COMO DISEÑAR UN PROGRAMA DE ALIMENTACIÓN RACIONAL
PARA GANADO LECHERO
Al implementar un manejo nutricional eficiente se puede lograr aumentar la producción de leche, la fertilidad y la salud de las vacas en forma consistente y rentable. Para ello se debe considerar la implementación de una rutina diaria, según sean las condiciones ambientales.
Dr. Pedro Meléndez
El buen diseño e implementación de programas nutricionales son uno de los pilares fundamentales que determinan la rentabilidad de los sistemas de producción de leche bovina. Este programa va a permitir expresar el potencial genético de las vacas lecheras, optimizar su fertilidad, minimizar sus problemas de salud y maximizar la longevidad de la vaca en el rebaño. De la misma forma, estos programas deben ser costo-efectivos y se deben integrar en forma armoniosa a otros programas de manejo de la lechería.
Un programa nutricional racional y eficiente para vacas en lactancia debe considerar la implementación de una rutina diaria, según sean las condiciones ambientales. Los aspectos básicos a tener presente son:
Producir o comprar forrajes de óptima calidad: Éstos deben ser almacenados correctamente para prevenir la pérdida de calidad nutricional y evitar la contaminación por hongos y micotoxinas. Para la mayoría de los forrajes el estado de madurez debe ser la adecuada para optimizar el aporte de nutrientes y la digestibilidad de la fibra neutro detergente (FDN), lo que se verá reflejado en una producción de leche maximizada. Por ejemplo, una alfalfa tanto para heno o para henilaje o ensilaje, debe ser cosechada en estado pre-botón para obtener un producto con un adecuado nivel de proteína y una adecuada digestibilidad de la fibra. Esto va a significar que se debe privilegiar la calidad en desmedro de la cantidad, ya que siempre se busca cosechar el mayor número de fardos por corte, sin considerar la calidad al momento del corte. Por lo tanto, la cosecha se realiza en estado de floración temprana. Lamentablemente, este concepto, que tengo la certeza que es bien sabido por muchos productores, no se considera seriamente a la hora de producir o comprar los forrajes, ya que siempre se busca privilegiar la cantidad en vez de la calidad, hipotecando el nivel productivo de las vacas, o incrementando los costos de alimentación al tener que suplementar más concentrado para poder paliar la menor calidad del forraje. Este tipo de manejo es irracional, ya que lo que se optimiza por querer obtener más fardos por corte, se paga el doble, ya sea por tener que ofrecer más concentrado a la vaca o tener que dejar de producir los litros de leche que la vaca es potencialmente capaz de dar. Si los forrajes de una lechería dependen de la compra externa donde cuesta encontrar calidad, el mensaje es que estas lecherías siempre estarán postergadas a un segundo lugar si no tienen la capacidad financiera para producirsus propios forrajes y tomar la decisión de cosechar calidad en vez de cantidad. Este concepto no merece más análisis.
-Recolectar muestras representativas de forrajes en forma regular: Este muestreo tiene como objetivo analizar el contenido nutricional de los forrajes y utilizar estos resultados en una formulación de raciones eficiente realizada por el nutricionista. Se debe procurar que el muestreo sea el adecuado y el laboratorio sea consistente tanto en la exactitud como en la precisión de los resultados. Vale decir, se debe buscar un laboratorio certificado, que tenga una mínima variabilidad en sus técnicas de análisis. También, la medición de materia seca de los forrajes en el campo en forma rutinaria (mínimo cada 3 días) es fundamental para lograr ajustar la dieta a su contenido de materia seca óptimo (entre 45% y 50%).
-Ofrecer las raciones tal cual como fueron formuladas por el nutricionista: Se debe recordar que lo que come la vaca debería ser el reflejo de lo que formula el nutricionista. Por lo tanto, se deben manejar todos los detalles que permiten lograr este objetivo, como la forma en que se carga el carro forrajero, el orden de los ingredientes, el tiempo de mezclado, la calidad de las cuchillas del carro y la forma en que se entrega la dieta, entre otros.
-Asegurarse que la vaca tenga acceso al alimento como mínimo 20 horas al día. El alimento fresco debería:
-Estar disponible inmediatamente después de que las vacas regresan al corral desde la ordeña.
-Ser arrimado al comedero tantas veces como sea necesario entre las comidas.
-Ser distribuido homogéneamente a lo largo del comedero con un residuo de entre 3% y 5% removido al día siguiente.
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