LA MISMA DIETA DEL VECINO PERO CON PRODUCCIONES DIFERENTES

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LA MISMA DIETA DEL VECINO PERO CON PRODUCCIONES DIFERENTES

Cuando las cosas no están saliendo bien en un predio, y las producciones de leche no son las esperadas, el dueño obviamente tiende a preocuparse. Y con justa razón empieza a buscar causas que expliquen el porqué de lo que está ocurriendo. El problema es que muchas veces busca respuestas en la gestión de su vecino, lo que en la práctica puede distorsionar la realidad.

Dr. Pedro Meléndez

Como asesor nutricional, me ha tocado enfrentar una serie de anécdotas con los productores. Sin embargo, hay una clásica que quiero compartir con los lectores y que espero sirva como ejemplo para entender que la producción de leche promedio y el manejo nutricional y alimentario del rebaño va más allá de una mera dieta establecida en un papel.

Y es que cuando las cosas no están saliendo bien en un predio en particular, y las producciones de leche no son las esperadas, el dueño obviamente tiende a preocuparse. Y con justa razón empieza a buscar causas que expliquen el porqué de lo que está ocurriendo.
Lamentablemente al productor lechero le gusta compararse con sus pares. Así, cuando su nivel productivo es superior al del vecino, quien muchas veces es su amigo, tiende a sacar a relucir con orgullo —tal como lo hacíamos con las notas cuando éramos chicos sus resultados. Si bien esto es inherente en el ser humano, y nadie está ajeno a conductas de este tipo, muchas veces no es lo mejor y nos puede jugar en contra, sobre todo cuando nuestra producción no es la esperada y es más mala que la del vecino.

La culpa es del asesor

Cuando las cosas en el predio no están saliendo bien, los productores tienden a culpar al asesor. Si bien con este artículo no pretendo excusarme de las cosas que puedan salir mal desde el punto de vista productivo, quiero demostrar que la nutrición y el manejo alimentario va más allá de una mera ración formulada en un programa computacional de última generación y que la producción de leche es una variable multifactorial, que incluso puede verse afectada por el precio del cobre en la bolsa de Londres.

Y es que muchas veces me ha tocado ver cómo ciertos productores de leche, complicados por los resultados productivos no esperados, acuden a sus vecinos con números mejores que los suyos para pedirles una copia de la dieta de las vacas en producción, con el fin de hacer una comparación con la suya. A veces le toca ver que la dieta solicitada es muy similar a la suya, debido a que el asesor realiza el manejo nutricional de ambos campos. Entonces el productor, aquejado por la baja producción, se desespera más y no entiende por qué su producción es más baja que la del vecino, siendo que las dietas son similares, incluso la suya es hasta más cara. Todo esto desencadena que el productor con más baja producción copie la dieta de su vecino y lleve adelante cambios sin considerar la opinión del asesor. De hecho, muchas veces, a espaldas del experto, solicitan segundas opiniones de otros asesores, quienes obviamente dicen tener la bolita mágica para revertir la situación. Así, con el tiempo, se conjugan los factores favorables para obtener una buena producción, y quizás con la misma dieta original, el promedio empieza a subir lentamente. El problema es que muchas veces esto ocurre sin haber tenido explicación del porqué ocurrió la baja en la producción anterior.

Bueno. Este es el mejor ejemplo del porqué la producción de leche es tan compleja y multifactorial. Esto demuestra que no existen lecherías, sino productores de leche, y que no hay recetas, sino manejos alimentarios y nutricionales. La producción del rebaño va más allá de la mera receta del asesor y en las siguientes líneas vamos a intentar explicar el porqué.

1-Días en leche del rebaño

Uno de los factores más determinantes de la producción del rebaño son el promedio de los días en leche del rebaño. Este promedio no es más que la media de días en leche obtenidos al sumar cada uno de los días en leche de cada vaca del rebaño, dividido por el número de vacas en leche. Un promedio de días en leche bajo significa que hay muchas vacas recién paridas y pocas vacas con lactancias extendidas. Por el contrario, un promedio de días en leche alto, indica que no hay muchas vacas recién paridas y que quizás muchas de ellas presentan lactancias extendidas. Los días en leche están íntimamente relacionados al manejo reproductivo y la fertilidad del rebaño. Cuando hay una fertilidad disminuida, los días en leche pueden ser muy elevados.

El promedio de días en leche ideal oscila entre 165 y 175. Esto refleja que más de la mitad de las vacas y vaquillas han logrado su peak de producción, y por lo tanto la producción del rebaño se va a ver favorecida. Cuando los días en leche llegan a menos de 150 días, significa que hay muchas vacas recién paridas, y por lo tanto no llegan aún a su peak de producción. Por ende, el promedio del rebaño va a ser menor. Por el contrario, cuando los días en leche superan los 180 a 185 días, significa que hay pocas vacas paridas y muchas con lactancias extendidas (sobre 400 días). Por lo tanto, el promedio también va a ser bajo, debido a que las vacas de cola de lactancia tienen una producción menor. Este factor afecta el promedio productivo, independiente de la dieta que se esté alimentando. Vale decir, el mismo rebaño, en la misma época del año, con la misma dieta, va a tener un promedio diferente, dependiendo de los días en leche en que se encuentre el rebaño.

2-Peak de producción de leche

Es bien sabido que el peak de producción de leche está asociado a la producción total de toda la lactancia de la vaca. Por cada 1 kg extra de leche al peak la vaca va a producir entre 300 y 500 más kg de leche en toda la lactancia. Por lo tanto, se hace fundamental hacer picar las vacas a su máximo nivel para optimizar la producción de leche de todo el rebaño.

3-Medio ambiente y clima

Los cambios medioambientales severos obviamente afectan más a animales que se manejan a campo abierto. La temperatura y humedad se manejan mucho mejor en animales bajo galpones, pero a veces el manejo del sistema no es el mejor. Los ventiladores recién se hacen andar a los 25 grados y los aspersores también. Esto muchas veces genera una mayor humedad que puede complicar la termorregulación de la vaca. En un artículo previo, hablamos de una lechería de Wisconsin que estaba en un promedio de 50 litros. Las vacas estaban bajo galpón tipo túnel de ventilación y los ventiladores funcionaban día y noche sobre los 15 grados de temperatura. El mensaje es que no se deben hacer ahorros menores.

En el caso de un dry-lot se complica aún más la cosa. La vaca se puede ver sometida a estrés por calor tempranamente a inicios de primavera, mientras que en invierno el barro también complica su manejo y funcionamiento. En ese caso, se debe ser cuidadoso al analizar la información ambiental. Muchas veces la producción de un mes se compara con el mismo mes del año anterior y cuando es más baja se critica la dieta y el manejo nutricional de forma inmediata, sin hacer un análisis más profundo de los datos meteorológicos. Por ejemplo, este año, en el mes de mayo aún sobrevinieron días con calores que no se dieron en mayo de 2017, y hubo algunos en los que llovió una cantidad similar a todo mayo de 2017, aunque con una concentración de agua mucho mayor en un corto periodo de tiempo. Esto llevó a la formación de barro en forma inmediata. Quizás el vecino con mejor producción avizoró estos cambios y llevó adelante medidas de manejo para paliar los efectos negativos del ambiente, aun usando la misma dieta que el productor de baja producción.

En el caso de predios con cubículos, quizás el vecino con mayor producción manejó mejor las camas, agregando más arena o más material seco, permitiéndoles a las vacas que se echaran por más tiempo y tuvieran ubres menos húmedas. Todo esto habría contribuido a lograr que las vacas tuvieran una salud mamaria de mucho mejor nivel que las del vecino con baja producción. Por cada 200.000 células somáticas más presentes en leche se puede dar un promedio productivo de 2 a 4 litros menos. Así, 2 rebaños con el mismo tipo de manejo, los mismos días en leche y con la misma dieta, pero con diferentes niveles de células somáticas, van a tener diferentes promedios de producción.

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