mayor flujo de sangre a la glándula mamaria (15-25%) y, por tanto, mayor aporte de nutrientes.
– Menor ingestión de materia seca cuando no descansan lo suficiente.
• Mayor incidencia de cojeras cuanto más tiempo permanecen de pie.
• Mayor probabilidad de interacciones agresivas cuanto más se mueven las vacas.
• La conducta de reposo muestra una prioridad muy acusada en las vacas de leche, es decir, es una clara manifestación de su comportamiento natural.
Dimensionamiento del espacio de descanso
Es necesario conocer cuáles son las “medidas” de una vaca y sus necesidades de espacio para diseñar correctamente un cubículo, que va a ser su lugar de descanso. También se precisa conocer su comportamiento en cuanto a cómo se levantan, cómo se tumban y cómo se comportan entre ellas. Por tanto, las dimensiones del cubículo tienen que ser apropiadas para que la vaca entre en él, se tumbe, descanse y se levante sin herirse, sin experimentar dolor y sin miedo.
Dada la diferencia de tamaño que puede haber entre las vacas del rebaño, el primer paso para dimensionar los cubículos es “tomar medidas” a las vacas de primera lactación y a las vacas adultas del rebaño cuyo alojamiento se está diseñando. Puesto que tampoco dentro de un mismo rebaño todas las vacas son iguales, tomaremos como patrón el 25% de vacas del rebaño que tienen mayor tamaño. La altura a la grupa y la anchura al nivel de las tuberosidades coxales son medidas útiles para estimar otras dimensiones corporales. Puesto que varias de ellas son proporcionales, estas proporciones proveen razonables estimaciones de las dimensiones corporales para otras razas lecheras.
Lo más recomendable (y así se va haciendo cada vez más a menudo) es construir cubículos dimensionados para tres tipos de vacas reconociendo así su distinto tamaño y necesidades dentro del rebaño:
• Vacas de 1a lactación
• Vacas adultas
• Vacas secas (realmente, vacas de pre-parto 1 ) En las explotaciones (normalmente de pequeño tamaño, aunque no siempre es así) donde sólo hay un grupo, un tamaño único de cubículo debe satisfacer las necesidades de todos los animales, por lo que se plantean varios retos, tanto de manejo como para las vacas. En estos casos los elementos a considerar para dimensionar los cubículos son el confort de las vacas, la suciedad del cubículo, el trabajo requerido, las cojeras y la mamitis.
La tabla 1 muestra las dimensiones de una vaca Holstein adulta y algunas proporciones respecto a determinadas medidas.
Estas y otras medidas pueden apreciarse fácilmente en la Figura 1.
La marca o huella que deja la vaca en el suelo donde está tumbada tiene una longitud que va desde las rodillas de las patas delanteras hasta la cola (Figura 2), lo que define la longitud del espacio necesario para estar tumbada y, por consiguiente, la longitud de la zona de descanso del cubículo. Esta huella es más larga si la vaca extiende alguna de sus patas delanteras hacia delante.
La anchura de esta huella se extiende desde el extremo de la pezuña de la pata trasera más elevada hasta la extensión del abdomen en el lado opuesto (Figura 3). Esta anchura es la anchura mínima del cubículo.
ARTICULO COMPLETO DIMENSIONAMIENTO DE LOS CUBICULOS