¿CÓMO SÉ SI TENGO PROBLEMAS DE DIARREA NEONATAL EN MI GRANJA?

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PROBLEMAS DE DIARREA NEONATAL

La diarrea neonatal es un problema en la mayoría de las especies, incluido el hombre, y en el caso del vacuno no podía ser distinto. De hecho, es una de las principales enfermedades que afectan al ternero durante los primeros meses de vida, siendo el motivo de más de la mitad de los tratamientos y la principal causa de muerte durante la fase lactante (Urie y col., 2018). Pero no solo las bajas son el problema de esta enfermedad, y es que el mero hecho de enfermar durante este periodo tiene ya de por sí un gran impacto en la ternera, que a corto plazo tendrá un menor ritmo de crecimiento y un mayor riesgo de padecer otras enfermedades, especialmente neumonía, y a largo plazo puede afectar negativamente a la producción y supervivencia de la novilla tras el parto. Por todo ello, la diarrea neonatal supone un coste económico importante para la granja, al tiempo que impacta negativamente en el bienestar y en el uso racional de antibióticos. De ahí la importancia de instaurar planes de prevención, antes de que tengamos un brote importante de enfermedad o un gran número de bajas.

Carolina Tejero y Laura Elvira Equipo Técnico de MSD Animal Health.

De cara a responder a la pregunta “¿tengo un problema de diarrea?” nos encontramos con frecuencia ante varias dificultades:

1) ¿Cuándo consideramos que una ternera tiene diarrea?

Por lo general el criterio es bastaste subjetivo, si bien todos coincidiremos en apuntar que se trata de terneras con las heces más blandas de lo normal. Una opción interesante para utilizar un sistema uniforme es el sistema de clasificación desarrollado por la Universidad de Wisconsin, que establece una graduación que nos permite instaurar distintos tratamientos en base a la gravedad: 1

(heces normales con consistencia de flan), 1 (heces pastosas o semiformadas con consistencia de yogur),
2 (heces líquidas, pero con consistencia suficiente para quedar a la vista encima de la cama), y

3 (heces acuosas que atraviesan el material de cama). Otra opción es evaluar también la parte trasera de las terneras, lo que puede servirnos de guía especialmente en aquellos casos en que sea difícil valorar las heces por distintas circunstancias (acaban de encamar, abundante cama…). Así, una ternera sana estará limpia, mientras que una ternera con diarrea puede presentar heces que manchan la cola, periné o las patas, o incluso pérdida de pelo en esas zonas cuando el proceso sucedió hace ya algún tiempo.

2) “Ceguera de la granja”.

Se denomina así a un síndrome que ocurre en las granjas y que afecta muy frecuentemente a esta enfermedad. Consiste en asumir como normales cosas que ocurren cada día en la granja, cuando en realidad no lo son y no tendrían por qué ocurrir. Y es que en muchas explotaciones se subestima la importancia de la diarrea y pensamos que no tenemos problemas, cuando en realidad se está tratando a un alto porcentaje de terneros, hay numerosos terneros con el culo pelado tras haber padecido la enfermedad, o incluso tenemos un alto porcentaje de bajas. Uno de los principales motivos es la falta de registros de tratamientos de los terneros, lo que dificulta que podamos cuantificar objetivamente la enfermedad y nos basemos solo en impresiones subjetias. Y es que, a diferencia de los registros de enfermedad de las vacas en lactación (reproducción, enfermedades podales, postparto, mastitis…), cada día más detallados, lo que permite una mejor toma de decisiones para mejorar el manejo y prevención, en las terneras nos encontramos con frecuencia con escasos registros.

Como consecuencia, aceptamos como normal tener un alto porcentaje de enfermedad y/o bajas y minusvaloramos la importancia de instaurar un plan vacunal y revisar el manejo con el fin de prevenir la enfermedad.

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