LA CALIDAD DEL AGUA EN BOVINOS
Los factores que determinan la necesidad e ingestión diaria de agua incluyen el estado fisiológico (las hembras preñadas consumen más agua que las vacías y las lactantes más que las secas), la aptitud (mientras una vaca lechera puede beber hasta 160 litros de agua por día, un bovino de carne ingiere unos 55 litros al día), la producción de leche, la ingesta de materia seca, el peso vivo del animal, el grado de actividad, la composición de la dieta (en general, todos los forrajes secos y concentrados demandan un mayor consumo de agua por parte del animal que los forrajes verdes), la temperatura ambiental (a medida que se incrementa la temperatura ambiente aumentan los requerimientos de agua en los animales entre un 30 y un 60%) y otros factores ambientales (humedad y velocidad del viento). Otros elementos que afectan de una manera particular al agua consumida incluyen la salinidad de la misma y su contenido de sulfatos y cloruros, el contenido de sodio de la dieta, la temperatura del agua, la accesibilidad al agua, factores sociales y otros parámetros de calidad como el pH y tóxicos disueltos.
Antonio Jiménez, Veterinario
“La calidad del agua utilizada en las explotaciones ganaderas es, cada vez más, motivo de atención por tres razones fundamentales. El agua debe ser de calidad en todos los puntos de la cadena alimentaria, incluyendo el agua destinada a la bebida de los animales de producción y la empleada para higienizar los equipos e instalaciones. A esto hay que sumar la incidencia que tiene sobre la salud y el bienestar de los animales, y por lo tanto sobre la productividad. Y, por último, no podemos olvidar la importancia de proteger los recursos hídricos de la contaminación que puedan generar las actividades ganaderas”
CRITERIOS DE CALIDAD
A la hora de analizar y determinar la calidad del agua en una explotación animal podemos utilizar tres criterios: los parámetros microbiológicos y los parámetros químicos, que inciden directamente sobre la salud, y los parámetros indicadores.
El agua puede contener bacterias (Salmonella spp, Vibrio cholerae, Leptospira spp, Clostridium y Escherichia coli), virus, protozoos y huevos de parásitos. Como recomendación general, 100 ml de agua deben contener <10.000 bacterias totales, <1 coliformes totales y 3-30 streptococos fecales. Un recuento de bacterias coliformes por encima de 1/100 ml puede causar diarrea en terneros, mientras que recuentos superiores a 15-20/100 ml pueden ocasionar diarrea y disminución de la ingesta en animales adultos. Resultados positivos para coliformes fecales indican, siempre, un problema de contaminación que deberemos investigar y corregir.
Los parámetros químicos fundamentalmente valoran el conjunto de minerales disueltos en el agua, éstos forman el denominado “total de sólidos disueltos” (TDS). Un agua de excelente calidad es aquella que tiene un TDS inferior a 1000 ppm.
Los parámetros indicadores (entre los que encontramos el olor, el color, el sabor y la turbidez del agua) delatan, rápidamente, la existencia de fluctuaciones en la calidad del agua; estas variaciones pueden indicar que llega contaminada, que el tratamiento que recibe es insuficiente, o que algunas sustancias se incorporan al agua a su paso por las conducciones.
ARTICULO COMPLETO EL AGUA EN LA ALIMENTACION BOVINA