REVISITANDO LA NUTRICIÓN DE MINERALES Y VITAMINAS EN EL GANADO LECHERO

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MINERALES Y VITAMINAS EN EL GANADO LECHERO

Dr. Pedro Meléndez

A continuación, analizaremos los distintos parámetros que giran en torno a la nutrición de minerales y vita- minas en el ganado lechero, a partir de una mirada más actualizada.

En esta ocasión, nos centraremos en analizar todo lo que gira en torno a la nutrición de minerales y vitaminas en el ganado lechero.

Minerales 

Los minerales son elementos inorgánicos esenciales que cumplen muchos roles en los organismos vivos. Se requirieren en cantidades absolutas diariamente y permiten que el organismo funcione de la forma más adecuada posible.
Los requerimientos se basan en la cantidad dietaria del mineral que es absorbida por los tejidos (coeficiente de absorción), lo que depende de la forma química en que se suplementa el mineral. En el caso del calcio, por ejemplo, es importante determinar si este se aporta como fosfato de calcio o carbonato de calcio. En ese caso, primero tenemos que saber cuánto calcio contiene cada uno de esos compuestos y luego qué porcentaje de él se puede absorber por el tracto digestivo del animal. Por lo tanto, el principal desafío es conocer el coeficiente de absorción de los minerales, según sea su forma química de presenta- ción y el tipo de animal que se trate. Por ejemplo, un mismo compuesto tiene diferente coeficientes de absorción, dependiendo si se trata de un ternero o una vaca adulta.
Los minerales se clasifican en macro y microminerales. Los macrominerales (Ca, P, Mg, S, Na, K, Cl) se expresan en porcentaje y los microminerales (Co, Cu, Zn, Se, I, Fe, Mn, Cr) en mg/kg o ppm.
Debido a la gran cantidad de minerales que son esenciales para la vida, vamos a resumir sus funciones y algunas de sus carac terísticas, como la biodisponibilidad y concentraciones en los tejidos, entre otras cosas, en las siguientes tablas:

Vitaminas 

Las recomendaciones para cubrir los requerimientos de vitaminas para vacas lecheras del National Research Council de Estados Unidos (2001), se basan en trabajos científicos publicados antes del año 2000. Aunque esta fuente de información sigue siendo relevante y de utilidad para los nutricionistas, hay que tener ciertas consideraciones, debido a que durante los últimos 12 años, se ha incrementado el conocimiento sobre estos nutrientes esenciales para el ganado lechero. De hecho, la mayoría de la nueva información generada representa modificaciones a la base ya existente, más que cambios sustanciales. Sin embargo, algunos de estos cambios pueden tener un impacto económico significativo para el plantel lechero.

Las vitaminas son compuestos químicos esenciales para todos los procesos metabólicos y fisiológicos de cualquier ser vivo, incluyendo a los microorganismos del rumen. Ellas se clasifican en vitaminas liposolubles, donde tenemos la A, D, E, K, y las hidrosolubles, donde se encuentran las del complejo B y la C.

-Vitamina A: Es de las menos estables y puede perder su actividad a una tasa aproximada de 10% por mes, según las condiciones de almacenamiento. Además, su efecto puede variar dependiendo de las fuentes de suplementación. Por lo tanto, este detrimento ciertamente justifica considerar un factor de seguridad de 10% a 20% de suplementación en exceso. Esta recomendación ha sido corroborada por algunos estudios, que apuntaban a entregar una suplementación de vitamina A casi dos veces superior a la recomendada por el NRC del 2001. Esto habría incrementado la producción de leche en vacas Holstein.

-Vitamina D: Las recomendaciones actuales para la vitamina D son adecuadas a partir del metabolismo del calcio. Sin embargo, hoy se sabe que esta tiene muchas otras funciones aparte de la regulación del metabolismo del calcio. Estudios en humanos y algunas investigaciones piloto, llevadas a cabo en bovinos, han demostrado que la vitamina D tiene un rol muy importante en la función inmune. De hecho, las concentraciones sanguíneas de la forma activa de la vitamina D (25-hidroxi vitamina D en humanos), que se requieren para una óptima respuesta inmune, son mayores a las requeridas para realizar un adecuado metabolismo del calcio.

En el caso de los bovinos, se ha visto que la suplementación extra de vitamina D a vacas infectadas experimentalmente con la bacteria E. coli, en su glándula mamaria, redujo los signos clínicos de mastitis y el recuento de bacterias en la leche. Por otro lado, vacas lecheras estabuladas y sin una exposición al sol, pero suplementadas con vitamina D según las recomendaciones del NRC del 2001, tuvieron menores concentraciones sanguíneas de la forma activa de la vitamina D que aquellas no suplementadas con esta, pero que permanecieron a la intemperie en verano con una exposición extensiva a la luz solar. Esto demuestra que la exposición a la luz solar es fundamental para mantener niveles adecuados de vitamina D en sangre. Este pequeño detalle debe ser considerado, sobre todo en el ganado estabulado del sur de Chile en etapa de invierno, para considerar una suplementación estratégica de vitamina D durante esa época. Lamentablemente, a la fecha no se sabe cuál es la concentración óptima de vitamina D en la sangre, aunque se tiene claridad que lo actualmente recomendado no es suficiente para alcanzar los máximos niveles de esta vitamina.
-Vitamina E: En la actualidad, no hay nuevas evidencias científicas que refuten las recomendaciones reportadas por el NRC del 2001, exceptuando el periodo de preparto.
Vitaminas Hidrosolubles. A pesar de que las vitaminas del complejo B son producidas en cantidades aceptables por los mi- crorganismos del rumen, la biotina, niacina y colina son las únicas de este grupo que en la actualidad tienen una aplicación práctica en la nutrición de las vacas lecheras.
Se debe tener precaución con la vitamina B12 (cianocobalamina) si los aportes de cobalto no son los adecuados.

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