COEFICIENTE DE CONSANGUINIDAD DE UN INDIVIDUO. SISTEMAS DE APAREAMIENTO

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COEFICIENTE DE CONSANGUINIDAD DE UN INDIVIDUO.

SISTEMAS DE APAREAMIENTO

Consanguinidad (o inbreeding) es el apareamiento entre animales que están más emparentados entre sí que el promedio de la raza o población a la que pertenecen. Linebreeding es una forma de consanguinidad, que se refiere al apareamiento de animales relacionados con un animal en particular, para mantener o incrementar las caracterís- ticas propias del mismo en sus descendientes.

Dr. Horacio R. Guitou.  Revista AnGus, Bs. As., 248:31-37

La consanguinidad la podemos calcular por una simple fórmula (S. Wright, 1922), cuando conocemos la ge- nealogía o pedigree de cualquier reproductor. Se la define como la probabilidad de que en cualquier locus de un individuo se encuentren alelos (genes) llevados por las gametas (espermatozoides y óvulos) que los produjeron, idénticos por descendencia. Es decir, una réplica idéntica de un alelo (gen) en el momento de generarse las game- tas en uno o varios ancestros comunes. Más explícitamente, previo a la meiosis, proceso que genera las gametas, el ADN (ácido desoxirribonucleico) se replica en la interfase, generando alelos idénticos (uno copia de sí mismo). Es decir el ADN ya entra duplicado en la meiosis, y a partir de una célula sexual diploide (meiocito) se generan cuatro gametas haploides (óvulos o espermatozoides). Esos alelos idénticos, provenientes de uno o varios ances- tros comunes, pueden volver a juntarse en un individuo o reproductor. Medir esa probabilidad acumulada, a través de todos los ancestros comunes que existen en la genealogía de un pedigree, es el coeficiente de consanguinidad (simbolizado como F) de un individuo.

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Las consecuencias de incrementar la consanguinidad en el total de la población trae aparejado una disminu- ción de los heterocigotas (Dd) y un aumento de los homocigotas dominantes (DD) y recesivos (dd). Esto conduce a que los defectos genéticos asociados a los genes recesivos (d) comiencen a segregar, al incrementarse los homo- cigotas recesivos (dd) y disminuir los heterocigotas dominantes (Dd) que los estaban enmascarando, y en los que no se expresaba el defecto. Como ejemplos tenemos: pie de mula, hidrocefalia neuropática (letal), artrogriposis múltiple (letal), osteopetrosis, hipoplasia pulmonar, epilepsia idiopática, hemimelia tibial, blad (mortalidad post- natal), dumps (mortalidad embrionaria), citrulinemia (mortalidad post-natal), CVM (malformación), doble múscu- lo (británicas), snorter dwarfism, etc. En el caso del color en Angus, el colorado es un gen recesivo (n), por lo que sólo se expresa en el caso que el animal sea homocigota recesivo (nn), no representando ningún defecto. En cam- bio, si es homocigota dominante (NN) o heterocigota (Nn; portador o carrier) el pelaje siempre será negro, ya que éste es dominante sobre el colorado.

En el pasado, para saber si un toro padre era heterocigota o portador (Dd) de un defecto genético, se lo cruza- ba con 35 hijas propias no seleccionadas o con vientres portadores, y si el defecto buscado no aparecía en la des- cendencia, uno tenía el 99 % de seguridad de que no era portador. En la actualidad, por estudios moleculares se secuencia el ADN del potencial toro padre y el resultado es inmediato.

Por selección sobre sus planteles, el hombre elimina rápidamente los defectos asociados a los genes dominan- tes, dado que se expresan tanto en el homocigota dominante (DD) como en el heterocigota o portador (Dd). Como ya fue expresado, el aumento de la consanguinidad incrementa los homocigotas y desenmascara los genes recesi- vos escondidos (heterocigotas), aumentando la probabilidad de que aparezcan defectos genéticos (dd). Más allá de los mencionados problemas, la consanguinidad puede producir una pérdida de aptitud o vigor, así como también afectar caracteres productivos (performance), siendo esto más acentuado en las características de interés económi- co de baja heredabilidad (fertilidad, por ejemplo) que en las de moderada o alta heredabilidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en un animal que no nace, su tasa de crecimiento es cero. En otras palabras, las caracterís- ticas como fertilidad van a verse más afectadas a medida que se incrementa la consanguinidad, de ahí que muchos de los defectos genéticos (homocigotas recesivos) están asociados a muertes embrionarias, letales al nacer y/o letales postnacimiento.

La consanguinidad no incrementa el número de genes recesivos (frecuencias génicas) en una población o ra- za, sino que desenmascara o trae a luz cómo se agrupan (frecuencias genotípicas) los pares de genes: más homoci- gotas y menos heterocigotas. Recuerde que los animales son diploides (2n) y las gametas son haploides (n). El que cambia la frecuencia génica y genotípica es el criador a través de la selección. Lo hace seleccionando toros padres y hembras (vaquillonas y vientres), permitiendo sólo el apareamiento limitado entre los elegidos, los cuales pa- sarán sus genes a la próxima generación a través sus gametas (n). Consecuentemente, esto trae un cambio en las frecuencias génicas y frecuencias genotípicas en la próxima generación. Básicamente, la selección es una herra- mienta que tienen los criadores para aumentar la frecuencia de los genes «superiores» dentro de sus planteles.

Cuando la consanguinidad es acompañada de la selección, podría incrementarse la uniformidad de ciertas ca- racterísticas como color, cuernos, etc., determinadas por un par de genes con efectos monofactoriales (característi- cas cualitativas). Sin embargo, no es así en el caso de las características gobernadas por varios genes (característi- cas cuantitativas o polifactoriales), con diferentes modos de expresión. Varios estudios remarcan, en forma con- cluyente, que el incremento de la consanguinidad (homocigotas) va acompañado por una declinación de aquellas características relacionadas con la aptitud: fertilidad, aptitud materna, viabilidad y crecimiento.

Muchos de los efectos adversos de la consanguinidad en animales son conocidos debido a la acción de los genes recesivos en procesos fisiológicos. Esto varía desde aquellos genes recesivos que son letales a aquellos que tienen efectos pequeños apenas percibidos, o aun sin efecto perjudicial. No hay duda que mucho de los efectos adversos de la consanguinidad se debe a varios pares de genes recesivos, en que cada uno de los cuales tiene efec- tos deletéreos (menor eficiencia biológica) sobre algún carácter. Probablemente, la acción de tales genes recesivos se deba a la falla en producir ciertas enzimas o proteínas que regulan determinados procesos metabólicos. Anima- les con mayor consanguinidad son, usualmente, menos (aptitud) capaces de afrontar ciertos ambientes que los animales sin o con menor consanguinidad. También recuerde que el coeficiente de consanguinidad de un animal nunca va a cambiar. Lo que va a variar rotando toros padres o dirigiendo los apareamientos entre animales no emparentados es la consanguinidad promedio de su plantel o rodeo comercial. Se puede especular con la consan- guinidad en el corto plazo, pero en el largo plazo su eficiencia reproductiva y otras características productivas se verán afectadas.

En la actualidad y también en el pasado, muchos criadores buscan sacar beneficios del uso de toros padres superiores, utilizando la consanguinidad. Esto puede lograrse siempre y cuando los criadores comprendan los riesgos y consecuencias mencionadas previamente, aplicando diferentes sistemas de apareamientos que hacen uso de la misma. Hay cinco tipos fundamentales de sistemas de apareamiento, algunos de los cuales hacen uso de la consanguinidad, intentan evitarla o se basan en otros aspectos:

1. Apareamiento al azar.
2. Inbreeding (consanguinidad). 3. Outbreeding.
4. Apareamiento clasificado.
5. Apareamiento no clasificado.

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