LA CETOSIS EN VACAS LECHERAS Y EL ROL DE LA COLINA
Al inicio de la lactación las vacas lecheras transitan por una fase que se caracteriza por un balance negativo de energía. La razón de dicho desbalance es que la salida de energía para la producción de leche supera la que el animal pudiera recuperar con la ingesta de alimento. Las reservas corporales en forma de grasa son entonces movilizadas, pudiendo derivar en condiciones como hígado graso y cetosis (subclínica). Este folleto detalla por tanto cual es el rol exacto de la colina y la forma en la que ésta debe ser administrada.
Marc Rovers | Nutrición, Vaca lechera
La Cetosis y la colina
La cetosis en un desorden de tipo metabólico que se caracteriza por elevadas concentraciones de cuerpos cetónicos en la sangre, la orina y la leche. La enfermedad ocurre principalmente en la lactancia temprana, cuando las reservas corporales son utilizadas para mantener la lactación. Este desorden metabólico tiene dos presentaciones, la subclínica y la clínica y ocasionalmente se presentan signos nerviosos. La cetosis subclínica por su parte se presenta a nivel de hato y se asocia con una menor producción de leche, un elevado contenido de grasa en la misma (en lo relativo al contenido de proteína), la caída en la eficiencia reproductiva y un claro aumento en las probabilidades de descarte de la vaca del hato. Los animales con cetosis subclínica presentan mayor probabilidad de sufrir cetosis clínica e incluso de desplazamiento de abomaso. (van der Drift, 2013).
Incidencia y costo de la cetosis
La incidencia de la cetosis ha sido evaluada en diversos estudios y en diferentes partes del mundo. En un estudio reciente realizado en Nueva Zelanda se concluyó que la prevalencia de cetosis subclínica era en promedio del 14.3%, pero se reportaron casos de hasta el 60%. En encuesta realizada en diez naciones europeas, se mostró también que la incidencia de cetosis subclínica era en promedio del 21% y en un rango entre el 11 y el 36.6%. Estudios en Sudamérica muestran una prevalencia del 43%, pero existen reportes de hasta el 56%. El cuadro 1 muestra una síntesis de los diversos estudios sobre la prevalencia de cetosis subclínica.
La cetosis puede derivar en altos costos para la producción lechera. Los costos de la cetosis están asociados a una menor producción de leche y a un mayor riesgo de sufrir diversas enfermedades. Los costos directos incluyen el tiempo invertido por el veterinario y el dueño de la explotación, los medicamentos, la leche de descarte, un pico de producción más bajo y otros costos. Los costos indirectos incluyen el riesgo de padecer otras enfermedades, el aumento en el intervalo entre partos, una tasa mayor de vacas de desecho, los servicios extra por concepción y un mayor riesgo de muertes. Por cada vaca afectada el costo de la cetosis subclínica se ha calculado en $955 (735 euros) (Esslemont, 2012). Así pues, en una granja con prevalencia de cetosis subclínica entre el 20% y el 30% esta repercute en un costo de entre $190 y $286 por vaca promedio del hato. Para una granja con 100 vacas el total de costos asciende entonces hasta los $29.000 por año.
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