USO PRÁCTICO DE LOS ANTIBIÓTICOS EN MASTITIS CLÍNICA Y SUB- CLÍNICA

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USO PRÁCTICO DE LOS ANTIBIÓTICO EN MASTITIS

RESUMEN

El uso de antibióticos para tratar infecciones intramamarias es tan solo una parte de un plan de control de mastitis en una lechería. Los efectos de los antibióticos sobre la prevalencia e incidencia de las infecciones intramamarias en un hato, se llevan a cabo por la influencia que tienen sobre el resultado de los tratamientos de las mastitis clínicas y sub-clínicas tanto durante la lactancia como en el período seco. Las tasas de curación bacteriológica están determinadas en parte por la dosis y la duración del tratamiento de las infecciones susceptibles. Restricciones de tipo económico y la preocupación por los residuos de antibióticos en leche han fomentado el uso de tratamientos cortos, con cortos períodos de descarte de leche. Esto es probablemente lo contrario a los requerimientos de un protocolo de tratamiento ideal. Los beneficios y dificultades de tratamientos prolongados y / o agresivos se discuten aquí con el apoyo de ejemplos de protocolos de tratamiento.

The Vale Veterinary Centre, The Laurels, Station Road, Tiverton, Devon EX16 4LF Email ValeLab@btinternet.com Traducción: MVZ. Fernando Cavazos G Servicio Técnico ABS MEXICO

INTRODUCCIÓN

Los objetivos de cualquier programa de control de mastitis incluyen la reducción de dos cosas: 1) La tasa de nuevas infecciones y 2) La duración de las infecciones existentes. El tratamiento exitoso de las infecciones existentes tiene su efecto principalmente sobre la duración de dichas infecciones pero tiene un efecto también sobre la tasa de nuevas infecciones porque disminuye la prevalencia de cuartos infectados en el hato completo. Una parte de cualquier programa de control de mastitis, será la temprana detección y el tratamiento inmediato de los casos clínicos. Los requerimientos de producción de leche de alta calidad, principalmente lo referente a conteos de células somáticas, han incrementado el enfoque hacia la mastitis sub-clínica. Con el tiempo, esto ha conducido al desarrollo de herramientas de manejo que permitan la identificación de las infecciones sub- clínicas, que a su vez han creado la demanda de alternativas para eliminar esas infecciones. Sigue vigente la importancia de las acciones que se tomen en la granja para evitar nuevas infecciones. El nuevo requerimiento de: identificar las infecciones sub-clínicas, evaluar el caso y, cuando sea apropiado, eliminar esas infecciones ya sea por medio de tratamiento o a través del desecho de la vaca infectada; debería formar parte de cualquier programa de control de mastitis.

LOS OBJETIVOS CUANDO TRATAMOS MASTITIS

Deberíamos hacernos algunas preguntas fundamentales:

¿Necesito realmente dar tratamiento?

Quizá la pregunta debería ser más bien: ¿Por qué debería yo dar tratamiento? Una creencia común es que el tratamiento resultará de algún beneficio para la vaca o el hato (salud, mejoría del bienestar animal) y/o

beneficiará de algún modo al productor (limitará la pérdida financiera). Los objetivos son: resolver los signos clínicos, volver a estar en condición de vender esa leche lo antes posible, limitar el daño a la ubre y prevenir la diseminación de la infección. La posibilidad de una recuperación espontánea debe ser considerada contra los prospectos de una terapia exitosa y los costos adicionales incurridos o los beneficios generados. Altas tasas de recuperación clínica espontánea en ausencia de una terapia y el limitado éxito que con frecuencia tienen los tratamientos con antibióticos para mejorar las tasas de curación bacteriológica; no deberían ser interpretados como una razón para abandonar el tratamiento de casos clínicos leves. La reducción en el número de bacterias que son arrojadas por los cuartos infectados, como resultado del tratamiento con antibióticos, ayuda a reducir la diseminación de la infección y mejora la calidad bacteriológica de la leche del tanque. Ambas cosas son muy importantes para mantener una calidad de leche “Premium” (11). El uso de preparaciones no-antibióticas para el tratamiento de mastitis, permitirá que un gran número de bacterias entren a la leche y se generen penalizaciones en el pago de la leche (8).

¿Cuál es la probabilidad de éxito que hay?

El estatus de la infección de un cuarto puede ser evaluado de diversas maneras. El cambio de estatus, con o sin tratamiento, puede conducir a la desaparición de los signos clínicos (curación clínica); a una ausencia del patógeno causal (curación bacteriológica); y a un conteo de células somáticas de la vaca por debajo de las 200 mil células por ml. (curación en células somáticas). Cuando se está evaluando las tasas de curación, es conveniente no atribuir todos los resultados a la terapia con antibióticos. Es conveniente recordar que, en ocasiones, las infecciones mejoran independientemente del tratamiento, como consecuencia de una auto- curación. Que si con un cambio de tratamiento hay un mejoramiento clínico, es posible que eso fuera a suceder de cualquier modo. Algunas veces, con un aparente fracaso clínico de un tratamiento, puede darse de hecho una cura bacteriológica. El daño en la ubre puede ser ya tan severo que la cura clínica no ocurrirá nunca (se pierde el cuarto) o bien será evidente hasta que la ubre haya tenido suficiente tiempo para su reparación. Los conteos de células somáticas pueden seguir elevados a pesar de la cura bacteriológica. Los antibióticos solo matan bacterias, no sanan la ubre en sí.

Las tasas de curación clínica y bacteriológica varían de acuerdo a un sinnúmero de factores, que incluyen: el patógeno involucrado, el historial previo de infección y la duración de la infección. En un estudio sobre una estrategia de no-tratamiento a los casos clínicos leves de mastitis (en su mayoría infecciones por Staphilococcus aureus) en un hato, se logró un 87% de curación clínica espontánea, pero tan solo un 20% de tasa de curación bacteriológica, basados en los criterios de evaluación que utilizaron (10). Es muy probable que tanto la tasa de curación clínica espontánea, pero sobre todo la tasa de curación bacteriológica, estén en niveles mucho más bajos cuando se trata de casos de mastitis más severos. Hay que recalcar que, en ese hato, la incidencia de casos clínicos de mastitis aumentó, luego de que dejaron de dar tratamiento antibiótico durante la lactancia. En general, las tasas de curación bacteriológica siempre son inferiores a las tasas de curación clínica. Las más altas tasas de curación bacteriológica se dan en las infecciones causadas por bacterias Gram-negativas, no se ven muy afectadas por el tratamiento con antibióticos y también se aproximan a niveles de 100% en los casos clínicos leves. Las tasas de curación bacteriológica en mastitis causadas por bacterias Gram-positivas distintas al Strep. agalactiae , como es el caso de Staph. aureus y de Strep. uberis, son mucho más bajas y solo se logran a base de tratamiento con antibióticos. Las tasas de curación bacteriológica para infecciones por Stph. aureus, mediante tratamiento al secado, bien pueden andar en 65- 75%, mientras que, cuando el tratamiento es durante la lactancia solo se alcanza un 23 – 30% (20). La selección de los casos y su tratamiento, puede elevar el nivel de éxito, lográndose tasas de curación bacteriológica durante la lactancia, superiores al 70%, aún en casos de infección por Staph. aureus. Se debe adoptar una estrategia realista, especialmente en los casos de patógenos como Staph. aureus, en los que es común que las infecciones sean ya crónicas (larga duración); que las tasas de éxito sean muy bajas y por lo tanto, el tratamiento más indicado es la eliminación de la vaca (desecho). El desecho de la vaca logra una tasa de curación de 100% (1), la infección es eliminada del hato, al menos en esa vaca, pero con frecuencia la infección ya se ha diseminado a otras vacas y pronto habrá otra vaca dispuesta a cubrirse con el manto de la vaca de más alto conteo de células somáticas del hato. La identificación temprana y el tratamiento inmediato generalmente conducen a tasas de curación más altas.

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