LA MEJORA DE CCS Y SALUD PRODUCTIVA DEL GANADO LECHERO
Introducción
En recientes décadas los países en desarrollo han sufrido considerables cambios estructurales en la producción láctea, uno de los cambios más notorios es la disminución de los establos lecheros y el aumento del número de vacas en establos de alta eficiencia, en pocas palabras, los grandes se hacen más grandes y los pequeños desaparecen, otro de los puntos a considerar es el mejoramiento genético de los animales, mejoras en la
Diego Esteban Hernández
nutrición/alimentación, sobre todo mejorando los manejos y protocolos de los establos, incrementando la producción promedio por vaca, haciendo la fase del periodo seco desafiante para la vaca lechera, tomando en cuenta la importancia de este periodo para garantizar la producción de leche y la salud de la glándula mamaria para la posterior lactación.
La importancia de los indicadores clave en el periodo seco y periparto
El riesgo en el periodo seco aumenta las probabilidades de adquirir nuevas infecciones intramamarias y es por eso que la terapia antibiótica ha tomado suma importancia desde 1971 a la actualidad, la terapia de secado ha sido ampliamente aceptada para ayudar a manejar la salud de la ubre durante este periodo, pero las preocupaciones sobre la evolución bacteriológica y su resistencia a los antibióticos han aumentado por parte de los organismos internacionales como la OMS, FAO y OIE.
También sabemos la importancia de los minerales inyectables en el uso estratégico en etapas de alto riesgo en el ganado lechero para mejorar los parámetros de salud general mediante la inmunoestimulación y la disminución de especies reactivas de oxígeno que ocasionan el estrés oxidativo, ha demostrado mejorar de manera significativa la salud de la glándula mamaria y sobre todo en un menor CCS.
A su vez, el bienestar animal ha tomado importancia por parte de los consumidores, actualmente, ha sido un desafío equilibrar las prácticas de gestión en sistemas de producción cada vez más intensivos con la salud animal, el bienestar y la sostenibilidad de producción, esto conlleva a mejorar estratégicamente las prácticas pecuarias.
Existen prácticas actuales durante el periodo seco que podrían influir en la salud de la ubre. Como sabemos, las prácticas de manejo varían considerablemente entre los productores lecheros. El porcentaje de nuevos CCS altos durante el período seco se ha estimado en el 16.1% en estudios realizados, estando en línea con hallazgos de autores como Vanhoudt et al. (2018), quien ha encontrado un rango de 16 a 18% en altos CCS postparto en establos lecheros tecnificados. Nuevos datos sobre los altos CCS durante el período seco, nos han llevado a revaluar diversos factores que comprometen la salud de la glándula mamaria, el correcto uso de antibióticos en el Protocolo de Secado, de igual manera evaluar el tamaño del hato y sistema de ordeño ha ayudado a la disminución de los altos CCS. Se ha utilizado un modelo mixto lineal generalizado para evaluar las asociaciones entre las diferentes variables antes mencionadas en el análisis de nuevos CCS altos a nivel de hato para encontrar una correlación en la salud de la ubre.
Entre los expertos en salud integral de los establos, la reducción de la producción de leche antes del secado es un criterio principal para garantizar con éxito la salud de la glándula mamaria en los establos. Un alto porcentaje de expertos están adoptando esta práctica intentando reducir la producción de leche 1-2 semanas previas al secado. Correctas dosis de antibióticos intramamarios para el protocolo de secado, análisis basado en la tipificación bacteriológica, el historial de mastitis clínica y subclínica, de misma forma, la preocupación por mejorar las condiciones higiénicas en donde se encuentren las vacas que fueron secadas, extremar higiene al momento de hacer la aplicación de un tubo intramamario de secado, ha demostrado que llega a ser el éxito en la reducción de los CCS en los establos de hoy en día.
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