LA IMPORTANCIA DEL PISADO EN LOS ENSILADOS DE MAÍZ
En este trabajo se ofrecen las principales claves que debemos tener en cuenta a la hora de realizar nuestras labores de ensilado y ponemos especial atención en el pisado del silo como una de las partes más importantes de nuestra tarea, si queremos conseguir una compactación óptima y asegurar así la conservación de nuestro forraje.
Gustavo García Ingeniero agrónomo. Jefe Producto maíz y forrajeras en Limagrain Ibérica SA
La cosecha es una fase clave para la calidad del forraje. Después del periodo de cultivo, en un día decidimos cuáles van a ser las calidades de nuestro ensilado para el resto del año; por lo tanto, se trata de una decisión muy importante; debemos escoger el momento adecuado y hacer las labores adecuadas (picado, pisado y sellado) para asegurar la correcta conservación del forraje.
El aire es el principal enemigo de un ensilado, por ello debemos hacer todo lo posible para que en nuestro silo quede la menor cantidad posible de este elemento.
En cada metro cúbico de un silo de maíz forrajero hay tres compartimentos: la materia seca (MS) del maíz forrajero, el agua del forraje y el aire. El propósito de la operación de compactación del ensilado es eliminar el aire y, por lo tanto, el oxígeno de la masa de forraje. El apisonamiento reduce la porosidad del silo. De hecho, la alta porosidad es perjudicial para la buena conservación del ensilaje por dos razones:
• Cuando el silo está cerrado, la presencia de oxígeno retrasa la consecución de las condiciones anaeróbicas necesarias para el desarrollo de bacterias que producen el ácido láctico. Durante este tiempo en el que tenemos oxígeno en el silo, los microorganismos no deseados provocan pérdidas y se multiplican, que serán aún más numerosas en cuanto se que abrimos el silo, una alta porosidad permite que el oxígeno penetre rápida y profundamente en el forraje, lo que aumenta la actividad nociva de levaduras y mohos.
EL AIRE ES EL PRINCIPAL ENEMIGO DE UN ENSILADO, POR ELLO DEBEMOS HACER TODO LO POSIBLE PARA QUE EN NUESTRO SILO QUEDE LA MENOR CANTIDAD POSIBLE DE ESTE ELEMENTO
El objetivo en maíz forrajero sería ensilar con materia seca de entre 32-35 %, para que se pueda garantizar una buena conservación del silo y un forraje de calidad. Si aumentamos el contenido de la materia seca, en el momento de ensilar hay que ser más rigurosos a la hora de pisar, ya que aumentamos considerablemente el volumen de aire que contiene el ensilado. En un ensilado con 32 % de MS el volumen de aire se corresponde con un 9 % del volumen de silo, pero, si aumentamos a un 40 % de MS, ese volumen de aire representa el 29 %, más del triple.
Otro factor que debemos tener muy en cuenta a la hora de hacer un buen pisado de maíz es la longitud de corte; debemos regularla en función del contenido de materia seca (cuanto más seco esté el maíz, más fino deberemos picar para asegurarnos una buena compactación).
Aunque esta longitud de corte varía en función del tipo de corte usado y de los deseos de longitud de fibra en el pesebre, una orientación en el momento sería la que se refleja en la tabla 1.
El término que usamos para saber si hemos hecho una buena compactación de maíz es la densidad: kg materia seca de maíz/m3 . La mayoría de la bibliografía nos dice que debemos conseguir una densidad en el silo 220 kg MS/m3 (en función del contenido en materia seca aproximadamente 700 kg silo húmedo/m3 ). Con el fin de conseguir esta densidad óptima, debemos seguir unos pasos correctos. Para compactar lo máximo posible debemos usar máquinas con un peso elevado; cuanto más alto es el peso del tractor o máquina empleada para el pisado, más es la densidad obtenida. En la gráfica n.o 1 vemos cómo crece la densidad del ensilado al aumentar el peso del tractor, pasamos de 225 kg MS/m 3 con un tractor de 4.500 kg a más de 300 kg MS/m 3 al usar uno de 9 toneladas de peso; de ahí la importancia de añadir peso extra al tractor en el momento del pisado bien sea con contrapesos o con algún apero que nos ayude en el pisado y extendido.
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