MANEJO DE MICOTOXINAS

MICOTOXINAS

En comparación con los monogástricos, los rumiantes por lo general se consideran menos susceptibles a la micotoxicosis. Esto se basa en el supuesto de que la flora del rumen degrada y desactiva a las micotoxinas presentes en el alimento. Sin embargo, varias micotoxinas son resistentes a la descomposición en el rumen, y usualmente los rumiantes tienen que lidiar con una multiplicidad de desafíos diferentes en virtud de la complejidad de su dieta. Más aún, las vacas en transición son especialmente sensibles a los hongos, a las esporas de los hongos y a las micotoxinas.

El complejo desafío de la dieta

Las dietas de rumiantes típicamente contienen tanto concentrados como forrajes. Esto aumenta el riesgo de exposición a múltiples micotoxinas. Los forrajes (pastos y conservados), los piensos fermentados y los subproductos, todos representan un riesgo significativo para el ganado, dependiendo de la contaminación de los suelos, de la fecha de cosecha del forraje, de la gestión del ensilaje, del origen del alimento balanceado comprado y de las condiciones de almacenamiento del alimento en la granja.

Fuentes de micotoxinas: forrajes

Las micotoxinas en los forrajes (pastos, henos, ensilajes) presentan la mayor amenaza para el ganado. Incluso el pasto fresco para pastoreo puede estar contaminado con varias micotoxinas. Típicamente éstas incluyen endófitos de hongos que producen micotoxinas que protegen de cierta forma a la planta, como es el caso de la ergovalina y lolitrem B, así como las micotoxinas del Fusarium, Zearalenona o deoxinivalenol (DON).

Por lo general, el ganado se alimenta con forrajes conservados (como ensilaje) durante el invierno. Los forrajes ensilados tienen mayor probabilidad de albergar hongos y micotoxinas asociadas que los forrajes secos (por ejemplo, el heno) – especialmente cuando no hay un control estricto de la fermentación y de las condiciones anaeróbicas. Debe evitarse todo ensilaje que muestre señales de crecimiento de hongos.

Identificación de los hongos en el ensilaje (Mahanna, 2009):

Otros piensos como los cereales simples, los concentrados o sub-productos (por ejemplo, residuos de cervecería o destilería) también pueden estar contaminados con micotoxinas, especialmente en presencia de humedad o cuando están mal almacenados. Adicionalmente, las proteínas vegetales como la harina de soya, la harina de girasol y la harina de colza también pudieran estar en riesgo. En algunos países, el uso de subproductos más económicos en las dietas para las vacas lecheras se ha limitado por el alto riesgo de micotoxicosis, así como por la posibilidad de contaminación de la leche. Fuentes de micotoxinas: concentrados y sub-productos.

Fuentes de micotoxinas: cama

La cama de paja puede estar contaminada con micotoxinas. Esto también significa un riesgo para el ganado, especialmente para la vaca seca que suele consumir grandes cantidades de heno.

Gama de micotoxinas que afectan a los rumiantes

Las micotoxinas rara vez se presentan aisladas. Es común encontrar múltiples micotoxinas en los alimentos balanceados terminados y esto permite interacciones entre ellas, lo cual produce efectos sinérgicos o aditivos en el rumiante.

Las Ocratoxinas las producen diferentes hongos durante el almacenamiento de piensos y se encuentran tanto en regiones templadas como tropicales. La Ocratoxina A es la más prevalente. Sin embargo, en un rumen en buen funcionamiento, esta micotoxina se degrada rápidamente y por ende se considera una menor amenaza para los rumiantes.

Los signos clínicos de toxicidad por Ocratoxinas pueden incluir el edema pulmonar. Los niveles muy altos de Ocratoxina (Ej. 3ppm) pueden llegar a aumentar la mortalidad.

Patulina:

La Patulina no se considera una micotoxina especialmente potente; la producen ciertas especies de hongos que crecen en frutas como manzanas, peras y uvas. Los subproductos de las frutas almacenados bajo condiciones que promuevan la magulladura o la pudrición, aumentan la probabilidad de formación de Patulina. También se ha reportado contaminación por Patulina en vegetales, cereales y ensilaje.

Entre los signos clínicos de toxicidad por Patulina en el ganado, encontramos la hemorragia del tracto gastrointestinal.

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