¿DEBERÍAN LOS VETERINARIOS Y LOS GANADEROS USAR MÁS PROTOCOLOS DE SINCRONIZACIÓN?
Los programas de sincronización de estro pueden ser muy útiles en la práctica del ganado, ya que permiten el uso de IA de tiempo fijo ( IATF), eliminando la necesidad de detección de estro. También se pueden utilizar en programas de transferencia de embriones para preparar a donantes y receptores.
Emma Fishbourne
Los programas de sincronización utilizan hormonas durante un período de tiempo para habilitar la IA en una fecha y hora conocidas.
Las mejoras en nuestra comprensión del ciclo estral bovino y la dinámica folicular han llevado a mejoras en los programas de sincronización. Tradicionalmente, los programas se utilizaban principalmente en novillas debido a las tasas de concepción más deficientes, pero ahora se utilizan más ampliamente en las vacas tanto en el sector lácteo como en el de la carne de vacuno, lo que facilita un uso más generalizado de la IA.
La sincronización se puede lograr utilizando prostaglandinas para inducir la luteólisis de un cuerpo lúteo (CL), la hormona liberadora de gonadotropina para ovular un folículo dominante o reclutar una nueva onda folicular, o progesterona en forma de inserto vaginal, que imita la actividad de una CL. 
En las vacas lecheras de alta producción sometidas a protocolos IATF, las concentraciones subóptimas de progesterona durante el desarrollo del folículo ovulatorio parecen ser un impedimento importante para la fertilidad (Wiltbank et al, 2014).
En las vacas lecheras de alta producción sometidas a protocolos IATF las concentraciones subóptimas de progesterona durante el desarrollo del folículo ovulatorio parecen ser un impedimento importante para la fertilidad (Wiltbank et al, 2014).
La concentración circulante de progesterona está determinada por un equilibrio entre la producción de la CL y el metabolismo del hígado determinado por el flujo sanguíneo hepático, que aumenta en estos animales. Los protocolos IATF aumentan la progesterona al aumentar el número de CL o complementar con progesterona exógena. Wiltbank et al (2014) revisaron la literatura sobre la progesterona y la fertilidad, concluyendo que el aumento de la progesterona antes de la IA aumentó el embarazo por IA y redujo el hermanamiento.
El riesgo de preñez por IA en varios protocolos IATF en vacas lecheras oscila entre el 28,4 % y el 49,7 % y en las novillas lecheras entre el 29 % y el 61,7 % (Lindley et al, 2021). A modo de comparación, las tasas de preñez para el estro observado después del primer servicio a finales de la década de 1990 fueron del 40 % (Stevenson, 2005).
Un estudio reciente (Fricke y Wiltbank, 2022) revisó siete experimentos aleatorios y controlados que comparaban los embarazos por IA de vacas inseminadas después de un estro detectado con los de las vacas que reciben IATF después de someterse a los protocolos de presynch-ovsynch o double-ovsynch, y concluyó que los programas más recientes dieron más preñeces por IA que las vacas que sirvieron después de un estro detectado.
En un metanálisis que se encuestó la suplementación con progesterona en vacas lecheras durante los programas del IATF, se encontró que la suplementación con progesterona aumentaba la preñez por IA y reduce el riesgo de pérdida del embarazo (Bisinotto et al, 2015).
McDougall (2010) concluyó que la inclusión de progesterona en el protocolo ovsynch-56 dio lugar a una concepción más temprana en comparación con ovsynch solo. En estudios más recientes, la adición de una segunda inyección de prostaglandina al protocolo de ovsynch y progesterona en vacas lecheras a base de pastos no detectadas en el estro aumentó las tasas de concepción al primer servicio, y el número de vacas preñadas después del inicio del apareamiento a las tres y seis semanas (McDougall et al, 2021).
Las vaquillas tienen una fisiología de las ondas foliculares diferente en comparación con las vacas, por lo que no se recomienda el protocolo ovsynch para ellas, ya que las tasas de preñez tienden a ser más bajas en comparación con otros protocolos. McDougall et al (2013) evaluaron tres protocolos de sincronización en novillas lecheras a base de pastos y concluyeron que el protocolo cosynch más progesterona resultó en la mayor fertilidad.
Mejora Rentable
Una comparación económica del servicio natural y el IATF en el ganado lechero en los EE. UU. concluyó que la ventaja del IATF dependía del costo de alimentar a los toros, el precio del semen y el mérito genético del semen que se estaba utilizando.
En este estudio, utilizando un período de espera voluntario de 80 días y una tasa de embarazo (definida como el número de vacas elegibles que quedan embarazadas en un período de 21 días) del 18 %, se encontró que el IATF dio una ventaja de 37,87 USD (31,15 libras esterlinas) sobre el servicio natural (Lima et al, 2010). Sin embargo, esto puede no ser lo mismo en el Reino Unido debido a los mayores costos de los medicamentos.
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