REALIZAR UN MONITOREO ADECUADO EN VACAS DE PREPARTO
Anterior Cómo realizar un monitoreo adecuado en vacas de prepartoLa etapa de preparto conlleva una serie de cambios para la vaca, los cuales muchas veces no son atendidos de forma adecuada por los productores. Conozca las claves para sacarle el máximo provecho a esta etapa y evitar las pérdidas por malos manejos.
Daniela San Martín
Praderas Las vaquillas del sur, por lo general, tienen a disposición mucho pasto, lo que generará que demoren más tiempo en ganar peso y, por ende, lleguen con una mejor condición corporal al parto. Crédito: El Mercurio
Durante el periodo previo al parto, es fundamental entregarle a la vaca el total de sus requerimientos. Esto, a fin de cuentas, redundará en múltiples beneficios para el negocio lechero, los cuales se evidenciarán en contar con un ternero más fuerte y una vaca que terminará por producir mayor cantidad de leche en el futuro. Para lograr este objetivo, existen diferentes estrategias de monitoreo.
Y es que el secado es el comienzo del preparto, periodo en donde la vaca comienza a prepararse para dar a luz y el feto continúa creciendo a alta velocidad. Esta fase en la vida del animal está estrechamente relacionada con la lactancia. De hecho, según el Dr. Pedro Meléndez, médico veterinario, asesor lechero y profesor de la Universidad de Missouri de Estados Unidos, los efectos de no realizar un adecuado secado de la vaca repercutirán directamente en su producción de leche futura, pero también en su fertilidad y rentabilidad.
“La palabra monitoreo es clave para la producción lechera. Es saber dónde estamos parados; son las estrategias de evaluación y medición de parámetros puntuales y específicos, que nos permitirán saber qué tan bien hacemos el manejo o qué tan lejos estamos del óptimo”, explica el asesor.
Monitoreo certero
De acuerdo al experto, cuando las vacas se encuentran en el periodo de secado, suelen ser alejadas del rebaño y dejadas sin monitoreo, quedando al final de este periodo, por lo general, en condiciones inadecuadas. “Los que se olvidan de las vacas secas, están equivocados, porque aquí es donde parte la verdadera lactancia. Todo el preparto es el periodo más importante para tener éxito en la lactancia futura”, asegura Pedro Meléndez.
La vaca debe secarse 60 días antes de la fecha probable de parto. A partir de allí, deben plantearse dos etapas: el secado temprano, que incluye los primeros 40 días, y el secado tardío, que comprende los últimos 20 días.
En el primer periodo del secado, se le debe entregar a la vaca un ambiente óptimo y una alimentación básica, con el fin de que gane peso de forma leve y, a la vez, no pierda. Al empezar el día 41, las vacas comenzarán el periodo de secado tardío. Durante esta etapa será sometida a una lactancia mediante la entrega de concentrados en pequeñas cantidades (1/3 a lo ofrecido en lactancia) para que su rumen se acostumbre este tipo de alimento. “Aquí se les debería dar a las vacas los mismos ingredientes que les entregaremos en el posparto, aunque en pequeñas cantidades, con el fin de preparar su rumen a la alimentación que tendrán una vez paridas. Sin esto, es probable que la vaca desarrolle alteraciones digestivas, incluyendo una acidosis, que incluso puede llegar a matarla”, indica el veterinario.
Condición corporal
Al someter a la vaca a parámetros de evaluación de forma periódica se contará con la ventaja de poder remediar cualquier dificultad inesperada, y que se haga evidente a través de los resultados de los exámenes, que aparezca.
Dentro de los puntos a evaluar, el más importante es la condición corporal del animal, en donde se miden sus reservas de grasas. Con esta evaluación, se puede determinar a tiempo si la vaca se está secando gorda o flaca, por lo que se contará con el tiempo suficiente para ajustar su dieta.
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