En todas las modernas instalaciones destinadas a la explotación del ganado lechero, se deben tomar en consideración muchos factores, entre ellos es indispensable priorizar el aspecto sanitario, con el cual pueden ser controladas las variaciones en el ritmo normal de producción y ser eliminados los posibles fracasos de tipo económico.

Los problemas sanitarios que afectan al ganado productor de leche tienen una triple dimensión; por una parte es preciso considerar la posible incidencia de enfermedades de carácter epizoótico que en un momento dado pueden afectar a todo o casi todo el ganado estabulado, dando lugar a pérdidas incalculables.

En segundo término, es necesario tomar en cuenta los problemas patológicos individuales, derivados de una sanidad deficiente, caso concreto la mastitis y la esterilidad, que junto con el aborto son los problemas más frecuentes en un establo. Todos y cada uno de ellos determinan pérdidas económicas que ningún ganadero moderno puede soportar, dados sus altos costos de producción.

Por último, la sanidad tiene una influencia determinante en la producción lechera, así como en la calidad de la misma, esto dará lugar a mayores pérdidas ya que bajo malas condiciones sanitarias, nunca se llegará a producir el potencial que todas y cada una de las vacas tiene, considerando el aspecto genético.

En resumen, se debe mantener un alto grado de sanidad en las explotaciones lecheras, para lograr un rendimiento que esté de acuerdo con la inversión que en la actualidad se tiene que hacer para integrar una unidad productiva.