IMPORTANCIA DE LA DETECCIÓN DE CELO UTILIZANDO MÉTODOS AMIGABLES CON EL BIENESTAR ANIMAL

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LA DETECCIÓN DE CELO UTILIZANDO MÉTODOS AMIGABLES

RESUMEN

En los bovinos de leche, el momento de la ovulación y concepción se predice a partir de la presentación del celo. Sin embargo, la eficiencia en su detección celo resulta ser una de las actuales problemáticas del sector productivo lechero, debido a una gran variación individual y a la disminución de la duración del celo (Van Vliet y van Eerdenburgh, 1996; López et al., 2004; Friggens y Labouriau, 2010), asi como una menor intensidad en la expresión de los signos del celo (Kerbrat y Disenhaus, 2004; López-Gatius et al., 2005). El uso de protocolos hormonales para la inducción de la ovulación sincronizada está siendo cuestionado con más frecuencia por los consumidores. En el presente paper se discute las ventajas y desventajas del uso de la observación visual y de las herramientas de tecnología de precisión para identificar vacas de leche en celo, asi como la búsqueda de protocolos de sincronización que no incluyan tratamientos farmacológicos.

Ana C. Strappini, Norambuena, L., Matamala, F.
INTRODUCCIÓN

El método tradicional y más utilizado para detectar vacas en celo es la observación visual directa de los animales (Palmer et al., 2010). No obstante, para obtener buenos resultados es necesario que el observador disponga del tiempo y experiencia adecuada, requisitos que no siempre se cumplen (Gordon, 2011). En busca de mejorar este escenario, se ha extendido el uso de programas hormonales para la inducción de la ovulación sincronizada, permitiendo así la inseminación artificial a tiempo fijo sin necesidad de detectar celos. En estos programas se recurre a la utilización de protocolos hormonales, basados principalmente en progesterona (P4), prostaglandina F2a (PGF2a) y estradiol – 17 β (E2). De acuerdo a Ayad et al. (2015) el uso de compuestos estrogénicos dismuiría la incidencia de una incorrecta inseminación, lo cual es percibido como beneficioso en la práctica por los productores. Sin embargo, la utilización de programas hormonales que utilicen estradiol-17β y sus derivados ésteres en animales de consumo humano están prohibidos en los países miembros de la Unión Europea (UE) (European Union, 2003). Esto se debe a la renuencia de los consumidores europeos a aceptar productos procedentes de animales tratados con hormonas. En busca de encontrar otras alternativas, durante los últimos años se ha impulsado el estudio de los cambios conductuales de la hembra bovina durante el periestro (Mülleder et al., 2003; Sveberg et al., 2011;), sumado al desarrollo de sistemas alternativos económicos, confiables y precisos para detectar automáticamente el celo (Chanvallon et al., 2014). Dentro de estos sistemas cabe señalar aquellos que miden la actividad física del animal (Michaelis et al., 2014; Norambuena, 2015), y el tiempo de rumia (Reith y Hoy, 2012). Este tipo de tecnología tiene la característica de no ser invasiva, tiene un mejor potencial para detectar estro ya que son más eficientes y precisos que la detección visual, necesitan menos mano de obra y principalmente son amigables con el bienestar de los animales.

 En general existen dos formas de identificar bovinos en celo. La primera es a través de la observación visual de los cambios en el comportamiento sexual de la hembra bovina, y la segunda es a través del uso de equipos electrónicos.

1. Observación visual de signos asociados al celo

Las hembras bovinas durante el estro pueden presentar tres etapas que son la atracción, la pro-ceptividad y la receptividad (Fraser y Broom 1990). La atracción se mide en función del grado en que la hembra evoca respuestas sexuales al macho. Esta respuesta depende tanto de los olores que ella produce como de su pro-ceptividad, es decir, la medida en la que manifieste comportamiento de invitación o solicitud. En tanto que la receptividad es la predisposición de la hembra a aceptar el cortejo y la cópula del macho y es cuando se presentan diferentes signos de celo. La mayoría de los autores coinciden que el comienzo del celo se suele producir durante la noche o a primera hora de la mañana, sin embargo se ha reportado que en vacas lecheras se produce a lo largo del día coincidente con los periodos de ordeño. De acuerdo a Van Eerdenburg (2006) y a Sepúlveda y Rodero (2003) los signos de celo pueden ser definidos de la siguiente manera:

Signo primario

Aceptación de la monta: Signo característico del celo. Ocurre cuando un animal queda quieto al ser montado por un macho o por otra hembra. También se puede observar el pelo hirsuto en el flanco y base de la cola del animal montado.

Signos Secundarios

Monta: La monta o el intento de montar a otras vacas es uno de los signos externos más precisos de estro en vacas lecheras. Una vaca puede ser considerada en estro cuando monta otra vaca dos veces en 24 horas.
Mugidos: La hembra bovina en estro muge más de lo normal, a veces de forma continua, sin embargo, en el ganado lechero sólo algunos animales muestran un aumento en las vocalizaciones.

Incremento de la actividad: La vaca se observa inquieta, el pastoreo y la alimentación quedan muchas veces interrumpidos, el tiempo de rumia se reduce y la producción de leche disminuye. Aumenta sus desplazamientos e intenta montar o solicita ser montada por otras vacas sin reparar en el rango social (Hafez y col 1969). Es frecuente observar un aumento en la frecuencia de orinar.

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