PRODUCCIÓN IN VITRO DE EMBRIONES SEXADOS, MEDIANTE ASPIRACIÓN DE OVOCITOS POR LAPAROSCOPÍA

A PARTIR DE BECERRAS DE 3 MESES DE EDAD

Introducción

En la actualidad la producción in vitro de embriones (PIV) y la transferencia de embriones (TE) han tenido un gran impacto en la producción animal. Esta tecnología ha tenido tanta aceptación que se está aplicando en escala comercial alrededor del mundo y ha venido creciendo a un porcentaje de alrededor del 12% anual, de acuerdo con las estadísticas de la Sociedad Internacional de Tecnologías de Embriones (Viana, 2021).

Horacio Álvarez Gallardo Álvarez-Gallardo H1, Velázquez-Roque A2, Martínez-Sandoval JR3, Ochoa-Estrada E3, Arenas-Sánchez LJ3, Villaseñor-González F4, Kjelland ME5,6, Romo S7. Nacional de Recursos Genéticos, INIFAP, Tepatitlán, Jalisco, México. 
 2H&A Biotecnologías en Reproducción Animal, Tepatitlán, Jalisco, México.
 3Práctica Privada, Querétaro, México
4Campo Experimental Centro Altos de Jalisco, INIFAP, Tepatitlán, Jalisco, México.
 5Conservation, Genetics & Biotech, LLC, Valley City, North Dakota, USA. 
 6Mayville State University, North Dakota, USA. 
 7Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, UNAM, Cuautitlán, México, México

Introducción

En el caso del ganado bovino la PIV es ampliamente aplicada y la mayoría de los embriones producidos a nivel mundial son generados por esta tecnología. La PIV ha desplazado de forma importante a la superovulación (producción in vivo de embriones) debido a muchos factores, siendo los más importantes el uso del semen sexado de forma más eficiente, así como poder utilizar diferentes toros con ovocitos de la misma donadora al mismo tiempo. Otra de las razones de la amplia aplicación de la PIV, es el avance en otras tecnologías reproductivas como el sexado espermático y la aspiración folicular guiada por ultrasonido (OPU), esta última, ha permitido la colección eficiente de ovocitos a partir de animales vivos, además de ser mínimamente invasiva y altamente repetible sin afectar el bienestar animal de las donantes. Sin embargo, en especies de menor tamaño como los ovinos, caprinos y cérvidos la colección de ovocitos no se puede realizar mediante OPU. Para ello se desarrolló en la década de los 90’s la aspiración de ovocitos por laparoscopía (LOPU), desde entonces se ha perfeccionado y adaptado para su aplicación en una gran variedad de animales domésticos y silvestres (Pierson et al., 2004; Locatelli et al., 2006).

La técnica de LOPU tiene muchas ventajas sobre la técnica de OPU, como la visualización del ovario, lo cual permite que se pueda discrepar entre los folículos a aspirar, reduciendo el daño al estroma ovárico. La repetición de los procedimientos LOPU en la misma hembra no causa secuelas con impacto en la vida reproductiva de la hembra, incluso cuando se realiza en animales prepúberes o salvajes (Alecho et al., 2018). Una de las principales aplicaciones de la LOPU es en animales prepúberes, existen reportes de colección de ovocitos de becerras de 2 meses de edad. Mediante la aspiración de hembras prepúberes, se disminuye el intervalo generacional y con esto se acelera el mejoramiento genético (Baldassarre et al., 2018).

El primer reporte de PIV a partir de becerras prepúberes fue reportado en 1992 (Amstrong et al.), en este trabajo colectaron ovocitos por LOPU de becerras de 3 a 8 semanas de edad, consiguiendo 1 cría nacida después de las transferencias. Sin embargo, los resultados PIV a partir de ovocitos de becerras prepúberes habían sido bajos, alrededor de 10% de blastocistos (Currin et al., 2017; Velázquez et al., 2019). En la actualidad existen protocolos de estimulación ovárica para la eficiente PIV a partir de hembras prepúberes. Estos tratamientos consisten en la aplicación de gonadotropinas exógenas a diferentes intervalos de tiempo entre aplicaciones. El protocolo que mejores resultados ha tenido requiere de 5 inyecciones de FSH cada 8 horas acompañadas de una dosis de eCG (Baldassarre et al., 2018), este protocolo tiene el inconveniente de requerir muchos manejos, lo que lo hace muy laborioso e incómodo para las donadoras, por lo que se requiere de un protocolo con menor número de aplicaciones de FSH, lo cual facilitaría la aplicación de la selección genómica de donadoras, la LOPU, la PIV y el sexado espermático para acelerar el mejoramiento genético en el ganado bovino (Currin et al., 2021).

Objetivo

Evaluar la PIV con semen sexado de última generación, a partir de becerras de 3 meses de edad, mediante la aplicación de 3 protocolos de estimulación ovárica.

Materiales y métodos

Animales
 


Se utilizaron 15 becerras de 3 meses de edad de la raza Holstein, clínicamente sanas, las cuales se dividieron en tres grupos de 5 becerras cada uno, y fueron marcadas con crayón de diferente color por cada grupo (Imagen 1).

Estimulación ovarica
 


Se evaluaron tres protocolos de estimulación (5 hembras por cada protocolo): 1) el día 0 se colocó un dispositivo intravaginal para borregas (DIV) de 0.3 g de progesterona, el día 2 se inició con la aplicación de FSH (purificada) cada 8 horas en 5 aplicaciones + eCG en la sexta aplicación (8 h después de la aplicación 5 de FSH) y en el día 5 se retiró el DIV y se realizó la LOPU; 2) de la misma forma que en el protocolo 1 con la diferencia de que se realizaron 4 aplicaciones de FSH cada 8 horas + eCG en la quinta aplicación; 3) de la misma forma que en el protocolo 1, solo que aquí se realizó una aplicación de FSH + eCG en el día 2. Los protocolos se ejemplifican a continuación:

Aspiración de ovocitos por laparoscopía (LOPU)
 


La LOPU se realizó bajo anestesia a nivel de campo, se utilizó ketamina (5 mg/kg IM) más xilazina (0.2 mg/kg IM) previo ayuno de sólidos de 24 horas y agua de 12 horas. Una vez anestesiada, la donadora se colocó en decúbito dorsal en una camilla laparoscópica para rasurar y desinfectar la zona abdominal inmediatamente craneal a la ubre.

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