REDUCIR LA DEPENDENCIA DE LOS ANTIBIÓTICOS EN EL TRATAMIENTO DE LA MASTITIS
El establecimiento de medidas preventivas como la mejora del confort y bienestar del ganado, la calidad de los ensilados, el mantenimiento de rutinas de ordeño adecuadas o la realización de pruebas diagnósticas son algunos de los aspectos a incidir en las explotaciones.
CAMILO FRIOL
La veterinaria Marga Penelas, durante su intervención en las jornadas técnicas online de Seragro
El tratamiento de la mamitis conlleva un uso muy importante de antibióticos en las explotaciones lácteas, suponiendo en muchos casos más del 50% del consumo de fármacos de las granjas. Pero “los antibióticos no deben ser entendidos como una herramienta imprescindible para tratar esta patología, aunque en ocasiones sí necesaria”, asegura Margarita Penelas López, veterinaria del servicio de Calidad de la Leche de Seragro.
En su intervención en las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche, con una ponencia titulada Tratamiento de la mamitis, mucho más que antibióticos, detalló una serie de aspectos clave en los que incidir en las explotaciones para lograr reducir su alta dependencia de los antibióticos en el tratamiento de las enfermedades de la ubre. “Es obvio que lo mejor para no tener que tratar con antibióticos es evitar que se establezca la enfermedad en el animal y, en caso de ser imprescindible usarlos, maximizar siempre las posibilidades de éxito”, defiende la veterinaria.
Los antibióticos no deben ser entendidos como una herramienta imprescindible para tratar la mamitis.
Siguen siendo prácticas habituales en las explotaciones la utilización de antibióticos en patologías que no las requieren, primando muchas veces el tratamiento inmediato y obviando la realización de pruebas diagnósticas que permitan afinar el uso de medicamentos.
A veces se opta por aplicar tratamientos inefectivos antes que por el descarte del animal
En otros casos se aplican tratamientos inefectivos en vez de optar por el descarte del animal, por lo que la técnica de Seragro defiende la utilidad del análisis estadístico a la hora de tomar determinadas decisiones en relación al tratamiento con antibiótico o al descarte, por ejemplo, clasificando a las vacas en función de su recuento de células somáticas individual o de o de su número de lactación.
Pruebas diagnósticas
Además del recuento celular individual de cada animal, a día de hoy existen outras herramientas diagnósticas como el recuento celular diferenciado (porcentaje de neutrófilos y linfocitos sobre el total de células somáticas), que permite saber en qué fase está la infección o conocer la evolución de la enfermedad o su cronicidad.
El recuento celular diferenciado nos permite sospechar de la enfermedad en vacas a priori sanas
“Este tipo de datos a nivel de rebaño, obtenidos a través de la recopilación realizada por Control Lechero, son muy útiles para poder anticiparnos y predecir la aparición de la enfermedad antes de que el animal muestre signos de ella”, asegura.
Los análisis PCR en laboratorio son pruebas eficaces pero caras Ante la aparición de un caso de mamitis, Marga Penelas defiende la utilidad de los antibiogramas, ya que considera “de vital importancia” realizar la identificación del
germen causante del problema y conocer el panel de antibióticos para los que éste es sensible o resistente “para no tratar a ciegas y utilizar la terapia antibiótica más adecuada en cada caso, evitando la reaparición de la enfermedad (recidivas) y mejorando ampliamente los índices de curación del rebaño”.
Los test de cultivo son aptos para ser realizados por personal no facultativo y no eximen de la utilización de otro tipo de pruebas diagnósticas.
Además de los antibiogramas, que permiten lograr un mayor éxito en el primer tratamiento y una reducción de coste en el uso de antibióticos, se pueden realizar también test de cultivo en las explotaciones, que ofrecen resultados rápidos (en aproximadamente 12 horas) y permiten también tomar decisiones rápidas, sobre todo en casos graves, antes de la llegada de resultados del antibiograma.
Medidas de prevención
“Medidas de prevención y conceptos como limpieza, adecuado mantenimiento de los equipos de ordeño, predipping, sellado, higiene de camas y tratamiento de vacas enfermas se interiorizaron rápidamente entre los ganaderos, permitiendo alcanzar en los últimos años unos estándares de calidad de la leche impensables no hace mucho, con una reducción muy notable de las mamitis clínicas y un descenso en los recuentos de células somáticas”, recuerda.
No podemos abordar la mamitis con éxito si no entendemos que la vaca funciona como un conjunto de sistemas interconectados y que el establo y el manejo son los que proporcionan equilibrio a la vaca
“No podemos abordar la mamitis con éxito si no entendemos que la vaca funciona como un conjunto de sistemas interconectados, y que la vaca, como ser vivo, está interconectada también con el medio, es decir, nuestra vaca sería como una orquesta en la que todos los instrumentos deben estar afinados y tocar al unísono para que suene la melodía pero será necesario además contar con un auditorio con una buena sonoridad, en nuestro caso, un establo cómodo y confortable, así como un buen director de orquesta, que sería el ganadero”, compara.
El establecimiento de la enfermedad no va a depender solamente de qué gérmenes o qué carga de estos haya en el medio.
El establecimiento de la enfermedad no va a depender solamente de qué gérmenes o qué carga de estos haya en el medio, ya que el sistema inmunitario de la vaca no funciona igual durante toda la lactación; debemos incrementar la habilidad natural de la vaca para resistir a las infecciones.