CRECIMIENTO EQUIVALE A MÁS LECHE
Introducción
En la industria se ha difundido el dicho de que “más leche equivale a más leche”. Es decir, alimentar con más leche a los terneros
Jim Quigley. Experto y referente internacional en la crianza de terneros. Ph.D., PAS, Diplomate, ACAN Technical & Research Manager Calf & Heifer Provimi North America
Antes del desleche da como resultado una mayor producción de leche durante la primera lactancia y durante toda la vida, probablemente como resultado de la programación epigenética durante el importante período previo al desleche.
Varios estudios han propuesto que alimentar con más leche (o lactorreemplazante) da como resultado una mayor producción futura de leche (por ej., Soberon y otros, 2012; Soberon y Van Amburgh, 2013) y otros. Posteriormente, otros reportaron que no hubo ningún efecto de la alimentación con más leche (Morrison y otros, 2009; Kiezebrink y otros, 2015). Un meta-análisis reciente (Gelsinger y otros, 2016) sugirió que lo importante para la producción futura de leche es la ganancia diaria promedio antes del desleche y no el consumo de leche en sí. Por supuesto, la ganancia diaria promedio antes del desleche aumenta con el aumento del consumo de leche (la leche es altamente digerible y posee un excelente perfil de nutrientes). Sin embargo, la ganancia diaria promedio antes del desleche puede estar influenciada por cosas distintas al consumo de leche: consumo de granos, enferme-dades, tratamientos, estrés, medio am-biente, etc. La observación de que la ganancia diaria promedio es clave para la producción futura de leche no respalda la idea de que el consumo de algún nutriente, hormona o factor de crecimiento específicos en la leche entera contribuye a una modificación epigenética del ternero para mejorar la producción de leche.
Estudio de investigación 1
El estudio n.o 1 fue publicado por Chester-Jones y otros (2017) en la Journal of Dairy Science. En este estudio, se evaluaron datos de 2880 terneros. Cada ternero formó parte de uno de los 37 estudios de investigación diferentes realizados entre 2004 y 2012 en el Centro de Investigación y Extensión del Sur de la Universidad de Minnesota en Waseca, MN. Los terneros llegaron a la estación aproximadamente a los 3 días de nacidos y se les asignó un tratamiento experimental hasta ser devueltos a uno de los tres tambos comerciales a los 195 días de edad. Este estudio difiere de muchos otros en los que se probaron diferentes cantidades de leche, es decir, la mayoría de los terneros de estos estudios recibieron 0,57 kg/día de un lactorreemplazante que contenía 20 % de proteína cruda, 20% de grasa, y se deslecharon a las 6 semanas. Aproximadamente el 10% de los terneros fueron alimentados con un programa de alimentación acelerado (o mejorado) con lactorreemplazante. La mayoría de los estudios evaluaron diferentes programas de alimentación con alimento de iniciación para terneros, incluyendo los tipos y las cantidades de nutrientes y la forma física del alimento de iniciación. Después de aproximadamente los 2 meses de edad, todos los terneros recibieron un tratamiento similar y luego se enviaron a un campo de recría a los 6-7 meses de edad. Las terneras fueron devueltas a sus tambos originales antes del parto. La edad al momento del parto y la producción de leche de la primera lactancia fueron registradas por el tambo.
Los investigadores realizaron un análisis de regresión de modelo mixto para evaluar los efectos del peso y la ganancia diaria promedio a las 6 u 8 semanas de edad sobre la producción de leche de la primera lactancia (cantidad de leche, proteína y grasa).
También evaluaron por separado los efectos del consumo y la temporada de nacimiento sobre la producción de la primera lactancia.
Los investigadores inicialmente compararon los efectos de la ganancia diaria promedio desde la semana 0 hasta la semana 6 de edad (aproximadamente el momento del desleche para la mayoría de los terneros) sobre la producción de leche de la primera lactancia. La relación fue altamente significativa (P <0,05) y por cada 1 kg de ganancia diaria promedio a las 6 semanas, el rendimiento de leche a los 305 días mejoró en 456 kg. Esta observación coincide con otros datos que revelan que el crecimiento antes del desleche influye en la producción futura de leche. Hasta aquí, todo bien. Sin embargo, en la Figura 1 la situación no parece ser tan clara. Parece haber mucha variación en torno a esta línea de regresión, y si bien la regresión es estadísticamente significativa, las implicaciones biológicas parecen menos claras. Como escribieron los autores: “Sin embargo, a pesar del alto nivel de significancia que encontramos, es difícil confiar en esta ecuación de predicción debido a la gran variación en torno a la estimación (SE = 229 kg…)”.
Algunas observaciones interesantes de los investigadores fueron:
El peso fue un mejor factor predictivo de la producción que la ganancia diaria promedio. Como podemos ver en la Tabla 1, el peso parece ser un mejor factor predictivo de la producción de leche que la ganancia diaria promedio. Por ejemplo, la probabilidad de que la ganancia diaria promedio desde la semana 0 hasta la semana 6 de edad aumentara la producción de leche era de 0,03. Es decir, hay una probabilidad del 97% de que el aumento de la producción de leche con cada kg de ganancia diaria promedio (543,7 kg) no se deba al puro azar. Sin embargo, cada kg de peso a las 6 semanas de edad aumentará la producción de leche de la primera lactancia en 20,1kg y la probabilidad de que esto se deba al puro azar es <0,0001%. Como señalaron los autores, hay varios estudios que indican que los terneros más grandes producen más leche cuando son adultos, lo que puede deberse tanto al crecimiento como al peso al nacer (por ej., Ghoraishy y Rokouei, 2013; Hoseyni y otros, 2016). Hoseyni y otros, (2016) también reportaron que los terneros nacidos de vacas multíparas produjeron más leche en su primera lactancia en comparación con los terneros nacidos de vacas primíparas.
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