Un establecimiento mal diseñado puede tener un importante efecto en los índices de renquera de cualquier operación. Si: 1) los echaderos son poco confortables para echarse/ levantarse; 2) faltan echaderos; 3) las vacas permanecen sobre el cemento por mucho tiempo (en pasillos y corrales de espera); 4) hay mucha distancia para desplazarse hacia la sala de ordeño; 5) hay poca inclinación en las zonas de circulación; 6) el cemento tiene una superficie inadecuada (o muy abrasivo o muy suave y resbaladizo); y 7) no hay ventilación en climas cálidos (lo cual aumenta el estrés), sin duda, se elevarán los índices de renquera.

Asimismo, estas causas también elevan los casos de renquera: 1) demasiadas vacas en los corrales de espera o cerca de las fuentes de alimentación; 2) ambientes húmedos o sucios (por ej.: restos de estiércol en pasillos y áreas de alimentación y desplazamiento); 3) falta de material en los echaderos o cambio del material con poca frecuencia; 4) cemento en vez de colchones debajo de los echaderos; 5) zonas irregulares (piedras y graval); 6) las vaquillas no deben pararse sobre el cemento antes del alumbramiento; 7) corte inadecuado de las pezuñas o con poca frecuencia; 8) demasiadas moscas (estrés); y 9) las vacas reciben un trato agresivo por parte de los ordeñadores (estrés).