EL POTENCIAL DE LOS PERFILES METABÓLICOS COMO DIAGNÓSTICO DEL MANEJO NUTRICIONAL EN LECHERÍAS

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DIAGNÓSTICO DEL MANEJO NUTRICIONAL EN LECHERÍAS

El ciclo productivo de la vaca lechera tiene un dinamismo marcado que determina una serie de respuestas del animal, las cuales deben ser optimizadas para lograr la máxima eficiencia y rentabilidad del sistema. Evidentemente, el mejor indicador en las vacas en lactancia es la producción de leche per se y la medición de sus sólidos, grasa y proteína. En general una vaca produciendo una gran cantidad de leche es una vaca sana. Sin embargo, en vacas secas y vaquillas de preparto, sus respuestas fisiológicas son difíciles de medir y salvo algunos parámetros visuales, como la condición corporal, cuesta determinar el estatus metabólico y fisiológico sin un análisis bioquímico de ciertos parámetros sanguíneos que se asocian a la salud del animal.

Dr. Pedro Meléndez

Por otro lado, debido a que el proceso de transición desde el estado de gestación no lactante al estado de producción de leche es un cambio fisiológico severo, que requiere de un proceso adaptativo eficiente en un corto periodo de tiempo, se hace fundamental conocer cómo esta transición va ocurriendo y cómo esta dinámica se asocia al manejo nutricional y general del rebaño.
En artículos previos hemos visto cómo el tema del bienestar animal y manejo ambiental es fundamental para poder expresar al máximo un eficiente manejo alimentario y nutricional. A continuación abordaremos como a través de un análisis bioquímico simple, conocido como perfil metabólico, se ofrece una herramienta extremadamente útil al asesor del predio y al productor para el diagnóstico del estatus fisiológico-productivo del animal y del manejo nutricional.

Los perfiles metabólicos se han utilizado en forma exitosa en muchos países del mundo y en Chile el pionero de esta metodología ha sido el Dr. Fernando Wittwer, Profesor Emérito de la Universidad Austral de Chile.
Esta herramienta requiere de un conocimiento acabado de los procesos fisiológicos y metabólicos que ocurren en las vacas tanto lactantes como secas. Sin embargo, la clave para un uso adecuado y exitoso de los perfiles radica en la consistencia del laboratorio para ofrecer resultados precisos y seguros de los diferentes metabolitos analizados. Por lo tanto, los procesos de control de calidad de las técnicas utilizadas son fundamentales y se requiere que los laboratorios que ofrecen este servicio estén sujetos a normas ISO que acrediten su validez.

Los perfiles bioquímicos miden una serie de metabolitos en sangre que se asocian a la nutrición mineral, al aporte de energía y fibra y al aporte de proteína. Además miden una serie de indicadores relacionados a la funcionalidad de órganos claves como el hígado, principalmente, y el riñón en segundo lugar. Además, los perfiles pueden evaluar aspectos como la hidratación y la inmunidad del animal.

También se debe tener presente que los valores normales a ser utilizados como estándares comparativos pueden variar de país en país, dependiendo del sistema productivo que se trate (estabulado, pastoreo o mixto) y de la raza del animal (Holstein, Jersey, etc.). En este sentido, se recomienda ser cauto y cuidadoso de ver contra qué patrones serán comparados los resultados de mis muestras.

El uso masivo de los perfiles metabólicos para todos los animales del rebaño no tiene sentido desde el punto de vista costo-beneficio, además de tener un bajo valor predictivo. Estos perfiles se recomiendan en una submuestra de animales para el diagnóstico nutricional o como parte de un objetivo específico en el monitoreo de salud de los rebaños, especialmente durante el periodo de transición de las vacas para el diagnóstico y el manejo de las enfermedades del periparto. Desbalances nutricionales específicos, tanto deficiencias como excesos, en las dietas de vacas secas se han relacionado consistentemente con la presentación de casos de fiebre de leche, hipomagnesemia, retención de membranas fetales, mastitis, metritis, cetosis, hígado graso, cojeras, edema mamario, vacas caídas y desplazamientos del abomaso.

Selección de los animales

Muestras de animales enfermos pueden ser de valor diagnóstico para problemas específicos de animales individuales y quizás reflejan algún problema del rebaño. Sin embargo, para el diagnóstico nutricional normal del rebaño, los animales enfermos no deberían ser considerados en el grupo de animales a ser muestreados. En general, se recomienda muestrear estratégicamente 3 grupos de animales dentro del rebaño. Estos grupos son vacas de preparto (idealmente de 14 a 2 días preparto, no obstante es difícil conocer con exactitud cuándo va a parir el animal), vacas de posparto, hasta 21 días en leche, y vacas de lactancia intermedia (entre 120 a 250 días en leche). Para lograr una información que tenga validez interpretativa y poder extrapolar al resto del rebaño, se requiere de un número mínimo de 7 animales por grupo. En estudios estadounidenses, se recomienda el muestreo de 15 animales. Si 3 de los 15 presentan resultados fuera de los rangos normales establecidos, se puede señalar que el grupo está presentando algún problema de tipo nutricional o de manejo que requiere atención inmediata. Según recomendaciones de investigaciones realizadas en Canadá, idealmente se debería considerar un mínimo de 12 animales por grupo con un mínimo de 7 vacas por grupo. Algunas veces el muestreo se debe repetir como para confirmar hallazgos iniciales que están afectando al rebaño.

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