ESTRATEGIAS NUTRICIONALES PARA MEJORAR LA SALUD DE LAS VACAS

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ESTRATEGIAS NUTRICIONALES

En las últimas décadas, los avances en selección genética han permitido aumentar la producción de leche en las vacas lecheras. Pero los datos registrados en los últimos diez años parecen indicar que este aumento de la producción se ha logrado a costa de un descenso de la fertilidad y la longevidad.

Hassan Taweel, Oost-Vlaanderen, Bélgica, Ruminant Business Development Manager

Este incremento en la producción de leche propiciado por la genómica ha conllevado una predisposición de las vacas actuales a padecer episodios de balance energético negativo (BEN) durante y poco después del periodo de transición. Un BEN pronunciado causa numerosos trastornos metabólicos, como la cetosis o la esteatosis hepática (hígado graso), pero también está asociado a una inmunodepresión y al aumento del riesgo de sufrir otras enfermedades metabólicas e infecciones. Además, también provoca una disminución del rendimiento reproductivo, ya que afecta al desarrollo del ovocito y a la expresión del estro.

Una estrategia nutricional eficaz para el periodo de transición empieza mucho antes del inicio de éste: comienza al final de la lactación. El manejo correcto de la ración durante el final de la lactación y el periodo seco es de vital importancia para evitar un engrasamiento excesivo en el parto (condición corporal alta).

Principio de la lactación

Una estrategia nutricional eficaz para el periodo de transición empieza mucho antes del inicio de éste: comienza al final de la lactación. El manejo correcto de la ración durante el final de la lactación y el periodo seco es de vital importancia para

Alimentación de la vaca en el postparto

Reducir la duración del periodo seco en las vacas multíparas (30 días) puede mejorar la adaptación metabólica y los niveles de insulina de la vaca y disminuir también la movilización de la grasa corporal al inicio de la lactación. Son muchos los investigadores que han descrito que acortar el periodo seco en estas vacas a 30 días, en comparación con la mayor duración que suele tener (60 días), aumenta la insulinemia y disminuye los niveles sanguíneos de ácidos grasos no esterificados (NEFA) y β-hidroxibutirato (BHBA) después del parto. Además, este acortamiento conlleva mejoras en el porcentaje de proteínas de la leche con un efecto mínimo o nulo sobre su contenido de grasa. Administrar a las vacas después del parto (primeras cuatro a cinco semanas de lactación) raciones estimuladoras de la insulina (es decir, raciones glucogénicas con > 18 % almidón y < 4 % grasa), junto con hepatoprotectores como la colina (Nutri-Chol), la niacina (Nutri-PP) y la metionina (Nutri-Meth) protegidas de la acción del rumen, aumenta los niveles plasmáticos de insulina y reduce la movilización de la grasa corporal, la concentración sanguínea de los NEFA y el BHBA y los triglicéridos hepáticos. Y lo que es aún más importante: algunos estudios recientes han demostrado que proporcionar a las vacas raciones estimuladoras de la insulina durante el periodo de transición favorece el rápido retorno a la ciclicidad y la expresión del estro, factores importantes para garantizar unas buenas tasas de concepción y fertilidad.