COMBATIR EL ESTRÉS CALORICO
Los resultados de un ‘Proyecto de enfriamiento de vacas’ realizado en el verano de 2015 en el norte de ese país. ¿La estrategia? Salas especiales colocadas cerca de las salas de espera al ordeño, donde se las expuso a una combinación de ventilación forzada y mojado cada cuatro horas, incluso durante la noche.
En este artículo presentamos los resultados del ‘Proyecto de enfriamiento de vacas’ realizado para los socios de una cooperativa lechera de México, cuyos tambos están localizados en el norte del país, caracterizado por veranos largos y cálidos, y con condiciones extremamente estresantes para los animales.
Las explotaciones en las que se llevó a cabo el proyecto son de gran escala, con vacas de alto nivel productivo de la raza Holstein.
Los productores de estas regiones son conscientes de la existencia del efecto negativo del estrés por calor en el verano en la producción, la fertilidad y la salud de los animales, así como las pérdidas económicas causadas por el mismo a sus tambos. Por lo que mostraron una grande disposición a tomar las acciones y a hacer las inversiones necesarias para tratar de resolver estos problemas.
La estrategia de enfriamiento El de 2014 fue el primer verano del proyecto, en el que se estudió la mejor manera de activar las condiciones de enfriamiento en los tambos.
Los resultados de ese primer verano nos ayudaron a establecer la estrategia de enfriamiento para los tambos de la región y ponerla en práctica en el verano de 2015 en explotaciones de 1.200 a 4.000 vacas, donde las mismas fueron ordeñadas tres veces por día por un total de casi 21 horas.
Una de las limitaciones para poder enfriar en estos tambos es el hecho de que las salas tienen capacidad de ordeño de alta velocidad y, por lo tanto, el tiempo que las vacas permanecen en los patios de espera y pueden ser enfriadas antes de cada sesión de ordeño es muy corto. El enfriamiento de las vacas en la línea de alimentación de estos tambos se limita principalmente por los vientos laterales en un gran número de horas por día, los cuales afectan negativamente a los sistemas de ventilación y aspersión. La estrategia que fue implementada en los establos en 2015 consistió en la utilización de salas especiales de enfriamiento colocadas cerca de las salas de espera al ordeño, en las que el tiempo total de tratamiento puede extenderse para todas las vacas durante el tiempo del ordeño (antes y después de cada sesión de ordeño), así como para enfriar a las vacas en la mitad del tiempo entre dos sesiones de ordeño, esta bien este paragrafo permitiendo a las vacas ser enfriadas cada cuatro horas a lo largo de las 24 horas.
Allí se implementó el concepto de usar la combinación de ventilación forzada y mojado en cinco tambos de gran escala en el norte de México. Las vacas se enfriaron durante seis horas acumuladas por día, es decir tres tratamientos en cada sesión de ordeño y tres más entre sesiones de ordeño. Para controlar la efectividad del tratamiento de enfriamiento se utilizaron termómetros intravaginales que fueron insertados en algunas vacas, monitoreando su temperatura a lo largo de las 24 horas.
Las condiciones climáticas que prevalecen durante el verano de 2015, expresados en número de horas al día con diferentes valores de ITH (Índice de Temperatura y Humedad), se presentan en el Gráfico 1. Allí se puede observar que los valores del índice de ITH de encima del nivel crítico registraron durante 24 horas al día en cuatro meses al año (junio – septiembre), cuando en marzo, abril y octubre, las condiciones de estrés térmico prevalecieron sobre el nivel crítico en la parte de la hora del día. Esta bien este paragrafo
Impacto en la producción
El enfriamiento intensivo que se les dio a las vacas en los tambos que participaron en el proyecto en el verano de 2015 contribuyó a una reducción significativa de la caída de la producción, como se produjo en los años anteriores cuando no se proporcionó el enfriamiento.
El Gráfico 2 describe una típica curva de lactancia (promedios mensuales de leche por vaca en producción) en uno de los tambos del proyecto con 3.000 vacas. Como puede observarse, las curvas de lactancia para el período 2011 – 2014, donde no se proporcionó ningún enfriamiento, son significativamente inferiores a la de 2015, con enfriamiento intensivo.
La relación entre la producción por vaca promedio en los meses de invierno (enero – marzo) y verano (junio – agosto) entre 2011 y 2015 en los cinco tambos que participaron en el proyecto se presenta en el Gráfico 3. Allí se puede observar que la brecha de la producción entre el invierno y el verano tuvo un promedio de 4,6 litros por vaca por día en 2011, y se redujo a sólo 0,7 litros en 2015, al enfriar intensamente a las vacas en el verano. La relación entre la producción promedio entre el verano e invierno (Relación V:I) fue de 0,87 en 2011 y se elevó a 0,98 en 2015, lo que significa que la caída en la producción estival casi desapareció en el año en que las vacas se enfriaron intensamente.
RESULTADOS EN ISRAEL. Cabe señalar que los resultados obtenidos en el proyecto en México son muy similares a los resultados obtenidos en una encuesta realizada en colaboración con el ICBA (Asociación Israelí de Criadores de Ganado Lechero) y publicada internacionalmente en 2003. En este estudio se comparó la producción promedio diaria de leche en diez tambos en Israel con enfriamiento mínimo de las vacas en el verano, con diez tambos que enfriaron intensamente a sus vacas en la misma estación. La producción de leche de vacas en los tambos con enfriamiento mínimo en el verano (julio – septiembre) se redujo en 3,5 litros por día en comparación con los meses de invierno (enero – marzo), y la relación V:I fue de 0,89. En contraste, las vacas en los tambos con enfriamiento intensivo en el verano bajaron sólo 0,6 litros por día entre las dos estaciones y la relación V:I alcanzó 0,98.
ARTICULO COMPLETO COMBATIR EL ESTRES CALORICO. CASOS DE EXITO EN MEXICO
