a metionina protegida ruminalmente puede ser una herramienta muy válida para mejorar la producción y la salud de la vaca de leche. Este aminoácido cumple en el organismo diversas funciones metabólicas que es recomendable conocer, de manera que se pueda decidir cuándo es rentable usarlo y qué podemos esperar.
Luis Cardo Qualivet Evonik
Las vacas no tienen un requerimiento de poteína bruta (PB) o de proteína ruminal no degradable (RUP, proteína bypass). El rumen posee la capacidad de usar nitrógeno no proteico (NPN) para sintetizar proteína microbiana de muy alta calidad y que forma la parte fundamental de la proteína metabolizable (PM), que en el intestino será absorbida por la vaca, complementada por RUP y una pequeña cantidad de proteína de origen endógeno.
Las vacas de alta producción presentan un requerimiento de aminoácidos en su lugar de absorción –el intestinosuperior a la cantidad que el rumen es capaz de proveer. Este requerimiento “extra” se debe cubrir de alguna manera, lo que se ha hecho tradicionalmente suplementando más proteína bruta (PB) y, por tanto, incrementando el aporte de proteína ruminal degradable y no degradable.
Un exceso de PB conlleva un alto coste económico y ambiental. Diversos estudios han demostrado que es posible conseguir la misma producción de leche o incluso más elevada con niveles más bajos de PB mediante el uso de una estrategia nutricional basada en la maximización de la producción de proteína miccrobiana combinada con el uso de aminoácidos protegidos a fin de cubrir las necesidades reales de estos nutrientes. Este enfoque más “científico” lleva consigo unos costes de alimentación habitualmente más reducidos y un mayores ingresos sobre el coste de alimentación (IOFC) en la granja.
Los dos primeros aminoácidos limitantes para la producción de leche son metionina y lisina, debido a su baja concentración en la proteína de los alimentos y su alta concentración en leche. Gracias al descubrimiento de cada vez más roles de la metionina en el metabolismo, este aminoácido está siendo el objetivo de muchas investigaciones científicas. Incluso pudiera llegar a ocurrir que en el futuro se demuestre que estos beneficios “extra” sean tan o más importantes que el efecto directo sobre la producción de leche y de proteína láctea.
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