GRANO DE MAÍZ EN LA ALIMENTACIÓN DEL GANADO: ¿ ENTERO O PARTIDO?

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GRANO DE MAÍZ EN LA ALIMENTACIÓN DEL GANADO: ¿ ENTERO O PARTIDO?

INTRODUCCIÓN

El grano de maíz representa para nuestro país y la mayoría de los países del mundo, el ingrediente más utilizado como suplemento energético en la alimentación del ganado bovino. El grano de sorgo y el de avena ocupan un distante segundo lugar. Por ser su uso tan frecuente y extendido, la ciencia ha generado una importante cantidad de información básica y aplicada en relación al manejo del GM “en distintas situaciones de alimentación”.

Med. Vet Dario N Camps y Guillermo O. Gonzalez

Por otro lado, no existe ni existirá una receta universal que contemple todas las situaciones que se presentan a diario en las explotaciones agropecuarias, dados las diferentes composiciones de las dietas, tipo de animales y producción a las que son destinadas, efectos buscados con el procesamiento, interacciones entre los distintos com- ponentes, etc.

Es así, que debido a esta importante cantidad de variables, se ha generado entre los hombres de la producción de carne y leche, no pocas discusiones en torno al GM. Una de ellas es la que está hoy en el centro de la escena y la que motiva la redacción de este trabajo: ¿es necesario partir el GM o puede darse entero con el mismo resulta- do?.

Es esta una pregunta fundamental, ya que si el procesamiento fuera innecesario, se podría bajar el costo de la suplementación gracias a la utilización de menor mano de obra y maquinaria para el partido o molienda del grano.

Como punto de partida vamos a aceptar que el GM entero y el GM partido o molido no son la misma cosa. En- tonces la pregunta que aflora es ¿qué cambia?

El procesamiento del grano de maíz (GM), puede afectar:

  1. su digestibilidad (cantidad del grano que es aprovechada por el animal),
  2. su degradabilidad (cantidad del grano que es digerida en el rumen) y el sitio de digestión.

Todos estos parámetros pueden ser utilizados por el productor para mejorar la eficiencia de conversión grano/carne (cantidad de grano necesaria para producir un kilogramo de carne), invirtiendo más eficientemente su dinero.

¿ QUÉ LE SUCEDE AL GM CUANDO ES CONSUMIDO?

Cuando un grano entero es ingerido por un bovino, se mastica ligeramente. Cada bocado recibirá de 20 a 30 golpes masticatorios en unos 15 a 20 segundos, esto produce una quebradura del grano, aunque muchos de los granos no llegan a triturarse por los molares y pasan enteros al retículo rumen. Una vez allí, una parte más liviana se ubican en la porción superior, mientras van hidratándose y son colonizados por las bacterias ruminales.

Parte de ese material es atrapado en el puente de forraje (alfombra de forraje grosero que flota en el líquido ruminal). Las partículas más pesadas se ubican en el fondo del rumen, que es el sector de mayor actividad fermentativa. Hay dos factores que hacen pasar por el esfínter retículo-omasal (ERO) ,que es el orificio de salida del retículorrumen, las partículas del contenido ruminal y permiten su avance hacia el intestino: uno es la gravedad específica funcional (elevado peso en relación al volumen) y el otro es el tamaño de partícula; de los dos factores, el más importante es la gravedad específica. Debido a que el orificio no está ocluido, sino semicerrado permite en determinadas circunstancias el paso de partículas mayores pero que posean una alta gravedad específica y los granos enteros pueden pasar al intestino; estos granos no son digeridos debido a su cubierta protectora y son fá- cilmente reconocibles en la materia fecal.

En los animales que pesan entre 70 y 280 Kg. el menor tamaño del esfínter retículo-omasal impediría el pasaje del grano entero al intestino; estos granos permanecerían en el rumen hidratándose, hasta alcanzar a través de su rumiación y fermentación un tamaño que les permita atravesar el ERO y continuar su digestión intestinal.

Como mencionáramos al comienzo, el grano de maíz es un concentrado energético y la energía del mismo es aportada principalmente por su alto contenido de almidón el cual representa alrededor del 75% del peso del grano. El gránulo de almidón del maíz tiene características particulares que lo distinguen de la cebada, el trigo o la avena. Esta especial propiedad, que comparte, con algunas diferencias, con el grano de sorgo, está determinada por la presencia de una envoltura proteica que recubre el gránulo de almidón y en parte lo protege de la acción de las enzimas bacterianas del rumen. Esto determina que una fracción importante del mismo llegue intacto al intestino delgado. Este no es solamente un fenómeno de curiosidad científica sino que tiene importancia en producción, debido a que el almidón que es hidrolizado y fermentado en el rumen, aporta menor cantidad de energía para el animal (pérdidas de calor y gases durante la fermentación), que aquel que una vez convertido en glucosa es absorbida como tal en el intestino. Como consecuencia de un aumento de la degradabilidad ruminal del grano partido o molido se verifica una mayor caída del pH del líquido ruminal.

Resumiendo estos últimos conceptos, podemos decir que el almidón que pasa inalterado hasta el intestino del- gado (almidón by-pass) es, en términos de energía, más eficiente (42% mayor) que aquel que es fermentado a Ácidos Grasos Volátiles, con producción de anhídrido carbónico y pérdidas de metano y calor. Ese almidón puede llegar al intestino delgado gracias a la capa proteica (zeína) que lo recubre y protege de la acción enzimática del medio ruminal, influyendo también la variedad del grano en relación a su contenido de amilosa y amilopectina. Es así que los granos cerosos que no contienen amilosa son más digestibles.

Ahora bien, si molemos el grano, lo que logramos es en primer lugar, romper su envoltura protectora, es decir, la cáscara del grano (pericarpio) y, a su vez, transformar una partícula grande (grano entero) en una cantidad va- riable (según tamaño) de partículas pequeñas, las que aumentarán la superficie de ataque y quedarán directamente expuestas a la colonización por parte de los microbios del rumen y a la acción de sus enzimas fermentativas. Al suceder esto, es lógico pensar que una cantidad mayor de almidón será degradado (digerido) en el rumen y esto en realidad es lo que sucede. Veámoslo en el siguiente gráfico

En el gráfico se destaca la diferencia que habíamos mencionado. Es mayor la digestión ruminal en el maíz par- tido, siendo apreciablemente menor la cantidad de almidón digerido en el intestino delgado. También se observa en el gráfico que en el caso del maíz partido, una parte del almidón que pasa al intestino no es digerida en éste y

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