LA EFICIENCIA DE UTILIZACIÓN DE LA ENERGÍA EN BOVINOS
Los sistemas de producción de bovinos difieren en la eficiencia de utilización de la energía.
GD Mendoza-Martínez1, FX Plata-Pérez1, R Espinosa-Cervantes1, A Lara Bueno2
Las transformaciones en el proceso de la partición de la energía de los rumiantes deberían ser estudiadas para buscar alternativas de manejo nutricional que permitan reducir las pérdidas e incrementar la energía retenida en productos utilizables.
Las prácticas que permitan incrementar la digestibilidad del alimento, repercutirán en un mayor consumo de energía digestible, tales como consumo adecuado de N, aditivos como enzimas exógenas, y algunos tratamientos de esquilmos o de granos.
Para incrementar la energía metabolizable (EM) es necesario reducir las pérdidas de energía en orina y en gases de la fermentación. Para lo primero se deben de evitar excesos de compuestos nitrogenados degradables en rumen en la dieta y el uso de amino ácidos protegidos de la degradación ruminal. Para lo segundo habrá que considerar los productos finales de la fermentación de acuerdo a la relación forraje:concentrado y el uso de ionóforos. Para aumentar la energía neta, es necesario reducir el calor producido, lo cual no es sencillo dado que existe producción de calor asociada con el metabolismo basal, la actividad y el intercambio calórico y el consumo de EM. Es importante considerar las posibles estrategias nutricionales que puedan incrementar la eficiencia de utilización de la energía en los diferentes sistemas de producción.
INTRODUCCIÓN
En México los diversos sistemas de producción de bovinos van desde la ganadería de traspatio hasta el pastoreo en todas las regiones climáticas, con sistemas que tienen un alto grado de tecnificación (Herrera et al. 1998). Toda esta variedad con su diversidad de componentes (razas, clima, manejo, condición sanitaria, entre otros) impactan la eficiencia de utilización de la energía, los requerimientos del animal y la productividad de carne o leche. Un ejemplo particular son los sistemas lecheros a pequeña escala en la región central del país, donde las estrategias nutricionales tradicionales son menos efectivas cuando la disponibilidad de nutrientes varían a lo largo del año (Val-Arreola et a/. 2005).
El crecimiento poblacional y el fenómeno de la urbanización resultan en una demanda mayor en el requerimiento de alimentos de origen animal, por lo que es necesario que se incremente la producción de carne de bovino en un 18 % y la de leche en un 45 % para cubrir la demanda de estos productos (de Boer et a/. 1994). La producción anual de carne y leche de bovinos en países desarrollados es casi cinco veces mayor que la producida en subdesarrollados (de Boer et a . 1994). En México se estima que la población total de bovinos es alrededor de 28 millones de cabezas y que el 30% se encuentra en sistemas de tipo familiar o de traspatio y el 70 % tiene cierto grado de tecnificación (Herrera et a/. 1998), por lo que el impacto en mejorar la eficiencia de utilización de la energía es una de las alternativas más viables para responder a los retos de la producción de alimentos de bovino.
Los modelos que predicen la respuesta a la producción del ganado son el resultado de las diferencias en el nivel de nutrición y están basados en la partición del consumo de energía entre mantenimiento y las funciones de crecimiento o producción (Anónimo 2000) y son de utilidad para evaluar las dietas y cambios en tecnología en los distintos sistemas de producción. Webster (1978) definió que el requerimiento de mantenimiento de un animal como la cantidad de energía metabolizable que exactamente equilibraría la producción de calor y no producir ninguna pérdida o ganancia en las reservas de energía del cuerpo. Una condición necesaria para esta definición es que el animal debe estar en equilibrio con respecto a su peso y a su composición corporal.
ARTICULOS COMPLETO MANEJO NUTRICIONAL PARA MEJORAR LA EFICIENCIA DE UTILIZACION DE LA ENERGIA EN BOVINOS