LA ALTA PRODUCCIÓN DE LECHE NO ES SINÓNIMO DE UNA MENOR FERTILIDAD EN CONDICIONES DE ESTRÉS POR CALOR
El objetivo principal de este estudio es cambiar la creencia en el público de que al obtener una alta producción de leche se debe “sacrificar” algo en la fertilidad y demostrar que, si se implementan buenas prácticas de manejo a las vacas de alto rendimiento, se pueden alcanzar niveles incluso mejores que con las de baja producción.
Israel Flamenbaum. P.hD.
Cow Cooling Solutions Ltd, Israel y socio de la empresa Cow Cooling Flamenbaum & Seddon, ltd, Brasil israflam@inter.net.il, www.cool-cows.com.
Lograr una alta tasa de concepción es una de las principales condiciones para obtener una producción eficiente de leche en la granja. Durante muchos años, la industria láctea israelí sufrió, al igual que otras industrias en países cálidos, una disminución significativa en la capacidad de preñar las vacas durante los meses de verano, lo que provocó una reducción en la eficiencia de la producción de leche y la estacionalidad en el suministro de leche a la industria y al mercado.
“A DIFERENCIA DEL EFECTO DEL CALOR SOBRE LA PRODUCCIÓN DE LA VACA […], EL EFECTO SOBRE SU FERTILIDAD EN EL VERANO ES MUCHO MÁS COMPLEJO Y SE EXTIENDE A LO LARGO DE UN PERIODO MÁS LARGO ALREDEDOR DEL TIEMPO DE INSEMINACIÓN”
A diferencia del efecto del calor sobre la producción de la vaca, que depende en gran medida del consumo de alimentos y es menos sensible a los cambios a corto plazo en el confort térmico de las vacas, el efecto sobre su fertilidad en el verano es mucho más complejo y se extiende a lo largo de un periodo más largo alrededor del tiempo de inseminación. Estudios realizados recientemente por investigadores israelíes de la Universidad de Jerusalén mostraron que la fertilidad de las vacas es sensible a las condiciones de estrés por calor durante un periodo amplio, comenzando desde el inicio del desarrollo del folículo ovulante hasta la implantación del óvulo fertilizado en el útero (a periodo de alrededor de 50 días). Por lo tanto, para obtener niveles normales de fertilidad en el periodo estival, las vacas inseminadas deben tener una temperatura corporal normal, al menos durante este tiempo; no es una tarea fácil.
La razón principal para escribir este artículo es cambiar la creencia en el público de que al obtener alta producción de leche hay que “sacrificar” algo en la fertilidad
y al mismo tiempo, mostrar que, con buenas prácticas de manejo en general y un tratamiento de enfriamiento intensivo y efectivo en el verano en particular, las vacas de alto rendimiento pueden alcanzar también buenos niveles, incluso más altos que los que se obtienen en las de baja producción, estando en las mismas condiciones.
Para demostrar esto, estoy haciendo uso del informe del índice “relación verano- invierno” que se elaboró en estos días para 2019. Este índice fue desarrollado hace casi quince años por expertos del Ministerio de Agricultura israelí y la Asociación de Criadores de Ganado Lechero de Israel (ICBA) y fue adoptado recientemente por instituciones en Estados Unidos e Italia. Nos permite caracterizar subjetivamente cada año las diferentes granjas lecheras israelíes en términos de su capacidad para hacer frente al calor estival.
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