LAS CLAVES PARA AUMENTAR LA EFICIENCIA REPRODUCTIVA
EN HATOS LECHEROS
Para el productor lechero es clave tener una alta eficiencia reproductiva de su rebaño, ya que mientras menor es el tiempo promedio entre los partos del rebaño, mayor será la producción de leche.
Por ello, toda lechería busca la eficiencia reproductiva, es decir optimizar los tiempos de preñez de sus animales para así manejar el intervalo de tiempo establecido a favor de la rentabilidad. Esto porque al manipular los tiempos de preñez, se logra una producción constante de leche que genera ingresos estables a través del tiempo.
DANIELA SAN MARTÍN N.
La eficiencia reproductiva dentro de un hato lechero se maximiza cuando el promedio del intervalo entre partos de un rebaño se encuentra cercano a los 13 meses. Este periodo representa la optimización del tiempo entre partos, siempre respetando el tiempo necesario para que la vaca cumpla con los procesos biológicos –involución uterina y entrada a estro– para luego volver al periodo de preñez.
“Sobre los 13 meses de intervalo entre partos, se ve en desmedro el retorno económico anual de las vacas”, explica el Médico veterinario Gonzalo Hidalgo, académico de la Universidad Mayor y asesor de predios lecheros.
Para lograr esta meta sin afectar el bienestar del animal es necesario conocer el ciclo reproductivo natural de las hembras dentro de la lechería.
Con esto se busca evitar desórdenes metabólicos y fisiológicos que puedan afectar el posterior desempeño de la vaca.
“Si no se respeta el PEV, se corre el riesgo de vacas repetidoras, es decir, que necesitarán más de un servicio para ser preñadas, ya que el útero necesita un periodo de descanso antes de comenzar una nueva gestación. Los sucesivos servicios de inseminación sin éxito disminuyen la eficiencia del proceso”, indica la médico veterinario Paola Vargas, directora del Departamento de Reproducción e Inseminación Artificial de Cooprinsem.
El momento del servicio
Luego de pasar un proceso de transición, la vaca está apta para recibir su primer servicio. Este período y el manejo que se haga del animal es clave para la eficiencia reproductiva.
Hay que considerar que en todo el proceso los tiempos son mínimos, por lo que es necesario sacarles el máximo provecho.
“Si consideramos que el PEV representa 45 días, que la gestación dura alrededor de 280 días, y que durante ambos períodos no se puede hacer ningún manejo más que cuidar la condición corporal y el bienestar animal en general, tenemos 325 días en total, quedando sólo alrededor de 65 días para inseminar efectivamente a la vaca para cumplir con el período de los 13 meses”, afirma Hidalgo.
Con tiempos tan ajustados, el conocimiento y el manejo preciso del proceso de inseminación se vuelven claves en los resultados. “La importancia de obtener una alta tasa de inseminación tiene relación no sólo con los animales que se inseminan sino que también con la realización del procedimiento de una manera constante en el tiempo. El tiempo es factor primordial”, explica el veterinario Felipe Arias, asesor técnico de ABS Chile.
Herramientas que aumentan la eficiencia
Es por esto que el aumento en la eficiencia reproductiva debe apuntar hacia aumentar la tasa de preñez, que es la frecuencia con la cual se preñan las vacas en su ciclo de 21 días.
Para este objetivo existen dos opciones posibles: Aprovechar la oportunidad que de forma natural entrega la vaca, en cuyo caso es esencial incrementar la eficiencia con la que se detecta el celo; o bien, crear esta oportunidad mediante la manipulación del ciclo del animal, utilizando para ello herramientas veterinarias como los protocolos de sincronización y la inseminación artificial a tiempo fijo.
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