TRATAMIENTO DE LAS INFECCIONES INTRAMAMARIAS Y REDUCCIÓN DEL USO DE ANTIBIÓTICOS

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REDUCCIÓN DEL USO DE ANTIBIÓTICOS

Cada vez más debemos hacer un uso responsable de los antibióticos en las explotaciones lecheras, en definitiva, solo hay “Una Salud” de la que la sanidad animal forma parte. Existen herramientas a nuestro alcance como la inmunoterapia o el uso de vacunas que nos ayudan a controlar la mastitis en una granja de leche.

Luis Miguel Jiménez. Servet Talavera.

El tratamiento de la mastitis es una parte fundamental dentro de un programa de control. Forma parte del famoso “Plan de los 5 Puntos”, desarrollado en los años sesenta en la Universidad de Reading. Este plan, se empezó a desarrollar en 1955 por investigadores del NIRD (National Institute for Research in Dairying) capitaneados por Frank Dodd y Frank Neave.

  • Los puntos del Plan de los 5 Puntos son los siguientes:
  • Desinfección de todos los pezones de todas las vacas después de cada ordeño.
  • Tratamiento adecuado de todos los casos clínicos de mastitis y registro del caso.
  • Aplicación de antibióticos en todos los cuartos al secado.
  • Eliminación de las vacas que hayan tenido casos de mastitis clínica en la lactación previa.
  • Asegurarnos de que el equipo de ordeño se revise anualmente y de que se mantiene correctamente.

Por supuesto que en cada uno de los puntos se ha profundizado mucho desde entonces, pero este plan sigue estando vigente en la actualidad y sigue siendo el pilar en el control de mastitis. El primer punto, se ha ampliado a todo lo que tienen que ver con el ordeño, esto es, garantizar que se realiza una correcta rutina de ordeño, tanto en higiene como en estimulación. El segundo y tercer punto son fundamentales y es por ello que hablaremos posteriormente más en profundidad de cada uno. El cuarto punto es decisivo, aunque todavía no se hace en muchas explotaciones y, por último, el quinto punto tiene su importancia, no solo en la transmisión de infecciones intramamarias sino, también, en la predisposición a adquirir estas infecciones y, por tanto, empeorar la salud de la ubre.

Existe un hecho claro, la mastitis está causada, en la mayoría de los casos, por bacterias; éstas tienen la posibilidad de desarrollar resistencias frente a los antibióticos y es por ello que hay que intentar frenar o limitar en lo posible estas resistencias.

Uno de los motivos por el que muchos antibióticos no funcionan para el tratamiento de la mastitis clínica es porque no se hacen ni se han hecho las cosas del todo bien. Se necesita saber exactamente qué gérmenes son los más prevalentes en la explotación, si es posible conocer cuál es el causante de ese caso en concreto, y, por último, conocer el historial de la vaca para saber si ha tenido más episodios. Estas premisas son relativamente sencillas, pero en muchos casos no se hacen.

Con respecto a la terapia de secado, hasta la fecha, en la mayoría de las explotaciones de todo el mundo se ha realizado la terapia de la vaca seca. Ésta consiste en la aplicación del tercer punto: aplicación de antibióticos de secado en todos los cuartos

de todas las vacas cuando se secan los animales. Esto ha contribuido a la reducción de la prevalencia de la mastitis contagiosa y, como consecuencia, a la mejora de la salud de la ubre. Hoy día se nos plantea un hecho, ¿debemos usar antibióticos en vacas que no están infectadas por el simple hecho de intentar prevenir infecciones intramamarias? Hay una premisa clara. Nosotros, los veterinarios, entre otras responsabilidades, tenemos la de usar el arsenal antibiótico con prudencia y, sobre todo, con conocimiento.

En estos últimos años existe un problema en la salud pública, debido al hecho de que existía un gran número de bacterias que se habían hecho resistentes a ciertos antibióticos mediante mutaciones principalmente. Por tanto, existe un riesgo potencial de aparición de futuras epidemias y que podrían, en un momento dado ser incontrolables. Países como el Reino Unido y los Estados Unidos empezaron a invertir grandes sumas de dinero con el fin de reducir las resistencias mediante la investigación de nuevos fármacos para combatir las bacterias. Se ha establecido por medio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y de la Organización Mundial de Epizootícas (OIE) que los antibióticos son un bien público, que hay que usarlos racionalmente y hay que preservarlos. Existen una serie de antibióticos muy importantes por el uso que se hace de ellos en medicina humana, es por ello que se establecieron las listas denominadas CIA (Critically Important Antimicrobials). Éstas establecen los antimicrobianos por el orden de importancia, de esta manera, se establece el orden de prioridad y, por tanto, la importancia de preservarlos. ¿Qué supone esto para la medicina veterinaria? Puesto que formamos parte de la salud pública, es decir, de una salud única, hay que limitar el uso de ciertos antibióticos.

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