UY, LE DIO FIEBRE A LA LECHE! HIPOCALCEMIA EN EL PERÍODO DE TRANSICIÓN

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HIPOCALCEMIA EN EL PERÍODO DE TRANSICIÓN

En todas las especies de mamíferos la nutrición del calcio juega un papel fundamental, tanto en el desarrollo fetal como neonatal. El calcio es indispensable para el desarrollo de los tejidos muscular y óseo, así como en el mantenimiento de respuestas vitales (latido del corazón, transmisión nerviosa, contracción muscular, etc.). Por esto, mantener una concentración lo más constante de calcio en sangre es de importancia vital para el animal. La selección natural se ha encargado de desarrollar mecanismos hormonales de regulación, también conocidos como mecanismos homeostáticos, que aseguran una cierta concentración de calcio en sangre a través de procesos como absorción intestinal, movilización ósea y recuperación a nivel renal.

La fiebre de la leche

La paresia puerperal, hipocalcemia del parto o también conocida “fiebre de la leche”, se produce precisamente cuando los mecanismos homeostáticos que mantienen los niveles de calcio en plasma fallan al desarrollar la función de reemplazar los perdidos al inicio de la lactación. La repentina demanda de altos niveles de calcio para la producción del calostro hace que este elemento vital deje los fluidos extracelulares para entrar en la glándula mamaria más rápido de lo que puede ser reemplazado por la absorción intestinal o la movilización de la reserva ósea, lo cual conduce a hipocalcemia, lo que genera un nivel de calcio total en plasma inferior a 8 mg/dl.

La fiebre de leche representa uno de los desajustes metabólicos más frecuentes en la explotación de ganado lechero con una incidencia en el 84% de las granjas (USDA 2008). Este desajuste metabólico tiene lugar después del parto debido a las altas productividades de las vacas de leche, que requieren una rápida adaptación de vaca seca a vaca lactante. La incidencia de la fiebre de la leche aumenta un 9% con cada lactación de manera simultánea al incremento en producción de leche y lógicamente a medida que se hace mayor la diferencia entre los requerimientos cálcicos del animal y su capacidad homeostática.

La mayor incidencia, tanto de cetosis como de fiebre de la leche en vacas multíparas, en comparación con las primíparas, pone de manifiesto la necesidad de una mayo adaptación nutricional energética y mineral al comienzo de la lactación en animales multíparas (DeGaris and Lean, 2008) El coste económico de esta enfermedad se extiende más allá del coste del tratamiento.

Numerosos trabajos han demostrado que la hipocalcemia está asociada con un aumento en la incidencia de mastitis, cetosis desplazamientos de abomaso, retención de placenta y una menor fertilidad.

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