EL AGUA PARA LAS VACAS NO ES UN GASTO

Entrevista a María Somolinos Lobera, veterinaria especialista en Bromatología, Sanidad y Tecnología de los Alimentos

Pronunció una conferencia sobre tratamiento inteligente del agua en las recientes Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de SERAGRO  

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A pesar de que una vaca necesita beber por lo menos 3 litros de agua para producir 1 litro de leche y de su bajo coste, muy pocas granjas realizan un tratamiento del agua, lo que redunda en un mayor riesgo de enfermedades y dedescenso de la producción.

El tratamiento del agua, al igual que ya realizan otras producciones ganaderas como porcino o avicultura, es por tanto una materia pendiente para la ganadería de vacuno de leche. Así lo destaca en esta entrevista María Somolinos Lobera, veterinaria especialista en Bromatología, Sanidad y Tecnología de los Alimentos, que pronunció una conferencia sobre tratamiento inteligente del agua en las recientes Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de SERAGRO.

¿Por qué es tan importante tratar el agua en las ganaderías de Leche?

El agua forma parte del concepto global de alimentación. En términos generales, los animales consumen el doble de agua que de alimento sólido. En los animales productores de leche, la importancia del agua es aun mayor, ya que el agua es el componente mayoritario de la leche. Cuando la temperatura ambiental es de 15-20oC, una vaca en producción necesita al menos 3 litros de agua para producir 1 Kg de leche, si la temperatura ambiental se incrementa, es necesario aumentarla ingesta de agua.

Por tanto, las vacas beben una gran cantidad de agua cada día, por lo que, si esa agua no es de buena calidad, el riesgo es muy alto. En este escenario, es fácil comprender que el tratamiento del agua es esencial para garantizar la correcta nutrición de los animales, prevenir y minimizar patologías, y obtener un máximorendimiento productivo.

¿Cuales son los principales riesgos a los que se expone el ganado en caso de que el agua no esté tratada? 

Vía agua pueden llegar bacterias de interés sanitario y zootécnicos (Coliformes…), virus (Enterovirus, Rotavirus…), protozoos (Acanthamoeba…), parásitos (Coccidios…), algas (Prototheca…), etc. Estos agentes microbianos pueden llegar a los animales vía agua desde el origen (pozo, traída, red municipal), desde el biofilm existente en el interior de tuberías y depósitos, o por contagio horizontal en bebederos.

Por tanto, todos los animales de la explotación son susceptibles en un momento dado de ingerir dichos microorganismos mediante el agua de bebida cuando ésta no está convenientemente tratada.

¿Como valorarías la calidad del agua en las ganaderías de España? Existen importantes diferencias según el sector y la Región ?

En general, la calidad de agua en las ganaderías españolas es aceptable, existiendo todavía un gran margen de mejora. Existen muchas diferencias en relación al sector, ya que por ejemplo, en ámbitos como el avícola, lo habitual es que haya instaurado un sistema de tratamiento y gestión del agua.

“En avicultura es habitual tratar el agua, no así en vacuno de leche, con los riesgos que esto supone”

Sin embargo, en el sector vacuno lechero muchas veces nos encontramos que los animales beben agua no tratada, con el riesgo que ello conlleva desde el punto de vista de la bioseguridad y el rendimiento de la explotación.

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En relación a las zonas de España también hay diferencias. Por norma general, en Galicia el agua tiende a tener un pH más bajo que en el resto de España, lo que sin duda marca su calidad físico-química. En cualquier caso, lo aconsejable siempre es implantar un tratamiento inteligente del agua que se adapte a las necesidades y requerimientos de cada explotación, y para ello resulta fundamental contar con la colaboración de personal especializado en este ámbito.

¿Cuáles son los fallos más comunes que detecta en cuanto al saneamiento del agua en las ganaderías españolas?

Los fallos más habituales consisten en pensar que el riesgo está controlado con el simple hecho de utilizar agua de la red municipal o de un pozo o traída natural que en su momento ya fue analizado.

A este respecto, decir que el agua de la red municipal muchas veces cuando llega a la explotación ganadera ya no tiene un residual de cloro que permita garantizar su correcta higienización.

Además, el hipoclorito sódico, que es el biocida utilizado habitualmente en la higienización del agua de uso en los municipios, no se mantiene en presencia de materia orgánica, ni a temperaturas superiores a 20oC, y no elimina el biofilm. Por ello, el agua de la red municipal no evita el contagio horizontal en bebederos, ya que en estos puntos habitualmente no llega residual de cloro. Además, tampoco controla la contaminación que puede llegar desde el biofilm.