COSTE DE LAS MASTITIS CON ESPECIAL ÉNFASIS EN LOS EFECTOS SOBRE LA REPRODUCCIÓN
En este estudio desglosamos los diferentes costes en que nos hace incurrir la presencia de mamitis en nuestras vacas con el fin de que cada ganadero o ganadera calcule los gastos que le puede suponer en su propia explotación.
En las últimas décadas el sector lácteo se ha visto obligado a afrontar numerosos cambios estructurales que han provocado una profunda reestructuración de las explotaciones ganaderas.
Así, asistimos a la desaparición de numerosas granjas de “escasa rentabilidad”, algo que se compensó, por lo menos en parte, con un aumento significativo de las dimen- siones de las restantes. Además, esta modernización se basó en cambios de diseño con la pretensión de conseguir un aumento de la rentabilidad y del bienestar de nuestros animales.
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas el sector lácteo se ha visto obligado a afrontar numerosos cambios estructurales que han provocado una profunda reestructuración de las explotaciones ganaderas. Así, asistimos a la desaparición de numerosas granjas de “escasa rentabilidad”, algo que se compensó, por lo menos en parte, con un aumento significativo de las dimensiones de las restantes. Además, esta modernización se basó en cambios de diseño con la pretensión de conseguir un aumento de la rentabilidad y del bienestar de nuestros animales.
Merece destacar la evolución que han sufrido los métodos de ordeño. Desde la introducción de las primeras salas hasta los modernos robots, su pretensión fue mejorar los procedimientos, de tal forma que se redujera la contaminación de la leche y mejorara la salud de la ubre. Sin embargo, aún hoy en día las mamitis siguen siendo una de las mayores preocupaciones de la industria, ya que generan enormes pérdidas económicas.
Hay que recordar que los animales que padecen este proceso disminuyen la rentabilidad de la granja, ya que se produce un descenso de la producción (además de la necesidad de eliminar la leche de los animales tratados), existe un aumento de las horas de trabajo y de los costes en servicios veterinarios y se produce una reducción de la eficiencia reproductiva y de la vida productiva de los animales, lo que lleva a un aumento de los costes de reposición. En la bibliografía encontramos numerosas referencias a cuánto cuesta un caso de mamitis y vemos que el valor oscila en una horquilla amplia en función del autor consultado (Halasa et al., 2007: 287 €; Pérez-Cabal y col., 2008: 117 €; Heikkila et al., 2012: de 112 € a 1.496 €). Está claro que este dato variará dependiendo de las características de cada explotación. Por eso, si lo que queremos es calcular el coste real de las mamitis en nuestra explotación, deberemos conocer cómo se calcula ese valor y no basarnos en una cifra genérica que no tiene por qué ser la más adecuada para nuestro caso.
L.A. Quintela1, A. de Prado2, J.J. Becerra1, A.I. Pena1, G. Fernández3, A. Prieto3, J.M. Díaz-Cao3, A. Iglesias4, R. Panadero3, P. Díez-Baños3, P.G. Herradón1
1Unidad de Reproducción y Obstetricia. Departamento de Patología Animal. Facultad de Veterinaria de Lugo. Universidad de Santiago de Compostela2Ceva Sante Animale. Libourne. Francia 3Investigación en Sanidad Animal de Galicia (Invesaga). Departamento de Patología Animal. Facultad de Veterinaria de Lugo. Universidad de Santiago de Compostela 4Departamento de Anatomía y Producción Animal. Facultad de Veterinaria de Lugo. Universidad de Santiago de Compostela
Merece destacar la evolución que han sufrido los métodos de ordeño. Desde la introducción de las primeras salas hasta los modernos robots, su pretensión fue mejorar los procedimientos, de tal forma que se redujera la contaminación de la leche y mejorara la salud de la ubre. Sin embargo, aún hoy en día las mamitis siguen siendo una de las mayores preocupaciones de la industria, ya que generan enormes pérdidas económicas.
Hay que recordar que los animales que padecen este proceso disminuyen la rentabilidad de la granja, ya que se produce un descenso de la producción (además de la necesidad de eliminar la leche de los animales tratados), existe un aumento de las horas de trabajo y de los costes en servicios veterinarios y se produce una reducción de la eficiencia reproductiva y de la vida productiva de los animales, lo que lleva a un aumento de los costes de reposición. En la bibliografía encontramos numerosas referencias a cuánto cuesta un caso de mamitis y vemos que el valor oscila en una horquilla amplia en función del autor consultado (Halasa et al., 2007: 287 €; Pérez-Cabal y col., 2008: 117 €; Heikkila et al., 2012: de 112 € a 1.496 €). Está claro que este dato variará dependiendo de las características de cada explotación. Por eso, si lo que queremos es calcular el coste real de las mamitis en nuestra explotación, deberemos conocer cómo se calcula ese valor y no basarnos en una cifra genérica que no tiene por qué ser la más adecuada para nuestro caso.
Antes de comenzar, lo primero y lo más importante que podemos ob- servar es que los costes indirectos suponen el 56-70 % del coste de las mamitis clínicas y que queda solo un 30-44 % para los costes directos, por lo que les debemos prestar más atención a los primeros.
1. Costes directos
1.1. Coste del diagnóstico
Este coste, que en nuestras granjas ejemplo supone tan solo un 3-5 %, se divide en dos partes:
- Coste del veterinario, que en muchos
casos no se imputará, ya que las mamitis serán diagnosticadas y trata- das por el propio ganadero siguiendo los protocolos de prevención y tratamiento previamente estableci- dos por el veterinario. El facultativo tan solo interviene de forma directa en aquellos casos de mamitis severas o en aquellas que no responden al tratamiento establecido en los protocolos. En aquellas explotaciones en las que no existan protocolos y se requiera la presencia de un veterinario para cada caso de mamitis, se estima que el tiempo mínimo em- pleado por el profesional en la visita es de 30 min.
- Coste de las pruebas realizadas para el diagnóstico: en este apartado se imputan los gastos derivados del envío de muestras al laboratorio para la realización de cultivos destinados a la identificación de los microorganismos causantes de las mamitis y a la realización de antibiogramas.
aplicando un tratamiento. Este importe dependerá de los días de tratamiento, del período de supresión de los medicamentos administrados y de la producción de la vaca en ese momento, lo que lo hace muy variable. Por ejemplo, un tratamiento de 3 días con un período de supresión de otros 3 en una vaca que produce 30 l/día supone un montante de 54 € (asumiendo un valor del litro de leche de 0,30 €). Con todo, en otra vaca con una producción de 40 l/día y con un tratamiento de 5 días y 3 de período de supresión, el coste será de 96 €, 42 más por cada vaca con mamitis.
En algunas explotaciones, esta pérdida puede ser parcialmente compensada, utilizando la leche de las vacas tratadas para la alimentación de los terneros, aunque esta práctica no es muy recomendable.
1.4. Coste por muertes debidas a las mamitis: realmente, el riesgo de que una vaca muera por una mamitis clínica es relativamente bajo (se multiplica por 1,2), pero una sola muerte de un animal supone una pérdida importante para la explotación. Por este motivo, el porcentaje de los costes directos que supone este epígrafe es incluso superior al del tratamiento. Con este dato, conociendo la incidencia de mamitis y el porcentaje de muer- tes de la granja podremos calcular el porcentaje de muertes debidas a las mamitis. Por ejemplo, en el caso de lagranjaB,nolleganial5%delas muertes de la granja. El coste de una muerte será el coste de reposición de un nuevo animal.
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