Investigaciones previas han demostrado que en condiciones normales las vacas preñadas permanecen en el rebaño 420 días más comparadas con sus compañeras de grupo que están “abiertas” (no preñadas). Bajo condiciones ideales una vaca debería preñarse 85 días después del parto (postparto) para poder alcanzar una producción de leche óptima. Se recomienda que estas vacas deben parir cada 12.5-13 meses. En un hato bien manejado 90% de las vacas deben mostrar celo antes de los 50 días postparto. Los datos del programa Dairy Records Management Systems (DRMS) han demostra-do que hatos de alta producción tienen porcentajes de concepción bajos, mayor numero de días abiertos y una menor tasa de detección de celo.

Entre las causas principales de intervalos entre partos prolongados se incluyen: fallas en la detección del celo, esperar demasiado tiempo después del parto para inseminar las vacas nuevamente, y tasas de concepción bajas. La identificación de animales abiertos en su programa de inseminación artificial (IA) puede ayudar a mejorar la eficiencia reproductiva del rebaño. Existen varias alternativas disponibles para los productores para controlar estos problemas reproductivos, las cuales varían en costos y beneficios. Estas incluyen los programas de sincronización de celo y ovulación utilizando una variedad de hormonas inyectables y diferentes protocolos y períodos de tiempo.

Programas de Inyección de Prostaglandinas

La prostaglandina F2α (PGF2α) puede ayudar a formar grupos animales que entran en celo al mismo tiempo. Los ani-males deben estar ciclando y la detección de celo debe ser eficiente para que estos programas sean exitosos. Estos pro-gramas pueden ser usados exitosamente en vacas o en novillas (o vaquillas). Por otra parte los programas de sincroni-zación de la ovulación (se discutirán mas adelante), funcionan mejor en vacas que en novillas.

Si está trabajando con novillas, estas deben tener al menos 60% de su peso adulto cuando se inseminen a los 15 meses de edad. Esto permitirá que estas tengan el parto a los 2 años de edad. Las novillas de raza Jersey deben pesar más de 500 libras al momento de la IA, las novillas Airshire y Guernsey más de 650 libras y las Brown Swiss y Holstein más de 750 libras. Los productores al menos necesitan usar una cinta de peso para monitorear el crecimiento regularmente.

Las novillas son los animales más fértiles en el hato y deben ser inseminadas artificialmente utilizando semen de toros genéticamente superiores. Seleccione aquellos toros conocidos por su producción de partos fáciles. Recuerde que to- ros con una tasa de preñez baja (DPR por sus siglas en inglés) bajo inseminación artificial pueden funcionar mejor en aquellos animales con alta fertilidad como lo son las novillas en comparación con las vacas del rebaño.

Los programas de inyección de prostaglandina requieren la detección del celo. Este es el primer paso al intentar preñar un animal. Las vacas muestran signos de celo durante 3-5 minutos consecutivos en varias oportunidades durante el peri- odo de estro (aproximadamente 12-18 horas). La detección de celo debe ser conducida de forma rutinaria. El principal signo de celo en una vaca es quedarse parada y dejarse montar por otras vacas. En muchos hatos, fallas en la detección del celo es una causa más importante de problemas reproductivos que la baja tasa de concepción. Detecte los celos tres veces al día por 30 minutos cada vez. Los periodos de celos solo duran de 8 a 15 horas y pueden comenzar a cualquier hora del día o de la noche. Los animales en pisos de concreto no son tan activos como aquellos en pisos de tierra o pas- tando y esta actividad es menor cuando los animales son ordeñados o están comiendo.

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