EL CUIDADO DE LAS BECERRAS
La crianza de vaquillas sanas es un componente clave para asegurarse de que los hatos futuros sean de alta producción. El crecimiento mermado en becerras jóvenes tiene un fuerte impacto en la producción de leche posterior. Como tal, incluso durante un periodo de partos muy ocupado, las becerras no deben ser olvidadas.
Hay cuatro áreas cruciales a tener en cuenta al criar vaquillas sanas:
- Calostro
- Nutrición Temprada
- Desarrollo del Rumen
- Ambiente
Calostro
El calostro es la primera fuente de nutrientes, vitaminas y anticuerpos (inmunoglobulinas) que la becerra ingerirá. Las inmunoglobulinas de calostro protegen a la cría contra patógenos y enfermedades durante el momento crítico en que el sistema inmunológico del joven rumiante está evolucionando. La capacidad de absorber el calostro se encuentra en su nivel más alto en la primera hora después del nacimiento, después de lo cual, comienza a disminuir y continúa haciéndolo durante las primeras 24 horas de vida de la becerra.
Una regla de oro es alimentar el 10 por ciento del peso corporal (es decir, 3-4 litros) de calostro de buena calidad en las primeras dos horas, ya que un retraso en la primera alimentación reducirá la tasa de absorción, y una falla para absorber lo suficiente Las inmunoglobulinas del calostro dejan una becerra susceptible a la enfermedad. Una segunda alimentación debe administrarse ocho horas después, antes de pasar a la leche o al sustituto de leche.
Nutrición temprana
La nutrición temprana es importante para que la cría pre-rumiante se transforme con éxito en una vaca rumiante y de alta producción, así como para proporcionar a la becerra la energía y los nutrientes que su sistema inmunológico necesita para desarrollarse.
La regla de oro es duplicar el peso al nacer antes del destete (de 8 a 10 semanas), y esto se hace mejor durante los pocos meses en que la eficiencia de la alimentación es máxima. Por lo tanto, una becerra de 40 kilogramos debe ganar 0.6 kilogramos por día. Para lograr esto, intente alimentar el 15 por ciento del peso corporal (es decir, 6 litros para un animal de 40 kilogramos). Tenga en cuenta que, en esta etapa, el abomaso de la becerra no es lo suficientemente grande para tratar con 6 litros de leche a la vez.
Las becerras requieren alrededor de 325 gramos de sólidos lácteos para el mantenimiento. La leche en polvo contiene 12.5 por ciento de MS, lo que se traduce en 2.6 litros. Las becerras que pesan 40 kilogramos y se alimentan con cuatro litros por día (es decir, el 10 por ciento de su peso corporal) pueden lograr 200 gramos de crecimiento por día. Sin embargo, las becerras que pesen más de 40 kilogramos tendrán dificultades para mantenerse en este nivel. El sustituto de leche tiene un contenido de grasa y energía másbajo que la leche entera, y como tal, se necesita una tasa más alta.
ARTICULO COMPLETO CUATRO COMPONENTES CRUCIALES PARA EL CUIDADO DE LAS BECERRAS