EL PERIODO PREPARTO Y SU INFLUENCIA EN LA EFICIENCIA REPRODUCTIVA

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EL PERIODO PREPARTO Y SU INFLUENCIA

EN LA EFICIENCIA REPRODUCTIVA

RESUMEN.

MVZ. JORGE ÁVILA GARCÍA1

El periodo pre y posparto, es un periodo de transición que comprende tres semanas antes y tres semanas después del parto. La nutrición de la vaca lechera es primordial ya que la vaca sufre un gran cambio de vaca seca a una alta producción, que con llevan a grandes necesidades metabólicas; la vaca se ve afectada en salud, producción y reproducción.

La enfermedad posparto se puede dar en forma primaria o en forma secundaria, relacionadas la una con la otra y son influenciadas por varios factores de manejo asociados con la nutrición preparto y posparto. Nuestro gran reto y objetivos son que la vaca debe: 1) parir sin complicaciones, 2) mantenerse libre de cualquier enfermedad metabólica e infecciosa, 3) consumir alimento lo más rápido posible, 4) alcanzar su pico de producción temprano, 5) perder poca condición corporal y 6) empezar a ciclar y tener su primer ovulación posparto a los 21 días.

La vaca sana dará más leche y volverá a gestar pronto. El hígado graso, la hipocalcemia y la acidosis ruminal son enfermedades metabólicas que afectan adversamente la reproducción.

El manejo de los periodos de transición pre y posparto, así como, los programas de alimentación correctos, reducirán la incidencia de estas enfermedades y generarán mayor eficiencia en la producción y reproducción.

INTRODUCCIÓN.

La mayor incidencia de enfermedades metabólicas ocurre previa al parto y se extiende hasta el pico de lactación. El metabolismo de las vacas ha aumentado la vulnerabilidad a la respuesta en los cambios a la dieta.

El consumo de Materia Seca (MS) de la vaca preparto se halla en un promedio de 12.5 a 14 Kg por día. Desafortunadamente, la disminución en el consumo de alimento comienza alrededor de la tercera semana antes del parto y disminuye aún más en la última semana preparto y la primera del posparto, este es nuestro gran problema.

Las raciones densas en energía durante la lactación temprana pueden moderar el balance energético y la movilización de grasas. La densidad de la ración de transición deberá aumentarse desde el periodo seco temprano, hasta la cercanía al parto. El objetivo sería disminuir la movilización de lípidos en la etapa preparto al aumentar la densidad de energía para compensar el reducido consumo de materia seca. La densidad de la energía durante el periodo de transición temprano debe ser de 1.54 a 1.61 Mcal/Kg de materia seca.

La movilización de grasa y pérdida de condición corporal puede ser reducida por el incremento de la densidad de la energía de la dieta para compensar el escaso consumo de materia seca.

El balance de la energía posparto también puede ser ayudado al incrementar la densidad de la energía de la ración, así como, ofrecer alimento muy palatable para aumentar el consumo de materia seca; es muy importante realizar esta acción 3 o 4 veces al día, de preferencia en raciones integrales, para obligar a incrementar el consumo, con una dieta de alta calidad, de preferencia 50% concentrado y 50% forraje, para evitar acidosis o desplazamiento de abomaso.

La densidad de energía en Mcal/Kg de MS en el posparto debe ser de 1.60 a 1.70 de la 0 a la 8a semana posparto.

La experiencia de campo ha demostrado que si el consumo de materia seca falla por una disminución del apetito, nos con lleva a tener problemas metabólicos y enfermedades. Generalmente esto provocará un aumento en padecimientos como: hígado graso, cetosis, desplazamiento de abomaso, retención placentaria, metritis y anestro e infertilidad. La disminución ocurre de 2 a 3 semanas antes del parto en vacas con gestaciones simples y de 5 a 6 semanas en vacas con gestaciones gemelares.

Esto nos forza a dar un incremento adicional de energía y proteína para mantener la condición corporal, el crecimiento fetal, desarrollo de la glándula mamaria, haciendo énfasis como un gran reto el prevenir la perdida de condición corporal.

Si los requerimientos diarios de una vaca por ejemplo de 700 Kg, consumiendo el 2% de su peso corporal, consumirá 14 kilogramos de MS. Una ración concentrada de 0.57 Mcal de Energía Neta de Lactación (ENL) por libra y 12.5% de proteína cruda (PC), cubrirá sus necesidades, pero si el consumo de materia seca disminuye como ocurre con todas las vacas al parto, será necesario una ración concentrada con 0 – 73 Mcal de ENL y 15 a 16 % de PC sobre todo en vaquillas.

El balaceo de dietas proteicas en las vacas secas de 12 a 13 % de PC, restringir la proteína degradable (PD) en 25 a 30% de PC y balancear la PD ruminal en 36 a 40% en las últimas tres semanas antes del parto, utilizando subproductos proteicos de animales, por ejemplo: harina de sangre, harina de pescado, son excelentes fuentes de aminoácidos esenciales durante las tres ultimas semanas antes del parto, recordando siempre que la vaca necesita tener reservas de proteína de alta calidad, debido a que el feto consume grandes cantidades de aminoácidos (que son los ingeridos por su propia madre).

Hemos observado que cuando la vaca consume en su dieta harinas de sangre o de pescado antes del parto, la perdida de condición corporal es mínima y la producción es más alta, el suministro de aminoácidos protegidos durante el periodo de transición es una extraordinaria ayuda.

El uso de levaduras o cultivos de levaduras, para la vaca en periodo de transición tiene como objeto, que los animales pierdan menos peso después del parto y tenderán a tener calificaciones corporales más altas. Se recomienda dar 10 a 20 gramos por vaca al día, empezando 3 a 4 semanas antes del parto y concluyendo a las 4 semanas posteriores al parto.

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