CÓMO DIAGNOSTICARLAS Y PREVENIRLAS
Marc Pineda. DVM, Especialista en salud podal. Pico Veterinarios SLP Almudena Molinero. DVM, Gestión de rebaño y salud podal. UNIFORM-AGRI BV
Las cojeras son una de las patologías que causan mayores pérdidas económicas en las ganaderías de leche actualmente. Se considera que el coste de una cojera puede llegar a los 400€ (Shearer et al., 2013) y es este coste, elevado en una ganadería, el que da importancia a realizar una detección eficaz y un tratamiento temprano de las cojeras. Pudiera darse el caso de que alguna ganadería no sea plenamente consciente del coste real de una cojera debido a que las pérdidas económicas que esta produce no se observan directamente, como puede pasar con una mamitis o con un desplazamiento de cuajar. En estas enfermedades el tratamiento se realiza de inmediato, o en el peor de los casos en las primeras 24-48 horas desde el momento de su diagnóstico.
En el caso de las cojeras los animales pueden padecer la patología durante días o incluso semanas, en especial en aquellas cojeras leves o subclínicas. Debido a este motivo es interesante que en las ganaderías se realice una buena detección de cojeras con el objetivo de identificar correctamente a aquellos animales que presentan unas cojeras iniciales o subclínicas y tratarlas de una forma temprana. Es importante tener en cuenta que las cojeras no son una enfermedad sino un síntoma, son el resultado del dolor o disconfort ocasionado por enfermedades y lesiones en las pezuñas o piernas. En el siguiente esquema podemos observar los costes que ocasionan las cojeras en la ganadería.
Detección de cojeras, ¿en qué debemos fijarnos?
La rápida detección y tratamiento de las lesiones de las pezuñas es fundamental para disminuir las pérdidas ocasionadas por las cojeras. Por este motivo se debe realizar una rápida detección de aquellos animales que padecen esta patología y aplicar un tratamiento temprano. No podemos olvidar el hecho de que, como en cualquier otra patología, un tratamiento temprano aumentará las tasas de recuperación y el éxito del tratamiento, así como el tiempo necesario para que el animal recupere su estado óptimo de producción. Existen algunos estudios como el desarrollado por Espejo et al., en el 2006, en el que se encontró que muchos ganaderos subestimaban la prevalencia de cojeras en sus explotaciones y solo seleccionaban los casos más severos y evidentes de cojeras para que fueran tratadas por el podólogo.
Para poder realizar una correcta y rápida detección es recomendable realizar una observación de los animales en diferentes momentos del día, así como en diferentes localizaciones de la explotación. Se recomienda realizar un Locomotion Score o evaluación de la locomoción (LS) semanal o quincenalmente. A pesar de que existen más de 30 sistemas de LS, uno de los más utilizados es el método desarrollado por Sprecher et al., 1997 basado en cinco puntos y explicado detalladamente más adelante. Es importante tener en cuenta que la LS de los animales debe realizarse en una zona de la ganadería donde no haya desnivel ni irregularidades en el suelo; además, se debería realizar en una zona donde no hubiera suelos de goma ya que estos, al ser más suaves que el cemento, nos podrían enmascarar cojeras leves o iniciales.
Otro método de diagnóstico de cojeras fácil y rápido de realizar es observar a los animales cuando están de pie en la cornadiza. En este caso, posibles anomalías en la distribución del peso en las extremidades o cambios frecuentes en el apoyo del peso, sobre todo en los miembros traseros, pueden indicar la presencia de cojera al intentar el animal evitar el apoyo del peso en la pezuña afectada. En la cornadiza se puede valorar también la rotación externa de la pezuña y un cerramiento de corvejones. Los animales que presentan una lesión en la pezuña lateral tienden a maximizar el apoyo del peso en la pezuña interna, por este motivo el animal rota el corvejón hacia dentro y exterioriza la pezuña. (Foto 1). Un buen momento para realizar una evaluación de cojeras en la cornadiza es cuando los animales están atados para realizar el control reproductivo u otro procedimiento.
La sala de ordeño es otro buen lugar para evaluar las posibles lesiones que pueden ocasionar cojeras, especialmente aquellas lesiones de origen infeccioso como la dermatitis digital (Foto 2). En la sala se pueden observar las pezuñas de cerca y, además de ver posibles lesiones, se pueden detectar también inflamaciones de la banda coronaria, malformaciones o desviaciones en el crecimiento de la pezuña.
En un estudio desarrollado por el Dr. Cramer et al., en el 2018, se realizó una comparación entre diagnosticar la dermatitis digital en la sala de ordeño y diagnosticarla en el potro de recorte. En este estudió se llegó a la conclusión de que el diagnóstico de lesiones en la sala de ordeño es un buen método para la detección de cojeras de origen infeccioso. La principal ventaja de evaluar las pezuñas en la sala es que además del diagnóstico nos permite realizar un tratamiento in situ con espray antibiótico hasta que el animal pueda ser tratado en el potro de recorte.
Como hemos visto existen diferentes métodos de diagnóstico de cojeras. Independientemente del método que se adopte en cada explotación, los autores recomiendan una buena comunicación entre los diferentes empleados de la explotación (ordeñadores, veterinario, etc) para poder diagnosticar las cojeras en todos los ámbitos de la ganadería y crear un listado de vacas cojas para poderlas tratar lo más rápidamente posible.
Es indispensable que todos los trabajadores de la explotación se fijen y tomen nota de los animales que sufren cojera para intentar evitar que haya animales con cojera que no se hayan identificado y tratado correctamente.
Evaluación de la locomoción (LS)
El método de detección de cojeras de 5 puntos de LS se basa en la evaluación del arqueamiento de la espalda del animal, en la forma de apoyar el peso en las extremidades cuando el animal está de pie y en el arqueamiento de la espalda, la longitud de los pasos y el movimiento de la cabeza cuando el animal está en movimiento.
Lesiones más frecuentes
Las lesiones de las pezuñas de los bovinos se pueden diferenciar en lesiones primarias y lesiones secundarias. En las lesiones primarias podemos además hacer una diferenciación entre lesiones nutricionales o consecuencia de las lesiones primarias. En la tabla 1, podemos observar una clasificación de las lesiones.
A pesar de las diferentes lesiones que afectan a la pezuña, en este artículo nos vamos a centrar en las tres que presentan unas mayores prevalencias en las ganaderías españolas.
Gracias al programa I-SAP de CONAFE, se ha obtenido la prevalencia de las lesiones en las ganaderías que participan en el programa. Como se observa en la tabla 2, nos encontramos que las tres
lesiones que presentan una mayor prevalencia son la úlcera de suela (US), la dermatitis digital (DD) y la enfermedad de la línea blanca (ELB) con un 10%, un 11% y un 8% de prevalencia respectivamente. A continuación nos vamos a centrar en los factores de riesgo y las medidas de prevención para intentar disminuir la prevalencia de estas tres lesiones.
Úlceras de suela:
Las úlceras de suela (US) son unas de las causas de cojera más frecuentes y suelen desarrollarse en la pezuña lateral de las extremidades posteriores. Cuando se encuentran en la extremidad delantera suelen afectar a la pezuña medial. La incidencia de esta patología puede ser variable dependiendo de los factores predisponentes de cada ganadería, incluyendo el tipo de instalaciones, la nutrición, el recorte funcional de las pezuñas y la conformación de estas. En definitiva, estas condiciones predisponentes producen cambios en la suspensión de la tercera falange que ocasionan
daños vasculares debido a la compresión que se ejerce sobre el corion (dermis de la pezuña, tejido encargado de nutrir el casco y las estructuras internas). Esta compresión produce un crecimiento anormal y discontinuo de la suela de la pezuña que acaba ocasionando la úlcera.
ARTICULO COMPLETO DIAGNOSTICO Y PREVENCION DE COJERAS: COMO DIAGNOSTICARLAS Y PREVENIRLAS