LA HIPERINMUNIZACIÓN ES UNA HERRAMIENTA EFICAZ PARA CONTROLAR Y ERRADICAR LA IBR
La rápida propagación de la rinotraqueítis infecciosa bovina, junto con una vacunación a gran escala, trajo como resultado una alta seroprevalencia.
Etienne Thiry Virología Veterinaria y Enfermedades Víricas Animales.
Rinotraqueítis infecciosa bovina: una infección latente de por vida La rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR, por sus siglas en inglés) es una enfermedad vírica contagiosa del ganado causada por el alfa- herpesvirus bovino herpesvirus 1 (BoHV1).
Esta infección vírica se conoce desde hace mucho tiempo y solo su manifestación genital, la vulvovaginitis pustulosa infecciosa, se había descrito antes de los años 50, cuando la enfermedad respiratoria, denominada IBR, surgió en Norteamérica como consecuencia de la intensificación de la ganadería.
a enfermedad respiratoria se extendió por todo el mundo y llegó a Europa en los años 70. La manifestación IBR es la enfermedad de BoHV1 diagnosticada con más frecuencia. En cuanto el virus se adaptó al tracto respiratorio, se propagó rápidamente entre las poblaciones de ganado. Esta característica, asociada a una vacunación aplicada a un gran número de animales, fue la responsable de la alta seroprevalencia registrada en muchos países europeos.
El BoHV1 se transmite a través de secreciones nasales (o genitales). La transmisión es principalmente directa de animal a animal por vía respiratoria (o genital). También es posible la transmisión indirecta a través de ropa o materiales infectados. El aerosol puede diseminar el virus hasta al menos 4 metros de distancia en condiciones de campo. La transmisión vertical ocurre en vacas gestantes no inmunizadas cuando el virus atraviesa la placenta e infecta al feto. Después de la infección respiratoria primaria, el BoHV1 se replica muy eficazmente en las células de la mucosa nasal y se excreta en cantidades muy grandes, más de un millón de virus infecciosos por 100 mg de moco durante entre 10 y 14 días. Alcanza las neuronas sensoriales de los ganglios del trigémino por transporte axonal retrógrado, donde el virus establece una infección latente después de la infección primaria o la reinfección. La infección latente es de por vida y puede verse interrumpida por la reactivación y reexcreción del virus. La reactivación del BoHV1 es consecuencia de varios estímulos identificados que se encuentran normalmente durante la vida de una vaca: el transporte, el parto, el tratamiento con glucocorticoides, la sobreinfección vírica y la infestación por Dictyocaulus viviparus. La reexcreción suele ser clínicamente silenciosa, pero la cantidad de virus reexcretados puede ser tan elevada como durante la infección primaria y dura varios días, pero generalmente menos que durante la infección primaria. El nivel de reexcreción está directamente relacionado con el nivel de la respuesta inmunitaria específica en el momento de la reactivación. Por tanto, la inmunización activa del ganado, por ejemplo mediante vacunación, es esencial para garantizar un control de la excreción de virus infecciosos después de la infección primaria y la reactivación (para una revisión, ver Muylkens et al., 2007; Raaperi et al., 2014).
La circulación de BoHV1 en un rebaño es la consecuencia de la reactivación vírica y la reexcreción por parte de un miembro del rebaño infectado de forma latente o de la introducción de un animal infectado de forma aguda o latente que experimenta una reactivación debido al transporte. La introducción de tres vacas que reexcretan BoHV1 en un rebaño provocó una alta tasa de transmisión de la infección con una tasa de reproducción R0 = 7, lo que significa que cada vaca que reexcretaba fue responsable de un promedio de 7 nuevas infecciones (Hage et al., 1996).
La enfermedad clínica por IBR es esporádica. Los brotes generalmente se observan en invierno, pero la incidencia de enfermedad clínica es baja independientemente de la tasa de prevalencia en una región determinada. En Europa, se observa con frecuencia una alta seroprevalencia sin una alta incidencia de la enfermedad. Se explica por la circulación de cepas hipovirulentas, como sugieren los resultados de la inoculación experimental de terneros con cepas de virulencia variable. Sin embargo, incluso la infección subclínica por BoHV1 puede ser responsable de pérdidas de producción en un rebaño: se asoció a una reducción en la producción diaria de leche (Statham et al., 2015).
Ocho países europeos están oficialmente libres de IBR
Ocho países europeos están libres de IBR en este momento. Iniciaron programas de erradicación del IBR con el objetivo de erradicar la infección por BoHV1. Cuando la seroprevalencia es baja, el programa solo consiste en la identificación y la eliminación de los animales seropositivos (los animales seropositivos se consideran de hecho infectados con BoHV1 de forma latente). Las pruebas serológicas periódicas en muestras de suero combinadas o en leche de tanque permiten supervisar el estado de cada granja. Esta estrategia de ”prueba y sacrificio” es suficiente para erradicar con éxito la IBR sin vacunación, como sucedió en Austria, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia y Suiza, así como en la provincia de Bolzano, la región del Valle de Aosta en Italia y el isla de Jersey en el Reino Unido.