DIEZ FACTORES QUE AFECTAN EL CONSUMO DE MATERIA SECA EN LAS VACAS LECHERAS

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MATERIA SECA EN LAS VACAS LECHERAS

El estado de la lactancia, la frecuencia con la que se alimenta y el grado de palatabilidad y contenido de fibra presente en la dieta que se ofrece, son algunos de los aspectos que más influyen en esta ecuación.

Dr. Pedro Meléndez

La producción de leche es un proceso fisiológico que comienza después del parto de una vaca y que depende de muchos factores, entre ellos la cantidad de alimento que consuma el animal.

Pero para entender todo esto es fundamental conocer algunos conceptos fundamentales, como la cantidad de materia seca —lo que queremos que consuma la vaca— que presenta un alimento o una dieta. Así, debemos partir de la base que si 1 kg de ensilaje de maíz contiene 35% de materia seca, la vaca —al comer ese maíz tal como ofrecido— solo estará consumiendo 0,35 kg o 350 gramos de materia seca. El resto corresponde a agua (0,65 kg o 650 gramos de agua). En el caso de un orujo de cerveza, que contenga 25% de materia seca, la vaca solo estará consumiendo 250 gramos o 0,25 kg de materia seca. Lo mismo ocurrirá con 1 kg de maíz grano, con 89% de materia seca: La vaca consumirá solo 0,89 kg u 890 gramos de materia seca. En el caso de una pradera del sur de Chile en otoño, que solo tiene 14% de materia seca, la vaca al comer 1 kg de esa pastura estará consumiendo 0,14 kg o 140 gramos de materia seca.
Cuando un alimento presenta un bajo contenido de materia seca, el consumo de ella se ve disminuido, debido a la alta presencia en ese alimento de agua, elemento que también ocupa espacio dentro del rumen.

Así, por ejemplo, si una vaca debe consumir 20 kg de materia seca al día y le ofrecemos un alimento seco, como un heno de alfalfa (con 87% de materia seca), un silo de maíz (con 38% de materia seca) o una pradera de ballica de primavera (con 17% de materia seca), tendrá que comer una cantidad de alimento —tal como ofrecido— de 23 kg de heno de alfalfa (20 kg : 0,87), 52,6 kg de ensilaje de maíz (20 kg : 0,38) o 117,6 kg de pradera de ballica (20 kg : 0,17). En ese sentido, hay que tener claro que no es lo mismo comer 23 kg de heno de alfalfa que 117,6 kg de pradera de ballica. De hecho, consumir esa cantidad de pradera es prácticamente imposible, debido a que se produce una limitación de espacio natural en el rumen y el abdomen. Esto sirve para explicar por qué el modelo neozelandés, basado en una gran cantidad de oferta de pradera, limita los niveles productivos de las vacas.

Por otro lado, las dietas muy secas (>65%) tampoco van a ser fáciles de consumir por el animal, debido a que existen factores de palatabilidad y digestibilidad. Si bien una vaca es capaz de consumir 20 kg de maíz grano, lo más probable es que antes de terminar morirá producto de la acidosis ruminal que va a desarrollar a causa de la gran cantidad de almidón consumida (14 kg de almidón, una bomba).

En ese sentido, una vaca Holstein de 600 kg, una producción de 35 litros y 150 días en leche, debiera tener un consumo diario de 23,4 kg de materia seca, lo que significa aportar 62,8 Mcal de energía metabolizable y 2594 gramos de proteína metabolizable. O sea, por cada kilogramo de materia seca, la dieta debería contener aproximadamente 2,68 Mcal de energía metabolizable (62,8 :23,4) y 110 gramos de proteína metabolizable, equivalente a un 15,7% de proteína cruda si es que se logra 70% en la eficiencia de uso de la proteína para producir los 2,594 kg de proteína metabolizable a nivel intestinal.

Los factores que afectan el consumo

Con el concepto de materia seca comprendido, podemos avanzar y analizar los factores que más afectan el nivel de consumo en las vacas:
1-Tipo de dieta:

Una dieta homogénea, como es el caso de una ración completa preparada por un carro forrajero, tiene un potencial de mayor consumo que una heterogénea, como pueden ser las que tienen las vacas del sur de Chile, que durante ciertas horas del día solo consumen pradera, para luego acceder a una dieta completa antes o después del ordeño o solo a concentrado dentro de la sala de ordeña.

2-Contenido de materia seca de la dieta:

Una ración completa puede ser optimizada en su consumo cuando su contenido total de materia seca es entre 45% y 50%. Si la dieta es más seca, producto del tipo de ingredientes que se usa, se puede mejorar su contenido de materia seca agregándole agua durante el proceso de preparación de la mezcla. El problema ocurre cuando los ingredientes son muy húmedos y el contenido total de materia seca es de 40% o menos. En ese caso, sacarle agua a la dieta es imposible, por lo que se verá restringido el consumo de materia seca. De hecho, esto es lo que ocurre con el sistema pastoril usado en el sur de Chile, que pese a ofrecer concentrado en la sala y una dieta completa más seca antes o después de la ordeña, ve limitado el consumo por parte de la vaca.

3-Frecuencia de alimentación:

En el caso de las dietas completas, se ha visto que el consumo se maximiza cuando estas se ofrecen entre tres y cuatro veces al día. Si se ofrece dos veces o menos, se verá restringido el consumo de materia seca. Si se ofrece, en cambio, cinco veces o más, no aumentará el consumo de materia seca en relación a una oferta de cuatro veces al día.

En el caso del pastoreo, la oferta de concentrado y dieta completa se restringe al número de ordeñas, que en la mayoría de los casos llega a dos veces al día, más el aporte continuo de pradera durante el día y la noche. No obstante, a pesar de que el acceso a la pradera es permanente, el consumo de materia seca se verá restringido, debido al alto contenido de humedad que estas tienen en el sur (80 a 86%).

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