TERAPIA ANTIBIÓTICA DURANTE LA LACTANCIA Y AL SECADO

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LACTANCIA Y AL SECADO

Stephen C. Nickerson Hill Farm Research Station Louisiana Agricultural Experimental Station Louisiana State University of Agricultural Center Homer, La 71040 Telephone: (318) 927-9654 Fax: (318) 927-4139 E-mail: snickerson@agctr.lsu.edu

Introducción

El principio básico del control de mastitis es prevenir las nuevas infecciones, pero algunos nuevos casos de mastitis ocurrirán. Una vez que la infección está establecida en la ubre, hay cuatro formas para eliminar la enfermedad: (1) curación espontánea; (2) descarte de vacas crónicamente infectadas; (3) tratamiento durante la lactancia; y (4) terapia al secado. El tratamiento antibiótico es el principal método para eliminar la infección existente, y es la razón primaria para usar antibióticos en vacas lecheras. El éxito de la terapia antibiótica involucra drogas: (1) que alcancen todos los sitios de infección dentro del cuarto infectado; (2) permanezca en niveles adecuados en todos los sitios de infección por un período adecuado de tiempo; y (3) maten todos los microorganismos infectantes.

Los objetivos estándares de la terapia antimicrobiana deben incluir los siguientes: (1) retorno de la vaca a la producción y composición normal de la leche; (2) prevenir la mortalidad en casos peragudos; (3) eliminar los microorganismos infecciosos; (4) prevenir nuevas infecciones, especialmente en el período seco; (5) prevenir residuos de droga en leche y carne; (6) evitar que los casos existentes empeoren; (7) minimizar el daño a los tejidos secretores; (8) reducir la diseminación de infecciones existentes a otras vacas; y (9) mejorar la sanidad total del rodeo.

Recuperación Espontánea

La recuperación espontánea es el término utilizado cuando las vacas se curan por sí mismas de una infección. La investigación ha demostrado que esto ocurre sólo en aproximadamente el 20% de las infecciones confirmadas para una variedad de bacterias causantes de mastitis.

Muchas recuperaciones espontáneas ocurren en cuartos con infecciones leves o recientemente adquiridas, pero raramente en el caso de infecciones bien establecidas o crónicas tales como a Staphylococcus aureus.

Poco tiempo después de que una infección se establece en la glándula mamaria, los cambios en el sistema inmune de la vaca toman lugar e intentan eliminar los microorganismos infectantes. Por ejemplo, gran número de leucocitos se mueven de la sangre a la leche y su actividad antimicrobiana se incrementa. Con la ayuda de los anticuerpos del torrente sanguíneo, como así también de los producidos localmente en la ubre, esas células funcionan para sobreponerse a la infección por engolfamiento y destrucción de los microorganismos infectantes. La recuperación espontánea de infecciones específicas es mejorada en vacas que han sido vacunadas contra la bacteria específica causante de la infección.

Debido a que el mecanismo de recuperación espontánea no es completamente comprendido, somos incapaces de capitalizar en este mecanismo de defensa. La investigación está haciendo sus progresos, sin embargo, será común que seamos capaces de mejorar económicamente tales curaciones en el futuro usando agentes biológicos tales como citoquinas, interferones, y factores estimulantes de colonias.

Descarte de Vacas Refractarias

El descarte es a menudo la única herramienta práctica para eliminar infecciones crónicas que no responden a la terapia repetida. La investigación ha demostrado que sólo el 7% de las vacas es responsable de aproximadamente el 40% de todas las mastitis clínicas. Otros estudios han demostrado que el 50% de la leche descartada contribuía por sólo el 6% de las vacas.

Además, estudios de investigación han revelado que el 64% de las vacas que han tenido dos casos de mastitis en la corriente lactancia tendrán otro episodio clínico antes del final de la misma. Esta cifra se incrementa al 70% para las vacas que han tenido tres casos clínicos. Más aún, las vacas viejas tienen más casos de mastitis clínica que las vacas jóvenes.

Tales vacas infectadas crónicamente exhibiendo periódicos episodios de mastitis clínica, estén probablemente infectadas con patógenos contagiosos. Esos animales constituyen un reservorio de microorganismos que pueden últimamente diseminarse a las vacas sanas, y deben descartarse del rodeo.

Tratamiento Durante la Lactancia

Es obvio que la recuperación espontánea y el descarte tienen serias limitaciones en términos de utilidad para eliminar infecciones en forma práctica. Esto deja a la terapia como el principio alternativo para eliminar las infecciones existentes. Por eliminación de las infecciones, es posible reducir el nivel de mastitis en meses más que en años.

Cuando las sulfonamidas y los antibióticos fueron introducidos por primera vez durante los ’30 y ’40, existió una esperanza de que esas drogas podrían rápidamente poner fin a la mastitis. El optimismo inicial se debilitó cuando fue evidente que muchas infecciones crónicas no podían ser curadas. Además, la habilidad de algunos microorganismos para desarrollar resistencia a la droga fue también demostrada. Los antibióticos, sin embargo, continúan jugando un importante rol en el control de mastitis. Ellos son útiles en curar muchas vacas con infecciones existentes y pueden salvar la vida de algunas vacas. Además, las drogas pueden usarse para prevenir infecciones cuando se administran como terapia al secado.

El interés primario de muchos productores es cómo hacer el mejor uso de los antibióticos y otras drogas para tratar casos clínicos durante la lactancia. Tales casos requieren una rápida y apropiada atención, aunque cada caso debe considerarse individualmente.

El tratamiento en la lactancia está indicado cuando: (1) las vacas están infectadas con Streptococcus agalactiae; (2) el conteo de células somáticas del rodeo (SCC) está por encima de las 400.000 cel/mL; y (3) cuando la mastitis clínica está presente. El tambo típico puede esperar tener aproximadamente 45 casos clínicos de mastitis por cada 100 vacas por año.

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