SÍNDROME HEPÁTICO
Se considera a la enfermedad como el grado extremo de un estado metabólico que, en niveles menos graves, es una situación constante – al menos frecuente – en vacas que producen intensamente en período posparto.
M.V. Ricardo Lizarzaburu Castagnino Asesor tecnico Rumiantes Phartec / rlizarzaburu@phartecperu.com
Si bien existe una relación pues el reto productivo cada vez es mayor, la disminución del número de partos por vaca puede traer serias consecuencias para los productores lecheros, como son disminución de la calidad genética, dificultad para la selección animal, introducción de nuevos animales sin historial clínico y, por lo tanto, introducción de nuevas enfermedades, producciones dispares y desigualdad de animales respecto a características productivas, sanitarias reproductivas, etc. Como en toda empresa e industria, la estabilidad productiva es fundamental para incrementar las ganancias y el patrimonio de los accionistas.
Uno de los órganos del cual depende la longevidad y eficiencia de las vacas lecheras de manera directa es el hígado, porque es en este órgano en donde se dan un sinnúmero de procesos indispensables para el organismo, como son funciones digestivas, metabólicas, endocrinas, hematopoyéticas, fisiológicas, inmunológicas, entre otras.
Si este órgano falla o disminuye su capacidad, todas las funciones fisiológicas corporalesse ven comprometidas
• Estimaciones de las necesidades de aminoácidos, ácidos grasos y glucosa por parte de la glándula mamaria indican aproximadamente un aumento de dos veces en la demanda de aminoácidos, cinco veces en los ácidos grasos y 2.5 veces la demanda de glucosa, aproximadamente 1000 g/día a 2500 g/día desde los últimos días de gestación al día 2post-parto. (Bell, 1995; Overton, 1998). Dependiente del funcionamiento hepático porfunciones metabólicas gluconeogénicas y glucogénicas
• La mayor parte del aumento en los requerimientos de glucosa debe ser obtenido vía gluconeogénesis hepática a partir de los aminoácidos absorbidos en intestino y desde sustratos endógenos como aminoácidos, lactato y glicerol (Seal y Reynolds, 1993; Steinhour y Bauman, 1988; Reynolds et al., 2000 a, b).
• La acumulación de triglicéridos en hepatocitos bovinos disminuye la capacidad de detoxificar amonio a urea (ureagenesis) (Zhu 1997; Strang et al., 1998), disminuyendo la capacidad gluconeogénica desde propionato (hígado graso, cetosis, intoxicación).
• La carga metabólica del hígado aumentó muy rápidamente después del parto, de 4.4 mMoles de O2/g de tejido hepático al día 11 preparto a 8.6 mMoles/g al día 11 post-parto (Reynolds et al., 2000b).
• Reynolds et al., (2000a) determinaron que el flujo sanguíneo aumento 84% desde el pre-parto (1140 L/h) al post-parto (2100 L/h).
• Animales con gran balance energético negativo pre-parto han evidenciado mayor predisposición para presentar retención de placenta. Esto sustenta la noción de que el balance energético negativo prematuro o severo impacta a la función inmune, incrementando la predisposición al síndrome reproductivo mencionado (Goff and Horst,1997).
- Animales con balance energético negativo presentan con mayor incidencia quistes foliculares, en comparación con animales que no se encuentran en un BEN tan marcado, observándose generalmente en períodos de alta producción o en estrés calórico, lo que indica que las vacas en estrés calórico presentan desórdenes en este órgano, explicando así muchas complicaciones durante el verano.
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