NUEVOS OBJETIVOS DE SELECCIÓN GENÉTICA

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SELECCIÓN GENÉTICA  

Hacemos un repaso por los diferentes criterios de selección que se han ido primando para la mejora genética de la raza Holstein y avanzamos los factores que están cogiendo cada vez más peso en esta materia.

Fernando Rego López 1 , José Luis Méijome Blanco 1 Técnico de apareamientos de Africor Lugo 2 Técnico de apareamientos de Africor Pontevedra

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Si hacemos un repaso rápido por la evolución de la raza Holstein, desde los inicios hasta nuestros nos damos cuenta de que pasó de ser una raza de doble aptitud, de leche y de carne, a tener una marcada aptitud láctea. Los primeros objetivos de selección se orientaron a conseguir que estas vacas dieran más cantidad de leche y que, al mismo tiempo, fueran más persistentes, es decir, que prolongaran su lactación el máximo tiempo posible.

Con la selección genética se fueron escogiendo los animales para que cada vez fueran produciendo más y más leche. Así, hoy en día tenemos frisonas que, una vez que paren y empiezan la lactación, suben a picos de producción inimaginables hace treinta años y pueden dar leche durante más de dos años sin volver a parir. Eso es lo que llamamos persistencia en la lactación, una de las características que creemos que más ha cambiado desde el principio hasta ahora en cuanto a la producción de leche.
Una vez que los animales fueron capaces de producir una cantidad considerable de leche, la selección se fijó en otros objetivos: en la producción de sólidos, de grasa y de proteína, y después en la mejora de todos los rasgos de tipo, ubres, patas, estructura y capacidad. Desde que conseguimos que las vacas se parecieran cada vez más a ese prototipo o morfotipo, animales muy productores de leche y de calidades, con unas ubres muy fáciles de ordeñar, con patas que las aguantaran durante mucho tiempo y con unas estructuras sólidas, las inquietudes giraron hacia los caracteres funcionales. Es decir, se dieron cuenta de que las vacas no solo duraban más por tener buenas estructuras y producir más, sino que había algo a mayores. Dos animales pueden tener buenas ubres, buenas patas y ser igual de productores y, en cambio, uno ser capaz de reproducirse mejor que el otro o ser menos propenso a padecer enfermedades.

LOS CARACTERES FUNCIONALES

La propia evolución de nuestro índice, del ICO, fue cambiando. Referencia en tipo fueron siempre Canadá o Italia; en producción, EE. UU. o Francia, y España navegó en medio de esas dos corrientes. Primero, los que más peso tenían eran los caracteres de producción; después cogieron mucha fuerza los de tipo –ubres, patas y estructura–, y ahora están en alza los caracteres funcionales o de salud.

Tanto recuentos celulares como longevidad o como días abiertos son criterios que ganan importancia, sobre todo, por su mayor fiabilidad, pues en las granjas de hoy se recoge más información y esto favorece la credibilidad de los datos que nos aportan.

En el caso de los recuentos de células somáticas no se busca nada nuevo. Se seleccionan los animales con recuentos celulares bajos para evitar problemas de mamitis, pues es una de las enfermedades más importantes y que más dinero hace perder en una raza de producción lechera, y descartar cantidad de leche. Lo que se tiene muy en cuenta es que entre el RCS y la velocidad de ordeño hay una relación peligrosa, la cual nos hace pensar que un carácter afecta negativamente al otro. Si buscamos vacas con muy buenos datos para los RCS, tendremos que contar con que, por lo general, son animales con peores datos para la velocidad de ordeño y, si perseguimos animales con alta velocidad de ordeño, suelen tener peores datos de RCS, más altos. La causa de esta relación tiene su origen en que una vaca que se ordeña muy fácil vierte más leche en las camas y, de ahí, el incremento en el recuento de células somáticas. Ante esto, a la hora de seleccionar a los toros debemos buscar un equilibrio entre los RCS y la velocidad de ordeño.

Si ponemos el foco en la longevidad, es cierto que el ideal de vaca en los últimos años cambió mucho. Antes buscábamos animales mucho más altos, con mucha más profundidad de costilla. Esa altura estaba pensada para favorecer la profundidad de la ubre y para que estuviese lo más separada del suelo posible, pero hoy en día ese criterio de selección es diferente. Para sistemas intensivos, con vacas estabuladas, los animales más altos y más grandes nos ocasionan mayores problemas de manejo en el día a día, con lo cual se producen muchas más bajas. Hay que tener en cuenta el manejo de cada explotación pero, en igualdad de condiciones, los animales más grandes siempre se dañan más en los cubículos, son más complicados de manejar, más difíciles de montar cuando están en celo… Es un criterio de selección que nos va a influir mucho en la longevidad de los animales, por ello, ahora no se buscan ejemplares tan altos, sino tamaños medios con costillas abiertas para que produzcan leche, sin tanta estatura.

Otro de los caracteres funcionales con los que trabajamos, con cada vez mayor importancia, es la fertilidad de las hijas, que tiene también mucha relación con la producción de leche. En general es muy difícil encontrar toros con una producción de leche muy alta y con muy buenos datos para días abiertos o para fertilidad de hijas. Como en los otros casos, debemos conseguir un equilibrio entre los dos índices, pues, aunque es verdad que es difícil conseguirlo, es posible lograr altas producciones con buenos datos de fertilidad. Creemos que es un criterio al que debemos dar mucha prioridad porque puede hacer ganar mucho dinero en las explotaciones.

La facilidad de parto fue un punto que se revisó siempre pensando, sobre todo, en las novillas y ahora mismo se están teniendo en cuenta ya dos facilidades de parto, la facilidad de parto directa, propia del toro, y la facilidad de parto de las hijas. No obstante, creemos que, según van avanzando las líneas de la selección genética, este parámetro va a perder un poquito de peso porque las novillas se deberían inseminar con semen sexado, con el que ya se minimizaría el riesgo de la facilidad de parto; todos sabemos que las hembras nacen con menor peso que los machos, lo que facilita el parto de las vacas primíparas.

“La tendencia en La actuaLidad hace que se primen Las caLidades, sobre todo en cuanto a Las proteínas”

SELECCIÓN POR CALIDADES

Aunque sí se sigue seleccionando por producción, la tendencia en la actualidad hace que se primen las calidades, sobre todo en cuanto a las proteínas. Las caseínas lácteas las podemos dividir, en lo referente a la selección, en betacaseínas y kappa-caseínas. Lo importante es que cada explotación tenga claro su objetivo y seleccione con base en esa dirección. Tanto es así que, por ejemplo, a la gente que se dedique a la producción de leche para la industria quesera le interesará más seleccionar por la kappacaseína, que va a ser la que le influya en el rendimiento quesero. A otros ganaderos, cuya explotación esté

dirigida a la producción de leche líquida, puede ser que les interese que su leche sea A2A2. Por el momento, que sepamos, no existe ninguna base científica que confirme las bondades de esta leche, pero sí se cree que es más digestible por la mayoría de los consumidores y es una tendencia que ya está siendo efectiva en otros países como EE. UU. o Australia, donde sí se está envasando leche A2A2.

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