En el siguiente estudio analizo algunos de los costes ocultos de nuestra granja desde dos puntos de vista: los relacionados con la cuenta de resultados y los relacionados con los costes de oportunidad, es decir, el dinero que dejamos de ganar por no hacer las cosas de forma óptima.

La coyuntura previa a la crisis sanitaria del coronavirus apuntaba a la posibilidad de una reducción de la PAC, lo cual desencadenó numerosas manifestaciones en toda Europa reclamando precios que fueran compatibles con los costes de producción. Esta situación demandaba la necesidad de aclarar cuáles son esos costes de producción medios y razonables que constituyan una referencia para garantizar que los contratos cubren esos costes.

Manuel Fernández Veterinario de la Cooperativa de Frades SCG

De todos es conocido que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) tiene sus propias referencias basadas en los datos generados por su Red Nacional de Granjas Típicas (RENGRATI) [https://www. mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/ produccion-y- mercados ganaderos/ sectores-ganaderos/red-de-granjastipicas/], compuesta actualmente por un número limitado de granjas estructuradas en unidades geográficas y esta es una herramienta de referencia que debería representar la realidad económica del sector.

La crisis económica global que la pandemia va a generar en el futuro no va a ayudar a que las subvenciones mejoren sino posiblemente a que no haya la disponibilidad de dinero que había antes, con lo que es fácil que la escala de prioridades en el uso de los fondos no se ajuste a lo que se deseaba; por ello cada vez va a ser más importante que el sector maneje referencias propias y generadas por los propios ganaderos sobre sus costes razonables de producción, para así negociar de forma eficiente el precio de la leche.