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INSEMINACIÓN ARTIFICIAL Y SINCRONIZACIÓN DE CELOS Y OVULACIONES

OEA Por OEA Oct15,2015

 

 

 

 

INSEMINACIÓN ARTIFICIAL Y SINCRONIZACIÓN DE CELOS Y OVULACIONES

INTRODUCCIÓN

La inseminación artificial (IA) es la técnica más importante desarrollada para el mejoramiento genético de animales (27), un grupo de machos estrictamente seleccionados y genéticamente superiores al producir gran cantidad de espermatozoides son suficientes para inseminar miles de hembras por año.

Pablo Javier Bussi. M.V

El gran desarrollo genético logrado en ganado lechero se debe al uso masivo por medio de IA de toros cuida- dosamente seleccionados a través de las pruebas de progenie.

En ganado de carne el desarrollo de la IA ha sido más lento debido a las limitantes de personal entrenado, instalaciones, etc.

ALMACENAMIENTO DEL SEMEN

El factor clave para la preservación de las gametas por largo tiempo es la baja temperatura (27). En el caso del semen, la temperatura de conservación debe mantenerse por debajo de -130􏰀C para conservar el máximo de fertilidad. Cuando se expone a temperatura ambiente, la temperatura del semen aumenta rápidamente, debido a la relación volumen-superficie de la dosis, siendo las pajuelas muy susceptibles a estos cambios de temperatura.

Almacenar las pajuelas en gobelets plásticos reduce el rango de cambio de temperatura, siendo importante para minimizar estos cambios mantener los gobelets con nitrógeno líquido (N2) durante la manipulación de las pajuelas.

Si la temperatura del semen supera los -130􏰀C, los espermatozoides comenzarán a sufrir daño irreversible, debido al proceso de recristalización.

DESCONGELACIÓN DEL SEMEN

Barth et al, evaluó distintos métodos de descongelación de semen, utilizando para ello semen congelado con distintos medios en ampollas de 1 ml y pajuelas de 0,5 ml. Los resultados mostraron que el baño a 35􏰀C fue el mejor método para ambos tipos de congelación. También comparó distintos tiempos de exposición a esta tempera- tura, comprobando que el semen después de una exposición de 12 segundos a 37􏰀C, solamente alcanzaba 0􏰀C, lo que provocaba shock térmico y pérdidas de motilidad, actividad metabólica, capacidad fertilizante y lesión de la membrana plasmática. Barth concluyó que la exposición de 30 segundos a 35􏰀C le permitía al semen alcanzar la temperatura de 30􏰀C y no sufrir shock térmico.

En otro experimento Senger et al (22) descongelaron pajuelas de 0,5 ml a dos temperaturas diferentes (5 y 35􏰀) para luego exponerlas a diferentes temperaturas, imitando las distintas posibilidades de temperatura ambiente, entre 1􏰀C, 20􏰀C y 37􏰀C. Los mejores resultados, expresados en motilidad espermática e integridad de acroso- ma fue con 35􏰀c y luego mantenidos entre 20 􏰀C y 37􏰀C.

Sobre la base de estos trabajos se puede concluir que la metodología ideal para descongelar pajuelas es en agua a 35-37􏰀C durante 30 segundos; en caso de utilizar pastillas el tiempo de descongelación se lleva a 1 minuto.

CONCENTRACIÓN ESPERMÁTICA

El porcentaje de preñez puede verse afectado por la cantidad de espermatozoides por dosis. En un experimento Sullivan (43) mostró que los toros responden de diferentes maneras a los cambios de concentración espermática. Dividió los toros en grupos por nivel de fertilidad de acuerdo al porcentaje de no retorno: bajo 72,6%; medio 75,4% y alto 77,9%. Cuando aumentó progresivamente la concentración espermática de 5 a 10 millones hubo un beneficio en los grupos de toros de menor fertilidad, pero no se pudo explicar porqué disminuyó el porcentaje de no retorno en los toros del grupo de mayor fertilidad.

Al descongelado la dosis de semen debe contener al menos 10 millones de espermatozoides mótiles, los toros con fertilidad menor al promedio se beneficiarían si se aumenta la concentración a 15 millones o más por dosis (27).

SITIO DE DEPOSICIÓN DEL SEMEN

El proceso de transporte espermático en el tracto reproductivo de la hembra consta de dos fases, una rápida y otra prolongada (27). En la rápida, los mecanismos fisiológicos del tracto femenino transportan los espermatozoi- des hasta el oviducto sin la participación activa de estos. Durante la fase prolongada los espermatozoides pueden permanecer hasta 18 horas en la región caudal del istmo del oviducto para alcanzar el sitio de fertilización cerca de la unión del istmo con la ampula (27). Suga y Higaki (44) en un experimento depositaron 300 millones de espermatozoides en el cuerpo del útero de vacas lecheras, luego recogieron los tractos reproductivos completos en matadero para verificar la distribución de los espermatozoides, los resultados mostraron que entre 30 y 60 minutos después de la IA la mayoría de los espermatozoides fueron recuperados de la vagina y cervix y sólo unos cuantos fueron recuperados del útero. En otro experimento Larsson y Larsson (29) dos horas después de depositar semen en el cuerpo del útero recuperaron el 14,6% del semen total y de ese 14,6% el 98,5% estaba en vagina y cervix. A las 12 horas post IA recuperaron el 0,6% de lo inseminado, de esto el 73,7% estaba en vagina y cervix. Dobro- wolski y Hafez (21) depositaron 2.000 millones de espermatozoides en vacas Hereford y realizaron necropsia a las vacas 1, 8 o 24 horas posteriores a la IA. Del total de espermatozoides depositados en el cuerpo del útero, sólo el 13,4% se recuperó 1 hora mas tarde, el 3,8% a las 8 horas y el 0,9% a las 24 horas en el útero (27). Si una dosis de semen para IA contiene entre 10 y 30 millones de espermatozoides, luego de 24 horas de la IA en útero encontra- remos entre 10.000 y 100.000 espermatozoides (27).

Se cree que los espermatozoides que son transportados rápidamente a los oviductos después de la IA no están involucrados en la fertilización. Los resultados de un trabajo de Wilmut (46) mostraron que los espermatozoides que entran al oviducto rápido después del servicio no permanecen en el mismo, o si está presente en el momento de la ovulación, no son capaces de fertilizar el ovocito.

Estos resultados demuestran que los espermatozoides capaces de fertilizar alcanzan el oviducto cerca de 8 horas después del servicio y son almacenados en el istmo del oviducto por 18 horas o más hasta el momento de la ovulación (27).

Senger (41) y Davos (20) en distintos experimentos reportaron mejoras en la fertilidad cuando se realizó siembra de semen en ambos cuernos, sin embargo Marshall (32) mostró un leve efecto negativo con esta metodo- logía. Larsson (28) demostró la migración transuterina después de la IA en vaquillonas recuperando espermatozoides en el cuerno uterino opuesto al que se había realizado la siembra, siendo capaces de fertilizar ovocitos de ambos ovarios.

Gallager y Senger (25) demostraron que no existen diferencias en la eliminación de espermatozoides cuando la siembra se realiza en cuernos o en el cuerpo del útero, pero sí hay diferencias cuando se toman las mismas muestras comparando siembra en los cuernos y cervix.

Otro factor importante es el momento de IA. En un experimento Macmillan y Watson (31) inseminaron un grupo de vacas durante el comienzo, la mitad, el final y después del estro con semen de toros cuyos porcentajes de fertilidad eran: inferiores al promedio, dentro del promedio o sobre el promedio. Los resultados demostraron que la fertilidad del semen de toros con baja fertilidad puede ser mejorada retrasando el momento de la IA hasta des- pués del final del estro, pero siempre varias horas antes de la ovulación.

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Ganadero,

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